POV JENNIE
Las seis de la tarde. salón de mi casa.
Tengo a mis padres sentados delante de mí, la frente arrugada en un gesto de infelicidad. Por lo visto, el director Wertz ha llamado a mi madre porque no he ido a clase a tercera hora, ni he aparecido en las clases de cuarta, quinta, sexta y séptima hora.
Mi padre sigue vestido con el traje con el que ha ido a trabajar. Es el que habla, básicamente.
-¿Dónde estabas?-Estrictamente hablando, justo delante del instituto.
-¿Dónde delante del instituto?
-En el río.
-¿Qué demonios hacías en el río en horas de clase y en invierno?
Con su voz calmada y tranquila, interviene mi madre:
-James.-Sonó la alarma de incendio y salimos todos, y Lisa quería que viese una rara grulla asiática...
-¿Lisa?
-La chica con la que estoy haciendo el trabajo. Ya la conocéis.
-¿Cuánto te queda para terminar ese trabajo?
-Tenemos que visitar un lugar más y luego tendremos que montarlo todo.
-Jennie, estamos muy decepcionados -dice entonces mi madre.
Es como una puñalada en el estómago. Mis padres nunca han creído en castigarnos, ni en
quitarnos el teléfono o el ordenador, ni en ninguna de esas cosas que los padres de Nayeon le hacen cuando la sorprenden quebrantando las normas. Sino que hablan con nosotras y nos dicen que se sienten muy decepcionados.
Conmigo, quiero decir. Hablan conmigo.
-Esto no es propio de ti -continúa mi madre, meneando la cabeza.-No puedes utilizar la pérdida de tu hermana como excusa de tu mal comportamiento -añade
mi padre.
Deseo, aunque sea solo por esta vez, que me manden a mi habitación.-No estaba comportándome mal. Es solo que... ya no estoy con las animadoras. He dejado el
consejo estudiantil. Me harté de la orquesta. No tengo amigos ni novio, porque el resto del mundo no se ha detenido, ¿lo entendéis? -Estoy subiendo el volumen de la voz paulatinamente y no puedo evitarlo-. Todo el mundo continúa con su vida, y es posible que yo no pueda seguir ese ritmo. O a lo mejor es que no quiero. Destacaba en algo, y me resulta imposible seguir haciéndolo. Ni siquiera quiero hacer este trabajo, pero podría decirse que es la única cosa que tengo en marcha.Y entonces, porque sé que ellos no lo harán, me envío a mí misma a la habitación. Me voy cuando mi padre empieza a decir:
-En primer lugar, pequeña, destacas en muchas cosas, no solo en una...Cenamos casi en silencio, y después mi madre sube a mi habitación y examina el corcho que tengo colgado encima del escritorio.
-¿Qué ha pasado con HerSister?-Lo he dejado correr. No tenía sentido seguir manteniéndolo.
-Supongo que no -murmura, y cuando levanto la vista, veo que tiene los ojos rojos-. No
creo que me acostumbre nunca a esto -dice, y suspira. Nunca le había oído decir nada de este estilo. Su suspiro rebosa dolor y sentimiento de pérdida. Tose para aclararse la garganta y da unos golpecitos para señalar la nota que pone «Nueva revista online sin nombre»-. Háblame de esto.-A lo mejor creo otra revista. O a lo mejor no. Creo que mi cerebro escribió esto por inercia, por lo de HerSister.
-Te gustaba trabajar en eso.
-Sí, pero si empezara otra revista, me gustaría que fuese distinta. No solo tonterías, sino también pensamientos reales, escritura real, vida real.
Señala entonces «Literatura», «Amor», «Vida».
-¿Y esto?-No lo sé. Podrían ser categorías.
Coge una silla y se sienta a mi lado. Y entonces empieza a formular preguntas: ¿Sería la revista para chicas de mi edad o ya para mayores? ¿Me gustaría ser autora de todo el contenido o trabajaría con colaboradores? ¿Cuál sería el objetivo? Es decir, ¿por qué me gustaría poner en marcha otra revista? «Porque las personas de mi edad necesitan un lugar donde buscar consejos o ayuda o diversión o simplemente un lugar donde estar sin que nadie se preocupe por ellas. Un lugar sin límites, sin miedos, un lugar seguro, un lugar como su habitación.»No le he dado muchas vueltas al tema, de modo que respondo:
-No lo sé. -Y tal vez todo esto no sea más que una estupidez-. Si hago cualquier cosa, tendré que volver a empezar de cero, pero en este momento lo único que tengo son fragmentos de ideas. Pequeñas partes. -Muevo la mano en dirección al ordenador, luego hacia la pared-. El germen de una idea para esto, el germen de una idea para eso. Nada completo ni concreto.-«El crecimiento contiene el germen de la felicidad.» Pearl S. Buck. Tal vez un germen sea suficiente. Tal vez sea todo lo que necesitas. -Apoya la barbilla sobre la mano y hace un gesto de asentimiento en dirección a la pantalla del ordenador-. Podemos empezar partiendo de algo muy pequeño. Abre un documento nuevo o coge una hoja de papel en blanco. Será nuestro lienzo. Recuerda lo que Miguel Ángel dijo sobre que la escultura estaba en el interior de la piedra, que estaba allí desde un buen principio, y que su trabajo consistía en extraerla. Tus palabras también están ahí.
Durante las dos horas siguientes hacemos un ejercicio de tormenta de ideas y anotamos cosas, y al final tengo un esquema muy primitivo de una revista online y un esquema muy primitivo de contenidos que se ubicarían bajo las categorías de Literatura, Amor y Vida.
Son casi las diez cuando me da las buenas noches. Mi madre se queda en el umbral de la puerta y dice:
-¿Confías en esta chica, Jen?
Me vuelvo sin levantarme de la silla.
-¿En Lisa?-Sí.
-Creo que sí. En estos momentos, es básicamente la única amiga que tengo.
No sé muy bien si esto es bueno o es malo.Cuando se marcha, me acurruco en la cama con el ordenador en el regazo. Es imposible que yo sola pueda crear todo ese contenido. Anoto algunos nombres, entre ellos los de Chaeyoung ,Hyolyn y Rosé, con un interrogante a continuación.
Hago una búsqueda y está disponible.
www.germ magazine.com.
Cinco minutos más tarde, está comprado y registrado. Mi piedra.Entro en Facebook y le envío un mensaje a Lisa: «Espero que estés bien. Antes he ido a verte, pero no estabas. Mis padres se han enterado de que me he saltado las clases y no están nada contentos. Creo que esto podría significar el final de nuestras excursiones».
Tengo la luz apagada y los ojos cerrados cuando por primera vez caigo en la cuenta de que no he tachado con una cruz el día del calendario. Me levanto, mis pies impactan contra el suelo frío, y me acerco a la puerta del armario. Cojo el rotulador negro que siempre dejo cerca, le saco el tapón, lo levanto... y la mano me queda paralizada. Miro todos los días que faltan hasta la graduación y la libertad y noto una extraña opresión en el pecho. No es más que un conjunto de días, menos de un año, y después quién sabe adónde iré y qué haré.
Tapo el rotulador, cojo el calendario por una esquina y lo arranco. Lo doblo y lo meto en el fondo del armario, después tiro el rotulador. Salgo de mi habitación al pasillo.
Abro la puerta del cuarto de Jisoo y entro. Las paredes están pintadas de color amarillo y cubiertas de fotografías de Jisoo con sus amigos de Indiana, de Jisoo con sus amigos de California. Por encima de la cama ondea una bandera del estado de California. Sus cachivaches de clase de pintura están amontonados en un rincón. Mis padres han estado trabajando aquí, organizando poco a poco sus cosas.
Dejo las gafas en el tocador.
-Gracias por el préstamo -digo-. Pero me provocan dolor de cabeza. Y son feas.
Casi la oigo reír.
ESTÁS LEYENDO
𝐢'𝐦 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐥𝐞𝐚𝐯𝐢𝐧𝐠 (jenlisa)
FanfictionEl mundo nos rompe a todos, mas después, algunos se vuelven fuertes en los lugares rotos. -ERNEST HEMINGWAY