Capítulo 28

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Deamon

Me sorprendió de sobremanera que fuera Katherine quien estaba conmigo esa noche, una parte de mi quería entregarse a aquella chica misteriosa, pero temía sentirme mal después de estar con ella, ahora que sabía que Katherine estaba detrás de ese antifaz me sentía tranquilo, y quería estar con ella, sentirla y acariciarla como aquella noche.

Desafortunadamente en este momento tenía que controlar mis emociones, acaba de pasar por una situación delicada, no quiero provocar nada, quiero que se sienta segura de estar conmigo y que puedo cuidar de ella.

—Lo siento —se apretó contra mi pecho y la escuchaba sollozar— ese día debí quedarme contigo, tú me necesitabas.

—¿De qué hablas nena?, no te disculpes, por favor —no quería hacerla sentir mal, yo le pedí espacio esa noche y ella no debería sentirse culpable— no llores.

Debíamos terminar de empacar todas sus cosas, no quería que nos encontráramos con sus padres y la hicieran sentir mal nuevamente, esta vez no me detendría en defenderla, aunque después lo lamentara.

Tome su cuerpo de costado y le quite las playeras que llevaba en la mano para poder ayudarle, quería mantenerla cerca de mí, pero también terminar de empacar todo.

Sus ojos estaban rojizos al igual que sus mejillas, me conmovía verla así, deje las cosas en la cama y bese sus pequeñas manos, mientras me aseguraba que dejara de llorar. Cuando sostuve su rostro entre mis manos su mirada se relajó, solo así pude confirmar que se sentía tranquila o al menos eso me transmitió a mí.

—Debemos terminar de empacar, dejaremos este tema para después, quiero saber algunas cosas —tenía que saber que sintió esa noche, a diferencia de mi, ella conocía totalmente que era yo a quien estaba besando— iré por tu pijama.

Me miro con confusión, tal vez no me habría entendido, pero en ese momento sostuvo las playeras en sus manos, y las agito un poco, comprobando que la miraba, entendí que esa era su pijama y una sonrisa se posó en mi rostro, no pude evitar imaginarla con solo eso en las noches, las breves imágenes de ella y yo en el baño aparecieron y recordé como se veía aquella noche, sus hombros desnudos, junto con su pierna al descubierto me provoco un nudo en la garganta.

Katherine noto mi cambio de humor, me aventó una almohada y prosiguió con cerrar su maleta, me acerque para poderla ayudarla, me alegro que hubiera ese cambio de humor, no soportaba que se sintiera culpable por lo de la fiesta, ese día yo tenía muchas cosas en mente y una de ellas era Katherine, se había metido tanto en mis pensamientos.

—¿Necesitas llevar algo más? —miro a su alrededor y negó con la cabeza, así que abrí la puerta esperando que me siguiera, pero se quedó mirando sus pequeños pies— metí algunos zapatos a tu maleta, no te preocupes.

—¡No!, no me falta eso, he visto que los has puesto dentro —se burlaba de mi por creer que le faltaban sus zapatos y debía reconocer que fue estúpido de mi parte, si ella los hubiera necesitado se hubiera acercado al armario y tomado, pero no era así, por lo que me preguntaba que necesitaba— ¿podemos pasar a una farmacia?

—¡Oh... claro!, lo que necesites —tal vez necesitaba alguna cosa de chicas, mi madre me había dicho que no preguntara cuando se trataba de esos temas, ya que podría incomodar a alguien que no quería hablar de eso, me dio un consejo: "en esos asuntos solo has lo que se te pide y cuida a la chica", con la segunda parte no tendría problema, estaba dispuesto a cuidar de ella— pasaremos de camino, puedes comprar lo que necesites.

Le hice un gesto con la mano para que pasara primero, sin embargo, ella confundió mi gesto y tomo mi mano entrelazando sus dedos con los míos, prefería más esto que mi idea de darle el paso, a ella también le alegro, por un momento la vi como si de una niña pequeña se tratara, había alegría en su rostro y en conjunto con sus mejillas aun rojizas, le dio un toque tierno, recordé a dónde íbamos y que estaría junto a mi más tiempo del que aprovecharía cada segundo.

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