Deamon
En la ambulancia había sentido como la sangre escurría por mis nudillos, no sabía si era mía o del chico que había molido a golpes, todo esto me causaría un gran problema, pero lo que había hecho ese jugador no tenía pinta de ser un accidente ese chico tenía algo en contra de Asher y el dolor reflejado en Katherine me hizo explotar, tenía que hacerlo pagar. Me convirtió en un animal ver su reacción, su miedo fue mi miedo por un momento.
El puto cuarto de hospital me ponía los pelos de punta, no me gustaba estar en los malditos hospitales, tenía mucho tiempo que no visitaba uno, eso no me había quitado el odio que me provocaban.
El suero entraba por mis venas, me molestaba mucho el sonido, los pasos, incluso las enfermeras, no quería pasar más tiempo en observación, yo estaba bien, el que esperaba que estuviera mal era el jugador que había golpeado, dentro de mí también quería que estuviera bien Asher, durante estos días pude sentir su hermandad, me daba nostalgia verlos de esa forma, y comprendía el dolor de Katherine al ver a su hermano así, inmóvil.
Su voz les dio un rumbo distinto a mis pensamientos, la escuchaba gritar y llorar, ya no podía estar más tiempo acompañado con el sonido de los aparatos de hospital, arranque el suero de mi mano y camine hacia dónde provenía la voz.
Antes de llegar me detuve detrás de una pared, porque escuché a su padre, parecía molesto, no sabía si era el momento perfecto para acercarme a ella.
—No puedo creer todo lo que provocas por tus estupideces, ¿qué quieres Katherine, acabar en un hospital, muerta o en la cárcel?, te das cuenta lo que tus decisiones han provocado —¿de qué estaba hablando su padre?, el que había tenido la culpa era el jugador.
—No he tenido nada que ver con esto, ha sido un accidente, no puedo creer que me estés echando la culpa de algo en lo que ni siquiera soy responsable —¿le estaban echando la culpa?, esa noche estaba dispuesto a seguir golpeando personas, mi adrenalina había bajado, pero podía volver en cuestión de segundos si seguían diciéndole que era su culpa.
—¿Y si lo provocaron?, yo te había advertido de esto, eso no fue un accidente, tienes que darte cuenta de las cosas —en algo estaba de acuerdo con su padre, pero aun no entendía que tenía que ver Katherine con eso.
—Tu padre tiene razón, y si tú eres la causante de ello será momento de tomar una decisión respecto a si te quedas aquí, o te enviamos a otro lugar —no podía seguir escuchando más de lo que le estaba diciendo, no tenía sentido, caminé hasta Katherine y me puse frente a ella.
—¿Pueden dejar de hablarle así? —esperaba que Katherine me detuviera, pero solo se quedó atrás de mí, la escuchaba llorar y la rabia crecía en mí, toda esa mierda que le estaban soltando no tenía ningún sentido.
—¿Y tú quién eres? —por respeto a Katherine y porque no quería arruinar más la situación haría todo lo posible por contenerme.
—Alguien que no va a dejar que le hablen así —los brazos pequeños de Katherine rodearon mi brazo, hasta ese momento fui consciente de lo pequeña que era, sentía como se intentaba sostener, no quería que siguiera ahí, escuchando la mierda que le estaban diciendo sus padres.
—Pues te quedas con ella, pero estas advertida Katherine —ella intento hablar, ya era suficiente desgaste, y en cualquier momento podría desvanecerse por todo el llanto que salía de sus ojos, puse su rostro en mi pecho para contener sus palabras.
Cuando estuve relajado, me atreví a despejarla de mi para cargarla, su peso era ligero, y la forma en la que se amoldaba a mi pecho era perfecta, estábamos helados y necesitaba ofrecerle un poco de calor, si seguía por ese camino podría ocurrirle algo.
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No Más Juegos
RomanceA través del tiempo me he dado cuenta que los errores que repetidamente cometemos pueden delimitar nuestro pasado, y cuando intentas escapar de él te llevas un fragmento al presente, pero no imagine que lo que tendría en este nuevo comienzo sería De...