Los besos de aquellos amantes comenzaron, ni bien tocaron el piso del edificios de departamentos donde vivía Xichen. Sin deseo de separarse solo para respirar cuando sus pulmones ardían por la falta de oxígeno se detenían, pero era por un minuto para volver a besar sus labios.
Apenas abrió la puerta de su departamento, los amantes entraron para seguir con ese deseo de tocarse, de besarse y sentir que son uno mismo.
La puerta se cerró y en la intimidad las prendas comenzaron a caer, una tras de la otra. El mayor colocó al menor en el sofá, donde besaba su cuello, su clavícula y sus ahora duros pezones.
─Eres... jodidamente sexy ─gruñó el mayor mientras recorría el cuerpo de su amante.
Quito aquella prenda que tenía sujetada su ya dura parte. Expuso la piel de su amante, su falo y su pequeño botón rosado. Era la imagen más exquisita.
Siguió besando los labios de su amante con desespero mientras lo acariciaba y lo llenaba de marcas, mientras el menor se movía debajo de él soltando pequeños gemidos que hacían sentir más y más deseos al mayor.
El mayor se detuvo, busco en un cajón un par de sobres de lubricantes y condones.
El menor se mordió al ver al sexy hombre parado sobre él con su falo en su mano, colocándose el condón y llenarlo de lubricante por encima de este.
Era grande, le dolería después, pero sus deseos eran demasiado para ahora decir no.
Xichen se acerco a su amante, tomo su cintura lo acomodo bajo de él, beso sus labios de nuevo, para tomar su pene y colocarlo en la entrada del menor.
─Dolerá un poco, solo...─empujo su glande en aquella entrada, soltando gemido en forma de gruñido ronco ─tan.. apretado
Pronunció mientras el menor se aferraba a la espalda del mayor, oh, esa espalda, que lo tenía loco, fuerte grande, puso uñas en aquel lienzo blanco y dejo marcas con sus uñas mientras intentaba acostumbrarse a la invasión en su cuerpo.
Las caderas del mayor comenzaron a moverse poco a poco, hasta llegar a ese punto, si ese punto especial que hizo que el menor gimiera de manera incontrolable, abrazando la cintura del mayor, quien besaba sus labios y su cuello, dejando marcas en este, se sentía orgulloso de que ese hermoso cuerpo solo le perteneciera a él.
Jamás lo dejaría y mucho menos lo lastimaría.
Lo amaba, lo amaba lo suficiente para saber que quería pasar la vida con él.
Beso sus labios, beso todo su rostro mientras su cadera se movía de manera constante haciendo sentirse en la cima. Su falo se rosaba con el vientre del mayor, ese vientre firme y duro, mientras dentro de él, el mayor golpeaba aquel lugar especial, haciéndole sentir con una carga eléctrica recorrer su cuerpo.
En un gemido ahogado por los labios del mayor, el menor se corrió entre sus cuerpos, haciendo que el mayor formara una sonrisa. Se levanto lo suficiente para tomar la cintura del menor y llegar lo mas profundo de él. Con movimientos fuertes y profundos que hacían que sus testículos golpearan ese hermoso y redondo trasero, no hizo falta mas que un par de estocadas para que él mayor se viniera en un gemido, como un gruñido profundo, dejo caer su cuerpo sobre el menor, intentando recuperar su aliento.
─Lo siento... dame unos minutos ─el menor paso suavemente la mano en la espalda del mayor ─Jiang Cheng
─¿Mnh?
─Te amo
─Y yo a ti.
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─¿¡Qué estas qué!? ─pronunció un sorprendido Jiang Cheng a su hermana
─¡No le grites animal! ─le pego en la cabeza Wei Ying a su hermano ─¿cuanto tiempo tienes?
La joven y valiente Yanli jugaba con la ropa holgada que traía mientras miraba hacia su pequeño abultado vientre.
─Cuatro meses ─dije con un poco de vergüenza
Wei Ying sostuvo la mano de la joven y sonrió con amabilidad, su hermano orgulloso le puso la mano en la cabeza.
─¿Sabes que es?─pregunto un Jiang Cheng molesto
─Niño, ─respondió
─Déjame ponerle el nombre ─sugirió Wei Ying
─¿Y por qué tú? ─preguntó molesto Jiang Cheng ─¿qué te hace tan especial?
─Todo, yo simplemente soy especial ─respondió un seguro Wei Ying ─anda hermana
─Bien, ¿Cuál es el nombre? ─contesto la resignada hermana, lo bueno es que su esposo, a quien llamaban pavo real sus hermanos y es que, aunque no tuviera una buena comunicación con sus cuñados, sabia que para Yanli, sus hermanos era lo mas importante.
─Jin Rulan-Ling ─pronunció seguro Wei Ying
─Jin Ling, me gusta ─indicó la futura madre
─¿Eres feliz hermana? ─se atrevió a preguntar Wei Ying
─Lo soy, soy muy feliz mas por tenerlos como hermanos ─respondió la chica con una hermosa sonrisa.
─El burro de ahí no cuenta como hermano hermana, cuanta como mascota ─le saca la lengua Wei Ying a Cheng
─Jódete Wei Ying ─respondió Jiang Cheng correntiando a su hermano mayor ante la sonrisa de su hermana.
Realmente esos dos jamás cambiarían.
Pero su futuro hijo tendría a los mejores y fuertes tíos del mundo.
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EL CASO DEL LOTO MORADO ✔︎
General FictionLA MAFIA TIENE 3 HEREDEROS QUE QUERRAN CAMBIAR EL FUTURO.