La tormenta los mantenía cautivos en las faldas de la montaña, repasaban una y otra vez las estrategias ya establecidas, perfeccionando detalles, sin duda alguna el hecho de no poder avanzar era un arma de doble filo, si bien ellos podrían analizar con detenimiento el mapa del reino a infiltrarse, el enemigo conocía el terreno de pies a cabeza, sin mencionar que ya estaban acostumbrados a las inclemencias del clima. Era preciso que ellos también se encontraran fortaleciendo sus defensas, así como también era posible que utilizarán ese punto ciego para avanzar por el lado opuesto de dónde se habían establecido. Louis repasaba en su mente día y noche, el motivo por el cual estaba ahí, esperando que la madre naturaleza decidiera ponerse de su lado. Sus compañeros no tenían idea del martirio mental y emocional que atravesaba. Sentía un vacío en el pecho que provocaba dificultad para pensar con claridad, aunque sabía perfectamente cuál era el origen de ese sentimiento, aún no tenía una respuesta para tantas dudas que aún tenía sobre el desconocido vínculo entre él y su ahora esposo. En las cartas no mencionaba nada del tema de la casi intolerable soledad que le atormentaba a falta de la compañía de aquel joven de ojos esmeralda. Quizá no lo hacía porque en el fondo, tenía la certeza de que esas emociones no solo eran las propias, esa conexión entre ellos seguía tan fuerte a pesar de la distancia.
—Disculpe, su majestad. —El príncipe tocó el hombro del mayor, intentando sacarlo de su ensoñación.
—Sí, disculpa, ¿Decías?. —Forzó una amable sonrisa.
—¿Puedo hacerle una pregunta? Quizá sea algo personal, pero creo que deberíamos hablarlo. —Comentó con timidez.
—Claro, hemos pasado tantos días aquí que hablar de estrategias y todos esos temas ya se han vuelto algo tediosos, ¿No?. —Comentó entre una casi inaudible risa.
—Uhm, tiene razón. —Se aclaró la garganta ante los atentos ojos del mayor. —Ahora que lo pienso mejor, tal vez sí es demasiado personal, no debería... —Dijo, algo alterado.
—Tranquilo, está bien, puedes preguntar. —Animó al príncipe.
—Bien, de verdad espero no ser muy entrometido, aunque probablemente lo seré pero creo que si no lo expreso me volveré loco. —Dio un largo suspiró antes de continuar. —Mi hermano me habló un poco de la manera en la que usted piensa sobre los omegas y los alfas, y de lo que quisiera hablarle es específicamente sobre el lazo. —Dijo con timidez. El ojiazul le observó algo curioso, pensaba que quizá su madre no le habría hablado de ello, algunas personas aún no consideraban un tema tabú así que comprendía la situación en la que se encontraba el más joven.
—Bien, el lazo, de acuerdo a la historia este es un vínculo que une a un Omega y un alfa a través de una mordida, un nexo con una fuerza invisible que mantiene a la pareja unida a través de sus almas, incluso aunque no se encuentren en una cercanía física. —Explicó casi como si lo leyera directo de un libro. —O eso era así en la antigüedad, hoy en día no es más fuerte que firmar un papel de matrimonio, tan fácil de romperse que ni siquiera tiene sentido que siga existiendo, tengo la teoría de que a causa de la corrupción de algo que se suponía era tan puro, hoy en día nacen cada vez más betas. —Dijo, con un poco más de naturalidad.
—Sí, entiendo su pensar, ¿Realmente cree que el lazo es innecesario hoy en día?. —Preguntó, acercándose.
—Por supuesto, para mí, la mayoría de las ocasiones, no es más que una decisión egoísta por parte de algunos alfas, intentando marcar a sus omegas como si fuese ganado. —Dijo con notoria molestia. —Un alfa puede crear y romper el lazo con cuántos omegas deseé, pero un Omega que ya se ha unido a un alfa, difícilmente será tomado por otro como pareja. —Rió amargamente. —¿No te parece una completa injusticia?, como si un Alfa tuviese más valor que un Omega, jamás podré comprender a las personas que creen que eso es correcto. —Dijo, alejándose del menor. —Aunque claro, algunos alfas realizan esta unión para proteger a sus parejas, crear un lazo por el motivo correcto, lo hace aún más fuerte y puro, supongo que es de mucha ayuda en estos casos. —Concluyó.
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Llamas gemelas |l.s.| Omegaverse
RomanceHarry es un Omega que está comprometido desde antes de nacer, con el príncipe Louis, un Alfa que cree que el lazo es solo un contrato para mantener alianzas entre reinos.