10. Confesiones

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~Dedicado a dfnclsst91~
















Las dos pequeñas hermanas de Louis corrían por el jardín riendo ruidosamente, dibujando una sonrisa en su hermano quien las observaba de reojo de vez en cuando mientras leía un libro, sentado en pasto sobre una sábana junto a Gigi, quien de igual manera leía otro libro, pero no parecía estar completamente concentrada en su lectura.

-¿Qué te preocupa, Gigi?. -Preguntó el castaño con amabilidad, sacando a la rubia de sus pensamientos.

-Oh, nada, es solo la historia en el libro. -Sonrió nerviosamente.

-Somos amigos, ¿cierto?. -Preguntó, expectante.

-Sí Louis, claro. -Respondió honestamente.

-¿Entonces por qué me mientes?. -Cuestionó con un deje de decepción. La de ojos aceitunados bajó la mirada, suspirando y dejando el libro a un lado.

-Lo siento Louis, solo no quiero atormentarte con mis asuntos, tienes suficiente con los tuyos. -Dijo con tristeza.

-Para eso estamos los amigos, para atormentarnos entre sí con nuestros problemas y si hay suerte, encontraremos solución a ellos. -Dijo con tranquilidad. La joven sintió un nudo en la garganta al escuchar las amables palabras del rey, era tan extraña su situación.

-Es solo... es por nuestra situación, siento que estoy atrapada y estaré siempre en el mismo lugar. -Explicó, mirándo fijamente a los ojos de Louis.

-Sé cómo te sientes, pero no quiero que te preocupes por eso. -Colocó su mano en el hombro de la chica. -Esto es temporal, ¿de acuerdo?, solo permití esto porque quiero que mi padre se mantenga al margen de mis decisiones, aceptar estas condiciones fue para que creyera que estoy de acuerdo con su postura. -Explicó con una expresión seria.

-Entiendo Louis, pero no puedo dejar de pensar en que si esto que es temporal, termina, yo no tendré nada. -Dijo con notoria angustia. -Solo seré la ex concubina de un rey y nadie querrá a alguien así a su lado. -Sus ojos se inundaron mientras ella intentaba detener que salieran. El ojiazul le ofreció un pañuelo, mientras soltó un profundo suspiro.

-Creo que sabes bien que ese no será ningún problema, Zayn te ama. -Soltó sin más. La chica abrió los ojos con sorpresa, cambiando su triste semblante de hacía unos segundos.

-¿Zayn?, ¿de qué hablas, Louis?. -Desvió la mirada, sumamente nerviosa.

-Gigi. -Le miró con ojos burlones. -Eres mi amiga, pero Zayn es casi como mi hermano, si crees que tú puedes engañarme, él no, aunque lo intentara. -Le dio una sonrisa pícara. La rubia se ruborizó de inmediato, mirando a todos lados para verificar que nadie pudiera escucharlos.

-Yo... lo siento Louis, no era mi intención. -Bajó la mirada, avergonzada.

-¿Qué cosa? ¿enamorarte?. -Rió a lo bajo.

-Yo... no, traicionarte. -Continuó sin levantar la mirada. El soberano la miró, serio.

-Gigi. -Tomó su barbilla, levantando delicadamente su rostro. -Tú no me estás traicionando, yo soy tu amigo y tú eres la mujer que ama a mi hermano y es correspondida. -Le dio una dulce sonrisa, siendo correspondida en acto reflejo por la chica.

-Louis, eres un hombre maravilloso y admirable, Zayn y yo tenemos mucha suerte por tenerte en nuestras vidas. -Dijo, enternecida por las palabras de su amigo.

-Y yo tengo suerte de tenerlos a ustedes. -Dijo amablemente, reincorporandose en su lugar y cerrando su libro. -Ahora debo regresar al palacio, tengo muchos asuntos pendientes, es un gran atrevimiento de mi parte tomarme un momento para leer al aire libre con ustedes. -Concluyó, poniéndose de pie. -Nos vemos. -Se dio media vuelta para marcharse. Se detuvo un par de pasos y se dio nuevamente la vuelta. -Por cierto, mañana probablemente, Zayn venga a visitarme por algunos negocios. -Dijo, restandole importancia. -Quizá quieras probarte uno de esos vestidos que te envió esta mañana. -Dijo fingiendo seriedad. La rubia sonrió, divertida.

Llamas gemelas |l.s.| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora