Melissa sostenía mi mano cuando le relataba todo lo que había pasado, desde la tarde del juego hasta mi visita en la habitación del hospital de mi hermano, en ciertas partes de la historia apretaba mi mano y creo que se perdía en sus pensamientos, imagino que pensaba en su hija, Deamon me había comentado que toda la situación respecto a su hermana era muy confidencial, no quería darle indicios de que sabía la historia, pero cuando podía omitir algún detalle que la hiciera sentir mal lo hacía.
Deamon y su padre platicaban a unos metros de nosotras, en algún momento vi que se quedó pensando en algo, sin volver a dirigirle la palabra a su padre camino hacia nosotras y le puso la mano en el hombro a Melissa y esta se la beso con ternura, me hizo sentir un hueco en mi pecho, estaba dolida por esa escena, jamás me había preocupado por la falta de cariño de mi madre, tenía a Denise y Diana que lo hacían, pero en este momento no tenía a nadie.
—Perdonen que las interrumpa, pero la voy a llevar a su habitación para que pueda descansar —Deamon se dirigía a su madre para comprobar que ella estaba de acuerdo, asintió y ambas nos levantamos.
Imagine que Melissa noto un cambio de humor en mi cuando le dio un poco de cariño maternal a su hijo porque cuando ambas estuvimos de pie rodeo mi cuerpo en un abrazo y me acaricio el cabello con delicadeza, no podía resistirme a esa clase de afecto y de igual forma le regale un abrazo.
—Todo va a estar bien preciosa, sé que Deamon te cuidara bien y estamos aquí para ti —le agradecí esas palabras y las confirme mentalmente, Deamon se estaba portando como un caballero conmigo, todo el tiempo que he estado con él no me ha dejado cargar nada, me quitaba las cosas de las manos para ayudarme, respetaba mis silencios, mi cuerpo y es cariñoso.
Agradecí mentalmente a Melissa, no habría podido decirlo en alto, últimamente la sensibilidad de mis lágrimas era como un delgado cristal quebradizo, incluso con un suspiro podría romperse. Camine junto a Deamon sin despejar los ojos del pasto que pisaba, cuando volvimos a estar dentro de la casa admire la decoración, tenía un leve estilo victoriano, detalles en negro que le daban elegancia y calidez a la casa, como Melissa, ella seguramente había coordinado la decoración.
Deamon tomo mi maleta y subimos juntos las escaleras, hasta ese momento no nos habíamos dirigido la palabra, se mantenía inmerso en sus pensamientos, me preguntaba si era algo que tenía que ver con la plática que tuvieron el y su padre, desde ese momento se había puesto más serio.
Abrió una puerta y apareció frente a mí una recamara del mismo tamaño que la mía, esperaba que fuera más pequeña, soy una invitada y no quiero invadir su casa, esa cuestión me puso incomoda, ya que no deseaba aprovecharme de ellos, habían sido buenos conmigo al dejar que me quedara, esta recamara era mucho para mí.
—Mis padres eligieron esta ya que está a lado de la mía e incluso se conectan en el balcón, aunque si no te gusta podríamos adaptarte otra —seguramente mi rostro incomodo le hizo pensar que no me gustaba la recamara, pero era totalmente diferente la situación.
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No Más Juegos
RomanceA través del tiempo me he dado cuenta que los errores que repetidamente cometemos pueden delimitar nuestro pasado, y cuando intentas escapar de él te llevas un fragmento al presente, pero no imagine que lo que tendría en este nuevo comienzo sería De...