El Gran Día

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después de esa charla con mi compañero fui a mi casa y me dormir, por la mañana mi jefe me llamo, y me dijo protegiera a Héctor, me bañe, me vestí y salí, llegue a la casa de Héctor, iba todo bien, seis hombres cerca de el y dos hombres visitando cada edificio, los edificios fueron evacuados, eso me parecía algo innecesario, pero yo que puedo hacer, fue ordenes del jefe, todo iba bien, hasta que una bala mato a Héctor, obviamente fue con un francotirador, yo me cubrí, mato algunos de mis compañeros, por suerte mi compañero John no estaba aquí, estaba con el otro objetivo, vi a un amigo cerca mío.

-Hey Daniel, le puedes disparar a el y yo corro donde esta el.

-¡estas loco!, si lo hago me debes una ronda en el bar.

-claro, si no muero.

Daniel era uno de los mejores disparando, fácilmente hizo que el se cubrió, entre, grite los nombres de los oficiales que estaban aquí y luego hable por la radio, eso me preocupo, pregunte a Daniel si sabia donde estaba el asesinó y dijo que tal vez, en el decimo piso, ese hombre es el mejor policía de aquí, subí al decimo piso y me lo encontré, capa morada con rayas verdes y una mascara de demonio blanco.

-hola tu debes ser mi perseguidor -apunte con mi arma- tranquilo, primero invítame a cenar, bromeo, se que no me mataras.

-¿seguro de lo que dices?

-claro, te la hare fácil -coge un palo de metal- y aun así ganare- empezó a acercarse     

-detente o te disparo -no me hizo caso y se lanzo hacia mi y le dispare en el pecho cuatro veces, avise por la radio que lo mate, incluso le salía sangre, por si acaso le apunte a la cabeza, pero en realidad no estaba muerto, con el palo le pego a mi arma, y se levanto y me pego en el estomago, me tiro al suelo y me pego con la rodilla, y quede tirado en el suelo.

-te lo dije, iba a ganar, y ahora perdiste y morirás- me apunto en la cabeza con mi arma, pero Daniel llego y le disparo en el hombro, el asesino tiro mi arma y tiro una bomba de humo y se fue, Daniel me levanto.

-ve tras el Daniel, yo estaré bien -Daniel se fue tras el, talvez el lo logre. 

En Una Ciudad TranquilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora