Capitulo Veitiocho

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Todos murmuraron cuando Nie Huai Sang había ganado en la competencia de espadas, la sorpresa de los lideres de los clanes era demasiada, ahora tenían más miedo, no solo tenían a un enemigo en común, ahora eran dos

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Todos murmuraron cuando Nie Huai Sang había ganado en la competencia de espadas, la sorpresa de los lideres de los clanes era demasiada, ahora tenían más miedo, no solo tenían a un enemigo en común, ahora eran dos.

Jiang Cheng quien estaba herido por la costilla rota de su costado, salió de ahí para vomitar sangre, el dolor al moverse con una fuerza aplicada en la espada era demasiado.

Ahora venía el turno de las armas, algo que se le daba bien, sin embargo comenzaba a doler todo.

Sudor frío pasaba por su frente hasta caer al suelo, los clanes murmuraban.

Wei Ying al ver a su hermano herido buscaba la manera de tener un poco de más tiempo.

Faltaba una sola hora, al finalizar la hora se elegiría un nuevo líder como ganador, aunque apareciera la actual líder después de ese tiempo.

Jiang Cheng solo negó con la cabeza, el daría hasta su último aliento para defender a su clan.

Camino hasta su posición.

Pero entonces un ruido, murmurós se escucharon, fue cuando todos vieron llegar a Yanli.

Jiang Cheng se tambaleó, para ser tomado por Nie Huai Sang.

—Lo hiciste bien. —susurro mientras tomaba su cuerpo con amor y suavidad.

YanLi se levantó ante los clanes como la líder que es.

—No habrá mas competencia ya que la líder esta aquí, las ordenes y las reglas de los clanes cambiarán —dijo con firmeza

—¡Dejas tu lugar y ahora vienes a dar ordenes! —dijo uno del clan Wen

—¡Que descaro el tuyo! —dijo otro del clan Jin

Wei Ying apretaba su mano con el deseo de dispararle en la cabeza a esos que se atrevieron hablaré de esa manera a su hermana.

Su padre sólo observaba desde una distancia prudente.

—El clan Wen fue quien dio el primer golpe sobre nuestro clan al tomar tomarme como rehén.

Los del clan Wen comenzaron a murmurar y decir que aquello era una mentira.

—¿Cómo puedes asegurar que fuimos nosotros y no tú, huyendo de tu responsabilidad? —Preguntó Wen Xu

—¡Si!, ¿cómo? —Se altero el clan Wen

Wen Ying iba a decir algo, con el enojo que le causaba que le hablaran de esa manera a una de las personas que tanto ama.

—¡Por que yo estuve ahí! —interrumpió caminando hasta donde esta YanLi, Jin Zi Xuan

Jiang Cheng lo mira con recelo, Nie sostiene su cuerpo con fuerza.

—¿Hermano? — dice Jin Guan Yao —¿Ahora defiendes a nuestros enemigos?

—Aquí no hay ningún enemigo, la elección para ser el líder fueron claras hace un año, y todos estuvieron de acuerdo obedeciendo a las reglas que se impusieron hace muchos años atrás, ahora levantarnos los unos con los otros, es una estupidez, solo se derramará sangre innecesaria

EL CASO DEL LOTO MORADO ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora