Capitulo Cuarentaidos.

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Wei Ying

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Wei Ying. Part. 1.

Aún no entendía porque mi hermano seguía alejándome. Había pasado a ser casi un extraño en sus pensamientos, no podía leerlos como antes, simplemente se había envuelto en una barrera que nadie podía romper.

Después de ser mandado al demonio, camine a la salida cuando mi teléfono sonó. Al ver el nombre en la pantalla me hizo tan feliz.

─¡Lan Wangji! ─pronuncie con una sonrisa en la boca

─¿Podemos vernos? ─preguntó para luego dar un suspiro ─te extraño 

Mi corazón latía con aquellas pequeñas acciones de aquel frío hombre que vivió siendo un policía, varonil y único, lo amo tanto... ¡Demonios te amo demasiado!

─¿Me extrañas?.. oh señor oficial, usted realmente es muy posesivo ─bromee con la sonrisa más tonta que podría mostrar 

─¿Y si te encierro?, digo, tengo esposas que puedo usar ─pronunció con un sutil tono de burla

─No suena mal, me gusta la idea

─Entonces prepare tu castigo, y será más fuerte si no vienes ahora

Yo solo podía morderme el labio ante aquellas palabras, mi cuerpo vibraba y mi corazón latía erráticamente, pero me distrajo ver a WanYin caminar rápidamente fuera del clan.

─¡Hey! ─le grité, pero parecía que no me había escuchado

─¿Paso algo? ─preguntó Lan Zhan desde la otra línea 

─Solo vi a WanYin salir, ─pronuncie con el ceño fruncido ─desde el incidente no había salido, se encerraba en la sala de entrenamiento 

─Ven, hablemos, te escucharé

─Si, lo necesito, ahora iré

Con los pensamientos inundados por el rostro de mi hermano al salir de aquel lugar, tome mi moto para llegar hacia el departamento de Lan Zhan, quien me esperaba afuera, verlo fue lo único que me tranquilizó, él me sonrió levemente para saludarme, baje de la moto y me quite el casco para ir casi en una carrera a sus brazos, lo abracé sin importar que nos viera, yo solo quería sentir el consuelo de su abrazo.

─Te extrañe ─le dije con un puchero

─Y yo a ti, entremos ─me tomó de la mano y me llevó con él. 

Se había vuelto en alguien importante en mi vida, sabía cuando solo quedarse en silencio cuando yo necesitaba llorar y romperme, sabía que hacer para hacerme sonreír, era todo lo que necesitaba y aquellas confusiones estúpidas en mi corazón por mi pasado poco a poco desaparecieron por completo con sus interminables y dulces acciones.

Entramos al departamento para sentir el olor de su comida, también pude notar la botella de vino, cuando el ni siquiera bebe. Mi corazón se sintió más tranquilo al estar a su lado. 

EL CASO DEL LOTO MORADO ✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora