Elly
Me duele el cuello, la mandíbula y el rostro para cuando despierto en máxima.
El gimoteo algo adolorido brota de mi cuerpo sin más cuando me tocó la mandíbula, supongo que a las malas he logrado dormir un par de horas.
¿Debería agradecer a Diaz?
Ya claro que si, por la siesta y la hermosa residencia. Viva la ironía. Sarcástica siempre, nunca insarcastica.
Así que...
¿Hogar dulce hogar? Bromea mi conciencia reconociendo del cajón 16.
—Reparo todo el lugar de un solo vistazo — El 16 es mi número.
El reclusorio federal tiene 22 cajones o cajas de encierro solitario. Acondicionado un espacio de un metro por un metro, un catre de noventa por cincuentaicinco, un váter y nada más que las cuatros paredes que colindan y las dos que cierran el suelo y el cielo.
A si, si, y las enormes ganas de morir que se desarrollan con el pasar de los días y noches, acompasados a los gritos de los que parecen volverse locos.
A qué suena acogedor. ¿Quién no quiere una habitación en este tan lujoso hotel?
Sacudo mi cabeza y me incorporo. Esperaba algo más de dolor. Se ha vuelto controlable, aceptable, sigue siendo incómodo pero para no estar tomando pastillas me siento en el cielo.
Estiró los brazos y mis costillas se estrujan de forma descomunal. Mierda. Quizás hable demasiado pronto.
Después de un rato decido hacer algo para no perder la cabeza. Rayo en la pared un pequeño mapa de Hawái con ayuda de una piedrecilla en grava que tomé cuando me arrastraron en el patio. Retomo mi mapa. los detalles el. La línea de tiempo de los chicos y la mía. Y después la del asesino.
Ahora que he visto a Lukka, estoy más cerca de llegar a ella, de obtener un poco de venganza que no me interesa si me trae paz o no, mi padre se la merece. Eso como mínimo. Y después de encargarme de ella podré hacer justicia por todos.
Sigo teniendo lapsus de memoria. No recuerdo a Haru, así que no puedo descartarlo como sospechoso, y teniendo en cuenta las personas de las que me veo obligada a dudar ya no se ni que esperarme.
Si tan solo recordara su nombre, su rostro real. Podría, yo podría descartarla...Me estrujo el cerebro.. Siento como si una parte de mi sesera hubiese sido licuada, pateada y magullada.
Soy como un batido militar. Yei por mi... Niego con la cabeza cuando empiezo a sentir que pierdo la cabeza. Me siento corta de material para poder detallar el mapa.
Miro nuevamente la pared. ¿Cuánto tardaras en venir por mi? O tendré que ir a buscarte.
Me sobo las sienes cuando en serio el dolor se hace incómodo. Necesito poder recordarla... "Recordarla".. Mi mente descarta que sea un chico y me confundo.
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Cronos © (Dioses caídos)
ActionSegundo libro trilogía: Dioses Terrenales. "Y en la noche en la que cayeron los dioses un gran estruendo se escucho en los cielos, como si el Olimpo se revolcara en furia o mar Egeo sus aguas secara de desesperación, porque el día en que los dioses...