En la casa se oían nuevamente aquellas risas que Lauren tanto extrañó. Sus hijos bromeaban entre ellos y lanzaban comentarios burlescos para meterse con el otro, sus parejas seguían los juegos y Lauren deseó que aquello jamás se terminara.
___ Y cuando estuvo en la habitación contigua a la mía la oí gritar mi nombre mientras se tocaba. Y bien, yo sabía que me deseaba pero no hasta ese punto ___ concluyó Leonard mientras reía. Amy se sonrojó por haber sido expuesta frente a su suegra y golpeó ligeramente el hombro de su esposo.
___ Eres un idiota Leo.
Todos rieron mientras comían. Lauren sonrió de manera amable y Amy le correspondió la sonrisa con la misma amabilidad.
___ ¡No sabía eso de ti cuñadita! ___ soltó Dylan burlesco.
___ Déjame decirte que Ashley me contó un par de cosas bastante interesante sobre ustedes y el... ¿parque de diversiones? Ya sabes, la pasión que te ataca en la montaña rusa ___ escupió con una sonrisa que dió a entender perfectamente de lo que hablaba. Nora se puso ambas manos en la boca para no reírse a carcajadas.
___ ¡Que asco! Por favor Amy, no sigas por ahí o me temo que voy a vomitar imaginando las cosas que hace mi hermano en esa atracción del diablo.
Leonard levantó una ceja confuso, esperando la explicación por parte de su esposa.
Amy sonrió en su dirección.
___ Tiene la costumbre de tocar demás mientras el carrito va de subida ___ zanjó bebiendo el líquido de su vaso. Dylan se sonrojó y todos rieron.
___ ¡Amy! ¡Se supone que era un secreto!
Ella sacó su lengua de forma infantil.
___ No me importa, nadie te mandó a burlarte de mí.
Camila bajó las escaleras y se presentó en el comedor con ropa casual. Pantalón rasgado color azul claro y una camisa blanca sencilla manga corta, sonriendo ante la mención de las prácticas dudosas de Dylan. Nora no le quitó los ojos de encima cuando notó su presencia y Camila le miró de vuelta, sin saber que decir o como actuar luego de su pelea la noche anterior.
___ Siéntate aquí cariño, ¿quieres tostadas con mermelada o mantequilla? ___ parecía arrepentida de como actuó con ella. Camila asintió, perdonando su falta en silencio y tomo asiento a su lado.
___ Mermelada.
Nora no tardó en tomar cuatro tostadas y llenarlas de lo pedido. Las colocó en un plato y se lo entregó, sirviéndole también un poco de jugo y una taza de café a un lado del mismo.
___ Perdóname por haber reaccionado tan mal ___ susurró en su oído para que solo ella pudiera escucharla mientras que los demás retomaron la conversación.
Lauren había dejado de oír lo que sus hijos y sus parejas hablaban para prestarle especial atención a cada movimiento que hacía Camila. La mayor notó inmediatamente que aquella morena realmente odiaba el café, podía verla hacer caras de asco con cada sorbo que bebía.
___ ¿Quieres que le coloque leche al café? ___ habló antes de siquiera sentarse a pensarlo. Camila abrió los ojos como platos al oírla y Nora observó a su madre con curiosidad.
___ No es necesario mamá, a Camila y a mí nos gusta el café así ___ hizo un gesto de obviedad mientras veía a su esposa con una sonrisa amable ___ Igual que a ti y mis hermanos.
Los tres la miraron con rapidez y alzaron sus tazas como si fuesen copas de vino.
___ ¡Bien negro, cargado y sin azúcar! Así se disfruta un buen café ___ hablaron al unísono con una sonrisa pegada al rostro.
Lauren no río a pesar de adorar aquellas palabras. En cambio, miraba a Camila esperando por una respuesta y si estaba en lo correcto, intuía que ella diría que no para no hacer sentir mal a su hija.
___ Ah, no, verás yo...
Lauren agarro su café sin importarle que todos la viesen extrañados y caminó hasta la cocina nuevamente. Volvió a hervir el líquido y le coloco un poco de leche, también algo de azúcar. Regresó una vez que estuvo lista y volvió a colocar la taza frente a Camila sin decir nada.
La morena sonrió tímidamente al verlo. Era exactamente como a ella realmente le gustaba.
___ Mamá a Camila no le gusta...
___ Si me gusta ___ susurró en lo bajo. Nora abrió la boca y por poco la misma cae al suelo. Lauren en cambio, sonrió grandemente por haberlo notado mucho antes que ella.
Se detuvo. ¿Lo noto antes que ella? ¿Y por qué?
___ Perdón. ¿Qué? ___ fueron las palabras que logró sacar de su boca, ya que las demás seguían atoradas en su garganta.
Camila sintió las miradas de todos en ella, menos la de Lauren, la que tanto deseaba ver para al menos calmarse. Lauren la tenía perdida, escarbando y casi sintió explotar su cerebro tratando de buscar alguna respuesta lógica a su actitud hacia la esposa de su hija.
___ Yo... ___ suspiró largamente, tantos años ocultando aquello acabó por consumirla ___ Nunca me gustó el café de se modo. Verás, el día que nos conocimos lo hicimos en aquella cafetería, tú estabas hermosa haciendo fila para ese café tan horrible y yo había caído perdida en ti.
Empezó.
___ No supe como acercarme aunque eso era lo que quería a toda costa. Fue así como pensé que estar a menudo en ese lugar y pidiendo lo mismo que pedías tú, conseguiría hablarte. Eso fue lo que pasó y simplemente olvidé decirte que realmente odio un americano ___ concluyó. Dylan fue el primero en reírse, le siguió Leonard y todos los demás.
___ ¿Tienes dos años casada con mi hermana, y no se te ocurrió algún hueco para decirle que odias el café que siempre prepara todas las mañanas, tardes y noches? ¡Dios Camila! Eres mi maldito héroe ___ río con fuerza, cayendo de la silla en cuestión de segundos.
Nora no río, ella solo la miraba fijamente y Camila entendió que más tarde que nunca tendrían otra pelea.
___ Fue excelente, Dios ___ susurró Leonard con diversión ___ Pero mamá, ¿como lo notaste tú? Llevamos conociendo a Camila hace años y jamás nos dimos cuenta de eso.
___ Miré el desagrado con el cual bebía el café y sume dos más dos. Fue sencillo ___ no le dió importancia al asunto. Dylan sonrió levantándose del suelo.
___ Pues, muy fácil para ti, una total desconocida para ella y muy difícil para su esposa... ___ observó con burla a su hermana que lo miraba con odio ___ Mujer que la conoce desde hace años.
Lauren tragó pesado.
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Eterno pecado
General FictionEra feliz con mi esposo, y cuatro hermosos hijos. Una mujer felizmente casada y llena de días maravillosos. Fuí amada por quién creía que era el amor de mi vida y admirada por mis seres queridos. ¿Ahora? Había dejado mi felicidad a un lado cuando el...