Capítulo Diez.

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Lan Wangji estaba dando giros en su oficina, tenía mucho que pensar "El caso del loto morado", era más complicado, desmantelar una clan de mafia, no era algo fácil, más cuando los sospechosos no cometían algún delito grave para llevarlos a la cárcel

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Lan Wangji estaba dando giros en su oficina, tenía mucho que pensar "El caso del loto morado", era más complicado, desmantelar una clan de mafia, no era algo fácil, más cuando los sospechosos no cometían algún delito grave para llevarlos a la cárcel.

Quería tener toda su atención a ello, pero no podía del todo, solo recordaba la sonrisa de aquel llamado Wei Ying, quien a pesar de ser el hijo de la amante de su padre y cargar con la responsabilidad de cuidar a su hermana, tenía tiempo de jugar con aquellos niños, con aquella sonrisa.

Se regañaba así mismo por pensar en aquel hombre, pero no podía, después de un rato coloco sus armas debajo de su largo saco y tomo su moto.

Viajo hasta llegar aquel mercado donde se encontró con Wei Ying, tenía la esperanza de verle, estacionó la moto, bajo y camino entonces como un deseo cumplido del cielo, ahí estaba él, jugando como si fuera un niño más.

No se movió solo lo observo como una hermosa flor que no quieres arrancar de aquel jardín.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por jalones de un pequeño niño colgado en su pierna.

—Señor policía, señor policía ¿hoy vino a jugar con nosotros? —dijo el pequeño con hermosos ojos

—¡A-Yuan!, deja al señor policía, ven —tomó el pequeño entre sus brazos, para mirar a Lan Zhan una cálida sonrisa en sus labios —Señor policía, no pensar verlo por aquí

—Pasaba por aqui —apenas pronunció

—Ya veo, A-Yuan escucha bien

—Mnh —Asintió el pequeño

—Dile a la tía que prepare una mesa en la tienda que llevaré un invitado a comer

—Si —dijo el niño corriendo.

—Ahora no puede rechazarme, comamos y hablemos, hoy es un lindo día.

Los dos caminaron por un momento, si decir nada, no había necesidad, aquel momento era algo especial, el aire jugaba con su cabello, mientra las hojas volaban, llegaron a la pequeña tienda, donde se sentaron en una mesa, ya todo estaba servido.

—La comida que hace la tía, es la mejor espero te guste —pronunció Wei Ying

—Mnh —Asintió

—¿Quieres un poco de alcohol?

—No es necesario —contestó WangJi

—De acuerdo te servire un poco de agua, como lo que gustas, yo pagaré.

Lan Zhan coloco en su cuenco de arroz, un poco de verduras, que baño con un poco de salsa, comio para darse cuenta que realmente todo era delicioso.

Wei Ying lo miraba con su siempre sonrisa, después de acabar los alimentos, Wei Ying se sentó cómodamente, mientras bebía un poco, su espada estaba a un lado de él.

—¿Que edad tienes? — cuestionó Wei Ying

—29

—Yo tengo 28, ¿tienes hermanos?

—Mnh —Asintió —Es mayor que yo

—¿Es policía?

—Si

Lan Zhan se dio cuenta que en interrogado era él  y no al revés pero sus pensamientos fueron interrumpidos con una pregunta que no espero.

—¿Que necesitas de mi clan?, ¿que quieres saber?, realmente aunque este feliz de verte, se que no has venido por mi, lo haces por que quieres saber algo, lo lamento señor Lan Zhan, yo no puedo decirle nada, jamás dejaré que nadie lastime a mi familia —se tomó el alcohol para luego soltar un suspiro

Las palabras de Wei Ying eran parte verdad, al menos si necesitaba investigar pero, no eran del todo ciertas, pues él había ido a ese lugar solo para verle, no tenía otra intención, cuando intento decir algo después de aquellas palabras que fueron clavadas en su corazón, fue interrumpido por la señora de la tienda.

—Segundo lider, segundo líder —pronunció algo asustada, la joven señora.

—Dígame tía, ¿qué es lo que pasa?

—Los del clan Wen están haciendo estragos en otras tiendas

—¿Como se atreven a venir al territorio Jiang?, gracias iré a resolver esto.

Wei Ying se levantó, tomo su espada y dejó el dinero de la comida, antes de salir miro a Lan Zhan.

—Gracias por aceptar comer conmigo, por favor no salgas si ven que hay un policía en el territorio de la líder, un conflicto que está apunto de explotar, detonaria antes, nos vemos —se despidió dándole una sonrisa.

Lan Zhan camino hasta su moto sin soltar la mirada en Wei Ying, habían 6 hombres rodeandolos con fierros y pistolas, la sonrisa sinica de Wei Ying sobre salia, realmente parecía que no tenía miedo.

Una pistola apunto el estómago de Wei Ying, un sudor frío recorrió su cuerpo, cada cabello en este parecía erizarse, sin darse cuenta ya tenía su mano dentro de su saco, para sacar su pistola.

¡Bam!, un disparo sonó, Lan Zhan miro como la mano que sostenía la pistola que apuntaba el estómago de Wei ying ahora sangraba, miró aún lado y ahí estaba el tercer líder del clan, Jiang Cheng camino hasta llegar a su lado, donde en voz sonora y fría pronunció.

—Un policía no debe estar en el territorio de los Jiang, ahora vete, este asunto no te concierna.

Jiang Cheng camino hasta llegar a los del clan Wen, el que tenía la mano herida ahora estaba en suelo siendo pateado por Jiang Cheng, Wei Ying había ya desenfundado, una lucha se produciría.

No sé quedó mucho tiempo, se colocó su casco y encendió su moto para luego marcharse, ahora sabía que Wei Ying estaba a salvo, por una razón que aún no entendía, se sentía celoso, quería rescatarlo pero se le olvido que aquel hombre no estaba ni solo, ni era débil, lo cual lo hacía más interesante.

En el la pelea Jiang Cheng sostiene el cabello de unos de Clan Wen.

—Ustedes están aquí como carnadas, su líder esperaba que nosotros los mataramos para que pudieran tener una excusa para atacar a nuestra líder, pero es una pena, yo nos los mataré pero les haré tanto daño que imploraran estar muertos, para que les quede claro que nadie se mete con mi familia —Piso la mano sangrante del hombre

—Jiang Cheng detente ya han sido heridos, no harán más alboroto

—¡Es por eso que ellos hacen lo que les plazca!, ¡por tu amabilidad y la de Yanli!

—¡No me grites!, ¡Yo no tengo la maldita culpa que tu novio te haya mandando al demonio!

—¡Pues hubiera dejado que te perforaran el estómago!

—¡Bien!

—¡Bien!

La escena se convirtió en algo cómico, y todo transcurría mientras aquellos hombres de Wen yacían heridos y tirados en el suelo.

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EL CASO DEL LOTO MORADO ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora