2018 Hawaii Cumbre vieja.
Elly.
Miramos a los chicos tomar un corto descanso desde la cumbre — "La cumbre, en cumbre vieja" Repito mentalmente cuando suena gracioso de pensarlo— , sigue siendo demasiado gracioso que a pesar de ser las "supremas fuerzas" especiales sean así de flojos.
—¡Sois unas nenazas! —Grita mi padre en medio de una carcajada que se hace más sonora cuando Nath le responde con un "¿Ellos? Señor, sí señor" antes de tomar el impulso de correr cuesta arriba.
Aunque puede que tengan razones, se supone que es nuestro día libre y estamos aquí. haciendo una ruta de 30 kilómetros a primera hora de la mañana en ascenso y de avanzada.
Pero fueron ellos los que dijeron que querían hacer parte del fin de semana en familia. Y supongo que olvidaron quien era mi padre, y como somos los Amarok, porque aun puedo reírme de la cara que pusieron cuando mi padre dijo "Ascenso a cumbre vieja" totalmente complacido.
El arrepentimiento podría verse en sus miradas, incluso salir de sus poros, pero ellos se lo buscaron. Y como suele decir el anciano de mi padre a lo hecho pecho. Intentar retractarse ya no era una opción.
Estarán más cansados que antes de librar y será mi culpa. Aprieto los labios pensándolo un poco más.
—Deja de pensar en que se arrepienten de venir —Mi padre interrumpe mi fugaz desvarío cuando me abraza sobre los hombros. —Te equivocas.
—Solo pienso en que necesitan descansar —Digo obvia no evito sonreír cuando Blade intenta alcanzar a Nath con las misma prisas y ella avienta su mochila a él para tomar más ventaja.
Parecen niños. Blade resbala con una roca al pisar en falso. Empieza a correr en serio.
—Son unos críos felices —Dice mi padre... Lo miró cuando no puedo evitar pensar que es medio brujo. Ha leído mi mente, con sus palabras, sí, pero aún así lo ha hecho.
Da un leve toquecito en mi entrecejo al tiempo de hablar.
—Estarás llena de arrugas a este paso. —Me enderezo para mirarle. Aparta sus nudillos de mi frente cuando relajó la expresión. —Aun cuando te ves hermosa mirando de mala hostia estás más guapa cuando sonríes.
Intenta hacerme la pelota y solo consigue que ruede los ojos. Luego se supone que mantenga el porte de militar y esas chorradas
—¿Sabes que la risa deja más líneas de expresión que un ceño fruncido? —Ahora es mi turno de tocar su rostro. Marco las arruguitas que se forman alrededor de sus ojos cuando sonríe. —Por eso te ves tan mayor, padre. Eres un anciano sonriente aunque nadie más lo sepa.
Sabe que me refiero al hecho de que todos le conocen por su mal humor, lo serio y demandante que puede ser el General primero Amarok, pero mi padre, Antony, no sabe borrar la sonrisa de sus labios y ojos cuando está fuera de servicio.
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Cronos © (Dioses caídos)
ActionSegundo libro trilogía: Dioses Terrenales. "Y en la noche en la que cayeron los dioses un gran estruendo se escucho en los cielos, como si el Olimpo se revolcara en furia o mar Egeo sus aguas secara de desesperación, porque el día en que los dioses...