Capítulo 27

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Dentro del coche de Deamon había un ambiente tranquilo, afuera hacia frio así que agradecí que en cuanto me senté prendiera la calefacción, estábamos él y yo en dirección a mi casa, me aterraba lo que podría pasar si mis padres nos encontraran en casa. Deamon noto mi nerviosismo antes de arrancar y coloco su mano en mi pierna, haciendo pequeños movimientos con su pulgar para calmarme.

De camino a mi casa su tacto me mantuvo tranquila al igual que verlo manejar, mantenía los ojos fijos en las calles, sus manos tomaban el volante con fuerza, por momentos me soltaba una mirada de reojo y la agradecía porque comenzaba a irritarme el hecho de no tener sus ojos puestos en mí, era una sensación extraña.

Cuando estuvimos frente al portón Deamon busco mi mano y nos entrelazo, respire hondo, las piernas me temblaban y hacia un tamborileo con mi pie, los guardias abrieron la puerta y les ofrecimos un saludo. Cuando estuvimos frente a la casa no note que estuvieran mis padres y esperaba que fuera así.

Abrió mi puerta y extendió su mano para ayudarme a bajar, en la otra mano llevaba mi ropa sucia y un té que me había comprado antes de salir del hospital, al que no le había dado más que un par de sorbos.

—Entrare contigo para ayudarte —no podía negarme ya que me sentía bien con su compañía y quería que estuviera conmigo.

Al abrir la puerta Ella vino corriendo a saludarme, estaba emocionada y por un momento giro en todas las direcciones como si buscara a Asher, o al menos eso me parecía, yo también lo extraño Ella. En un segundo noto la presencia de Deamon y salto encantada de que tuviera a otra persona a quien saludar, a Deamon le encantaban los perros, y sentí que a Ella también le gustaba él.

Bajo a la altura de mi pequeña perrita y la cargo, ella lo lamio y aquella imagen me derritió por completo, estaban ahí parados en la puerta jugando e intentando esquivar los besos que ella quería darle.

—Vamos a llevarla, no quiero que se quede aquí —hace un momento pensaba que tendría que dejarla, creía que era abusivo de mi parte llevarla, por lo que en mi cabeza solo estaba la idea de que tenía que despedirme de ella, afortunadamente Deamon quería que estuviera conmigo.

Imagino que al escuchar todo el movimiento en la entrada Denise y Diana nos escucharon ya que corrieron a la puerta, sus ojos estaban hinchados, estaban enteradas de la noticia y lamentaba que seguramente mis padres les habían prohibido ir a ver a Asher. Deamon las miro y les ofreció la mano, ellas lo saludaron de la misma forma y se presentaron entre todos, ninguno quería decir más, hasta que Mario cruzo la puerta y nos encontró a todos callados y esperando encontrar las palabras, para nuestra suerte Mario fue quien rompió ese silencio y me abrazo.

—Katherine —pegue mi cabeza a su pecho y lo abrace fuerte, las lágrimas brotaron nuevamente de mis ojos cansados e hinchados de todo lo que había llorado en esas últimas veinticuatro horas— tranquila pequeña, todo va estar bien.

—¿Cómo esta Asher? —Diana esperaba una respuesta e intercalaba su mirada entre Deamon y yo, por más que intente las palabras no salían, tenía un nudo en la garganta, y Deamon decidió responder y sacar de dudas a todos.

—Está estable, hace una hora Katherine entro a verlo ya que él había despertado, tendrá que quedarse todavía en el hospital para revisión, afortunadamente no tiene nada que ponga en peligro su vida —los ojos de Mario bajaron a los nudillos de Deamon y parecía consternado, tenía que explicar que hacíamos aquí y porque los dos nos veíamos en pésimas condiciones.

—Deamon golpeo al chico que tacleo a Asher, por eso esta así, nos llevaron al mismo hospital y tuve una discusión con mis padres, gracias a eso lo vi y ha hecho mucho por mí en estas horas —Mario soltó mi cuerpo y ahora era Diana y Denise que abrían sus brazos para sostenerme entre las dos, frente a mi estaban Deamon y Mario.

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