𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐚𝐫𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐦𝐨𝐯𝐞𝐝𝐢𝐳𝐚𝐬

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POV LISA

Por la noche entro en mi vestidor, que es cálido y acogedor, como una cueva. Empujo hacia un rincón toda la ropa de las perchas y extiendo la colcha de la cama en el suelo. Deposito en el suelo, a mis pies, la jarra con el agua milagrosa de Mudlavia y apoyo en la pared una fotografía de Jennie - una que le hice en el Blue Flash- junto con la matrícula que me llevé del lugar del accidente.

Luego apago la luz. Acomodo el ordenador portátil sobre mis rodillas y me llevo un cigarrillo a la boca, apagado, porque de lo contrario el ambiente estaría muy cargado.

Estoy en el campamento de supervivencia de Lisa. No es la primera vez que lo utilizo y conozco el proceso como la palma de mi enorme mano. Me quedaré aquí todo el tiempo que necesite, sea el que sea.

«Dicen los destructores de mitos que es imposible hundirse en las arenas movedizas, pero que se lo cuenten a la joven madre que fue a Antigua para asistir a la boda de su padre (con su esposa número dos) y fue tragada por la playa mientras contemplaba la puesta de sol. O a los adolescentes que fueron engullidos por completo en una fosa artificial de arenas movedizas en unos terrenos propiedad de un hombre de negocios de Illinois.»

Por lo visto, para sobrevivir a las arenas movedizas tienes que mantenerte completamente inmóvil. Es el pánico lo que acaba tirando de ti y hundiéndote. De modo que, tal vez, si me mantengo inmóvil y sigo los «Ocho pasos para sobrevivir a las arenas movedizas», consiga superarlo.
1) Evitar las arenas movedizas. Bueno. Demasiado tarde. Continúo.

2) Siempre que te adentres en un territorio con arenas movedizas, lleva contigo un palo. Dice la teoría que el palo te servirá para ir comprobando con antelación el terreno donde pisas e incluso para sacarte de allí si ves que te hundes. El problema de esta teoría es que, muchas veces, no sabes que te has adentrado en un territorio con arenas movedizas hasta que ya es demasiado tarde. Pero me gusta el concepto de la preparación. Supongo que me he saltado este paso y he ido directamente a:

3) Si te encuentras en un terreno de arenas movedizas, despréndete de todo. Si vas cargado con un peso grande, las posibilidades de hundirte con rapidez aumentarán. Tienes que descalzarte y desprenderte de todo lo que lleves encima. Siempre es mejor hacerlo si sabes con antelación que vas a encontrarte en este terreno (véase número dos), de modo que, de hecho, si vas a adentrarte en cualquier lado donde existe la posibilidad de que encuentres arenas movedizas, hazlo desnudo. Mi retirada al ropero forma parte del ejercicio de desprenderme de todo.

4) Relájate. Esto tiene que ver con el antiguo dicho de: «Mantente completamente inmóvil y así no te hundirás». Hecho adicional: si te relajas, la flotabilidad del cuerpo te mantendrá en la superficie. Es decir, es momento de mantener la calma y dejar que el efecto gravitacional de Júpiter-Plutón surta efecto.

5) Respira hondo. Esto va de la mano del número cuatro. El truco, por lo visto, consiste en llenar al máximo de aire los pulmones; cuanto más respires, más flotas.

6) Túmbate de espaldas. Si empiezas a hundirte, déjate caer y extiende el cuerpo todo lo posible mientras intentas liberar las piernas. En cuanto te hayas despegado del fondo, podrás avanzar centímetro a centímetro hacia la seguridad de tierra firme.

7) Tómate tu tiempo. Los movimientos bruscos no hacen más que perjudicar la causa; por lo tanto, muévete muy lentamente y con cuidado hasta quedar libre.

8) Descansa muy a menudo. Salir de las arenas movedizas puede llevar mucho tiempo. Por lo tanto, descansa siempre que notes que te quedas sin aire o que tu cuerpo empieza a cansarse. Mantén la cabeza elevada durante los descansos.

𝐢'𝐦 𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐥𝐞𝐚𝐯𝐢𝐧𝐠 (jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora