El sudor bañaba cada parte de su cuerpo, sus rizos húmedos se pegaban a su frente de manera casi artística. Movía con destreza su cuerpo junto a su espada, su rostro serio le hacía verse salvaje y peligroso ante la atenta mirada de sus compañeros quienes le observaban asombrados. Se encontraba en una batalla contra Liam, era una pelea tan reñida y los dos se veían tan centrados en ella que cualquiera podría jurar que Harry no era aquel omega risueño que corría por los jardines con coronas de flores con aquella contagiosa risa. El menor hizo un hábil movimiento, haciendo que el mayor perdiera el equilibrio y cayera sobre sus glúteos. La expresión seria del rizado cambió de inmediato por una de alegría, ofreciéndole la mano a su amigo para ayudarle a ponerse de pie.
-Vaya, eso fue increíble Harry. -Dijo Liam, levantándose. Le dio un abrazo.
-¿Cierto? Es que he entrenado muchísimo este mes. -Dijo, satisfecho con su avance. -Ahora siento que tengo mucho tiempo libre. -Explicó. Ambos se alejaron del campo de entrenamiento entre murmullos de lo bueno que era aquel omega.
-Es porque ahora sí te dedicas a entrenar y no a ver entrenar a Louis. -Explicó, divertido.
-Es verdad. -Respondió entre risitas.
-Harry, mañana es tu cumpleaños. -Dijo, deteniéndose frente a una banca.
-Sí, mi madre me envió ropa y mi padre algunas joyas. -Dijo, contento.
-Que bien, así lo usas mañana en tu fiesta. -Le animó. Ambos se sentaron en la banca.
-Lo haré. -Aseguró. -Ojalá Louis estuviese aquí, ama los pasteles de cumpleaños que preparan en casa cumpleaños. -Comenzó a jugar con sus dedos.
-Seguramente su cocinero haga pasteles aún más deliciosos. -Intentó animar. -¿Te envió algo por tu cumpleaños?. -Preguntó.
-Uhm, no, pero no importa, seguro que está muy ocupado para pensar en cosas sin importancia. -El mayor se arrepintió por preguntar.
-No te preocupes, quizá mañana mismo te llega su regalo. -Y se maldecia por seguir alimentando las esperanzas de su amigo. -O sí, quizá esté ahogado en asuntos de su reino, apenas hace un mes fue la coronación y debe estarse poniendo al corriente. -Intentó salvar.
-Sí, por eso no me preocupa si se acuerda o no. -Intentó convencerse. -Y seguro que no me ha enviado una sola carta desde que se fue por lo mismo. -Suspiró pesadamente. -Iré a tomar un baño, Liam, te veo en la cena, ¿de acuerdo?. -El de ojos esmeralda se puso de pie, dándole una sonrisa al castaño quien asintió. Se marchó del lugar.
(...)
Un mes después de la coronación, Louis se encontraba ocupado desde el amanecer hasta el anochecer, entre asuntos del reino, sus comidas y sus entrenamientos, sentía que no le quedaba tiempo para detenerse a pensar en sí mismo. Aunque siempre se tomaba el tiempo de escribir cada noche antes de dormir, una carta a Harry para contarle los eventos más importantes de su día. Tenía muchas cartas acumuladas dado que no había tenido tiempo para enviarlas, también se encontraban algunos artículos que le había comprado a diario al menor, como no tenía idea de qué regalarle para su cumpleaños, compraba cada joya, ropaje o artilugio que le parecía bonito, incluso sus hermanas o Gigi le llevaban algunas cosas para que eligiera, pero como no tenía tiempo para escoger, simplemente iba acumulando todo para enviarlo.
-Tienen que irse ahora o no llegarán a tiempo y no quiero que lleguen ni un día después, ¿queda claro?. -El rey Louis explicaba a sus lacayos quiénes llevarían los regalos y las cartas al instituto.
-Sí señor, todo está listo, partiremos en unos momentos. -Aseguró el encargado del viaje.
-Muy bien. -Aceptó. -Esto es muy importante y valioso, tengan un buen viaje. -Finalizó, regresando al palacio.
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Llamas gemelas |l.s.| Omegaverse
RomanceHarry es un Omega que está comprometido desde antes de nacer, con el príncipe Louis, un Alfa que cree que el lazo es solo un contrato para mantener alianzas entre reinos.