23. Vida.

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Pasaron algunos meses desde aquella promesa de unión matrimonial del rey a aquel dulce príncipe. Estaba por cumplir 18 años, le era muy extraño que ya había pasado un año desde que comenzó su nueva vida en un reino ajeno al suyo, sin embargo, nunca antes se sintió como en ese lugar, en un verdadero hogar. Desde aquella maravillosa noche, se habían vuelto aún más unidos, cuidaban el uno del otro de manera más cercana pero siempre guardándose respeto.

Harry entrenaba cada día con Niall, había mejorado muchísimo con la espada y combate cuerpo a cuerpo. Incluso aprendió él mismo a controlar su forma de lobo durante un día completo, con supervision de Louis , claro, este no cabía en orgullo por su omega.

Por otro lado, Zayn se disculpó con Louis por su última discusión y le informó que se casaría con Gigi una vez que hablara con Liam, esto ya que respetaba a quien aún consideraba su mejor amigo y aunque ninguno de los dos jamás estuvo de acuerdo con el matrimonio político, no quería ningún malentendido.

Ante el ojo público, el reino de Dvantya era próspero y todo era felicidad entre los miembros de la realeza y sus habitantes. Pero internamente, lidiaban con la amenaza de los reinos enemigos, preparándose constantemente para mejorar las habilidades de su ejército y reclutando nuevos soldados, esperando lo peor. Sus reinos aliados les pasaban información de sus espías, en donde les confirmaban que tanto Dalharia como sus reinos aliados se preparaban para intervenir en aproximadamente un año o quizá en la mitad de eso.

A pesar de que el príncipe Harry era feliz en su nueva vida, aún así, extrañaba mucho a su familia, a su madre, sus hermanos e incluso a su terco padre. Louis lo sabía, por esto decidió prepararle un encuentro secreto con sus hermanos y su madre, comunicándose con estos mediante un infiltrado en Dalharia. Sabía perfectamente el riesgo de esta decisión, por esto se había preparado, solo estaban enterados del encuentro la guardia real, Zayn, el infiltrado que era miembro de la guardia y él, nadie más.

El ojiverde se encontraba tomando el té junto a la madre de Louis y Gigi, quien ya tenía un vientre algo abultado.

—¿Y si esperan a mi boda con Louis y hacemos una boda doble?. —Preguntó Harry, emocionado, ante una risita divertida de la rubia.

—No Harry, quiero estar casada con Zayn antes de que este bebé llegue. —Aseguró.

—Oh, entiendo, eres conservadora. —Dijo con una sonrisa amable.

—No es eso, solo quiero proteger a mi hijo, ya sabes cómo son las personas. —Dijo con un deje de tristeza. —No quiero que hablen de mi bebé. —Explicó.

—Tienes razón, las personas suelen ser muy crueles y hablan de moralidad como si ellos fuesen mejores. —Bebió de su té después de un suspiro.

—¿Te vas a casar, hijo?. —Preguntó la madre de Louis, a Harry.

—Así es Rachel, con el hombre más maravilloso que podrías conocer. —Admitió. El doctor les recomendó que no la contradijeran para no causarle mayor estrés al forzarse a recordar.

—Me da gusto cariño, tú lo mereces, siempre eres muy bueno conmigo y cuidas de mí. —Sonrió ampliamente.

—Eso es porque la quiero mucho. —Dijo con naturalidad.

—Yo estoy casada. —Contó con una cálida sonrisa.

—¿De verdad? ¿Y cómo es su esposo?. —Preguntó, recargando su mejilla en su barbilla, prestando mucha atención.

—Él me ama mucho, diaramente me lo recuerda, aunque tiene mucho que no viene a verme porque él es un rey y a veces tiene mucho trabajo. —Explicó.

—Mi prometido también es un rey, trabaja mucho, a veces voy a verlo y comemos juntos. —Comentó.

—Tal vez son amigos, mi esposo es amigo de otros reyes. —Indicó con curiosidad.

Llamas gemelas |l.s.| Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora