Escalera real.
Tara.
Beso sus labios en busca de algo de calor, en busca de que la sensación de hace un rato volviera a mi y aunque sus manos acunan mi cadera y sus labios contestan mis besos, estos están vacíos.
Se sienta al borde de la cama con la mirada algo perdida, me mantiene cerca de él como si subconsciente se negara soltarme. Yo no quiero que me suelte.
—¿Estás bien? — Murmuró contra sus labios y solo asiente sin decir nada.
Es un mal mentiroso.
Deja sus manos en mi cintura cuando me siento a horcajadas sobre él, mira al vacío entre el techo y yo, me recuerdo que complicar las cosas es lo último que quiero.
"Sin pasado ni futuro" Me digo a misma como si eso cambiara el hecho de que quiero saber que le pasa.
¿Qué está mal ahora?
Me frustra cuando al intentar besarlo no me contesta. ¿Por qué demonios las cosas no pueden ser más sencillas? Porque la puta vida no puede ser menos complicada, ¿Es mucho pedir?
Y tras mirar sus orbes algo perdidos llegó a la conclusión de que aunque lo intente supongo no soy ese tipo de persona. No podría ignorar ese vacío en su mirada ni aunque quisiera, le amó y aunque puede yo ya no sea la persona de la que él se enamoro, yo sigo amando esto de é, que siga siendo el, tan directo, tan transparente, tan difícil de entender y a la vez tan fácil de leer al mismo tiempo.
—He comido sin devolverlo, en cada ocasión —Le cuento con una sonrisa algo tímida y logró conseguir que su mirada se posara nuevamente sobre mi— al menos dos de tres —Sonrió auto corrigiéndome— La migraña es mucho menor, hoy no te veía borroso cuando desperté, todo se sintió mejor después de salir de la cama.
Sonríe y toma mi rostro para llevar mis labios a los suyos.
—Las cosas con mis abuelos han sido mucho mejor de lo que me imagina —Musitó contra sus labios— El padre de shini aunque enojado, entiende porque lo deje, Los pequeños de Nath me hacen sentir ...Feliz.
Feliz... Es una sensación muy extraña de describir, pero de usar una palabra, para explicar cómo me siento con ellos cerca de mi seria esa.
Me hacen sentir feliz.
Decirlo en voz alta me quita un peso inmenso del pecho. Uno que no sabia que tenia.
—Me alegra un montón mi amor —Dice festejando mis pequeños logros aún con la voz ausente. —Tienes mejor cara hoy, estás menos pálida.
Toca mi frente comprando mi temperatura.
Acaricio sus brazos tocando las pequeñas raspaduras y cuando el dolor le reciente miras mis manos.
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Cronos © (Dioses caídos)
ActionSegundo libro trilogía: Dioses Terrenales. "Y en la noche en la que cayeron los dioses un gran estruendo se escucho en los cielos, como si el Olimpo se revolcara en furia o mar Egeo sus aguas secara de desesperación, porque el día en que los dioses...