8. [ ¿Fe?]

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Noche uno. Dia dos.

Elly

Humo, tormenta, azul.. y el desembocado mar lanzándome de la tabla y tragándome en su inmensidad, son descomunalmente destructores, la superficie alejándose. Ha pasado demasiado tiempo desde que estuve en el mar.

Sueño con mi muerte, sueño que me ahogo, y con él intentando evitarlo, siempre es solo un intento.

Y muero.

Me despierto con el agua helada sobre mi rostro. El corazón se me desemboca, solo proceso el peligro cuando no reconozco dónde me encuentro. Arrincono contra la pared a la persona que antes tocaba mi rostro.

—Soy yo, Black —Exclama aturdida.

Busco con la mirada tratando de entender donde estoy. «Hawái, Dereck, los chicos» He dejado Bagram hace días. Recuerdo el hospital.

«Halawa, Helen, Diaz, Jonas» Los flash back se abren paso desde mi bulbo raquídeo hasta mi párpado recordándome que estoy en casa. O bueno en la península. Me cuesta respirar, siento el rostro entumecido

«Alarie» Susurra mi subconsciente. Encuentro sus ojos suplicantes.

La suelto por la tos cuando no puedo respirar bien.

Retrocedo aun aturdida. Al menos lo intento.

—Déjate —Me regaña cuando intentó apartar mis manos de ella.

—¡Aléjate!— Le advierto aun sin fuerzas, no me gusta que me toquen.

Me cuenta demasiado enfocar la vista

—¿Y tú cómo demonios te has hecho eso? —Ignora mi advertencia. Mira atónita mi cuerpo cuando me saca la enorme camiseta que ya no es del todo blanca. Las heridas de irak siguen frescas al igual que las marcas de metralla y los moretones.

Estoy hecha un asco.

—Déjame —Insisto en un jadeo.

—Que te dejes... —Gruñe apretando los dientes cuando estampa sus palmas en mis mejillas.

Aclara un poco mi mente, no lo suficiente.

—Dijiste que no me metiera en problemas. —Repito sus palabras cuando no se porque me ayuda.

—Déjate o la próxima será una orden —Dicta firme. ¿Lo sabe?¿Cómo lo supo? Enjuaga las heridas con la delicadeza que puede. Se lo permito cuando no percibo peligro de ella.

¿Cómo se enteró?

—¿Lo sabes?

—¿Qué?¿Que también eres un soldado? —Me levanta despacio. Así que ella sí lo es. ¿Lo fue?— Eso es obvio niña, hasta en tu forma de caminar —ha amanecido— ¿O que lo de anoche era una ejecución? —Me deja sin palabras— Me darás las gracias después ahora vamos antes de que lleguen las demás.

Cronos © (Dioses caídos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora