Capítulo Once.

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Jiang Cheng estaba a fuera del trabajo de Nie Huai Sang, aunque fuera el segundo heredero del clan Nie jamás siguió los mismos pasos, él era aledaño de lo que pasaba, se dedico a estudiar y a buscar un trabajo, algo que hizo que Jiang Cheng tuvier...

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Jiang Cheng estaba a fuera del trabajo de Nie Huai Sang, aunque fuera el segundo heredero del clan Nie jamás siguió los mismos pasos, él era aledaño de lo que pasaba, se dedico a estudiar y a buscar un trabajo, algo que hizo que Jiang Cheng tuviera más admiración a él, pues nunca dejó sus sueños a pesar de lo que su hermano era muy estricto, no sabía usar un arma, por eso siempre tenía personas cuidándolo, su hermano sabía lo débil que era y peligroso de ser parte del clan y al final no saber nada sobre ello.

Jiang Cheng sabia lo mucho que le gustaba estar a su lado, que le explicara de sus sueños y como se iban cumpliendo, quizá era más por sentir que él hacía lo que Jiang Cheng no podía, pero es que no tuviera la libertad es que simplemente no podía, tenía que cuidar a sus hermanos los cuales amaba más que a nada en el mundo, desde que su madre murió los tres se volvieron unidos, no importaba cuanto peleara con Wei Ying, nunca permitiría que alguien lo tocara y lo mismo que Wei Ying no importaba que tan desacuerdo estuvieran jamás dejaría que le tocaran un pelo a Jiang Cheng, ni hablar de YanLi, la cual se volvió una madre para ellos aunque era joven, siempre se comportó madura y por lo cual nunca tuvo un romance por ello, comenzó aquel sentimiento por el heredero del clan Jin.

Prendió un cigarro y se recargo en su carro mientras fumaba y veía el reloj esperando a la hora que saliera, quería hablar con él, aunque no sabía que decirle, no quería que lo odiara.

Mientras esperaba una moto se estacionó a un lado de su carro, volteo a ver y arrugó las cejas al saber de quién era esa moto.

Lan Xichen bajo, sacándose el casco y colocándolo sobre su moto, camino hasta Jiang Cheng

—No pensé verte por aquí, ¿estás esperando alguien? —Preguntó aunque sabía la respuesta

—Lo estoy

—¿A tu novio? —le costó digerir esas palabras no sabia cuando pasó, aunque fueron pocas veces aquel menor le hacía sentir un líquido amargo que pasaba por su garganta cuando lo imaginaba con otro.

—¿Te importa?

—Así es, me importa

—...

—¿No quieres ir a cenar?

—No —secamente

—¿Tan importante es esa persona?

Cuando Jiang Cheng iba a responder Nie, salió del lugar y pareciera que antes los ojos de Cheng, no había nadie más que era persona, Lan Xichen apreto las manos en un intento de calmar todo lo acumulado en su ser.

—A-Sang, ¿podemos hablar? —suplicó Jiang Cheng a Huai Sang.

—No, si me hermano me ve, tendré problemas, por favor vete —indicó.

—A-Sang, por favor, déjame explicarte

—No hay nada que explicar.

El menor de los hermanos Nie subió al auto que lo esperaba, Jiang Cheng golpeo su carro con enojo ante la mirada de Lan Xichen, que quizá se sentía feliz por verlo ser rechazado, pero al verle tan enojado por eso, lo hacía sentirse molesto.

—¿Quieres un trago?  —se atrevió a decir

—¡Bien! —el enojo y la sustracción hablo por él.

Jiang Cheng se subió a la moto del mayor, molesto y enojado, los dos avanzaron con el aire frío pegando en su rostro, algo que tranquilizó un poco al menor.

Llegaron a un bar donde los dos sentaron y pidieron una jarra de alcohol, Jiang Cheng más temprano que tarde se sirvió un vaso para tomárselo casi al instante, Lan Xichen solo lo miró.

—¿Te sientes mejor? —preguntó el mayor.

—No.

—Dejame te sirvo  —pronunció mientras le servía otro vaso de licor.

—Ya te dije que de mi no saldrá nada sobre mi familia o de mi clan — bebiendo de nuevo de su vaso

—Dijamos que hoy vengo como un amigo y no como un policía.

Era cierto, al principio Lan Xichen quería saber todo sobre el clan, si ellos ganaban el caso y desmentalaban el clan, podían ganar algo de dinero y un buen puesto, pero esta vez al verle, supo que no quería eso, solo quería consolar el corazón del menor.

—Bien

—¿Él era tu novio? —Que dolorosa pregunta

—Lo era, pero me merezco ser ignorado, lo lastime y mucho, soy de lo peor

—No se bien que haya pasado, pero de lo poco que se de ti, no creo que sea todo tu culpa

—Sea o no sea mi culpa al final, él me odia y eso duele.

Jiang Cheng bebió copa tras copa, sin parar hasta sus sentidos fueron confusos.

—Bien policía, ¿qué quieres saber de nosotros? —pronunció cansado y derrotado por el alcohol.

—¿Me lo dirás?

—Quizá

—Esta vez solo quiero saber, ¿cómo hacer para que tu me mires como lo miras a él? 

—Eso es difícil, cuando lo conocí, no pensé que en quererlo, era todo lo contrario a mi, débil, amable, y educado, mientras yo era un amargado, frustrado y nada amable, no teníamos nada en común, sin embargo él se acerco a mi, siempre me mostraba su sonrisa, eso hizo que yo pudiera conocer una parte de mi que no conocía.. —Mirando su vaso

—...

Lan Xichen se quedó en silencio, cada palabra lo hacía sentir un calor que subía por su garganta.

—Pero al final la cage, lo terminé sin dar explicaciones...

—Jiang Cheng estas muy ebrio, déjame llevarte

—No, déjame donde está mi carro no puedes saber dónde está el Clan Jiang

A pesar de estas ebrio aún así piensas en tu familia, si no fueras un mafioso serías un buen soldado o una persona de un buen cargoPensó

—Vamos.

Lan Xichen pago todo y se subieron a su moto donde Jiang Cheng se quedó dormido en su espalda, medito, no podía dejarlo que se subiera a su auto, podía tener un accidente, no podía llevarlo a su casa porqué ahí estaría su hermano, así que decido llevarlo a un hotel.

Al llegar lo cargo en su espalda pidió la llave y entró a la habitación donde no lo acostó.

Quito sus zapatos y lo miró.

—Eres hermoso, ¿por qué me siento así?, quiero que seas mío.

Desabrocho poco a poco su camisa besando su cuello y llegando a sus pequeños botones rosas donde paso su lengua, Jiang Cheng solto un gemido, se detuvo porqué sabia lo que estaba haciendo estaba mal, su gran erección en su pantalón lo hizo entrar al baño para descargar su hombría.

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EL CASO DEL LOTO MORADO ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora