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La luna brillaba, alumbrando la ciudad de manera majestuosa. Camila sonrió con nostalgia al mirarla, las estrellas le hacían compañía, convirtiendo una noche fría y oscura, en una mágica y repleta de luz.

El viento golpeaba con delicadeza su rostro, susurrando en silencio, algún mensaje que ella ni nadie entendía. Las lágrimas recorrieron su rostro, los recuerdos oscurecieron su ser y esas ganas bizarras de volar para nunca más tocar el suelo fueron en aumento.

Sus brazos ejercieron la fuerza necesaria para poder subirse sobre el marco, y sentarse en el mismo. Ella siempre temió a las alturas, pero esa noche aquél latente miedo se había evaporado. Observó una vez más la luna, contándole entre susurros todos sus males.

Le dolió recordar el nombre de Nora y su cuerpo simplemente comenzó a ceder ante sus deseos. Se inclinó, despidiéndose de todo y todos, tratando de llevar consigo únicamente el nombre de Lauren... hasta dejarse caer directamente al averno.

Los segundos pasaban y Camila no sintió el atronador momento donde su alma cruzaba hacia el más allá, llevándola al lugar donde seguramente pertenecía... el infierno. En cambio, notó que su brazo dolía y como su cuerpo estaba flotando.

Abrió los ojos, sintió algunas gotas en su semi desnuda espalda y movió sus ojos hacia esa dirección. Arriba de ella se hallaba Lauren, sollozando en silencio y negando una y otra vez.

___ Por favor... no me dejes Camila ___ susurró apretando duramente su mano ___ Te amo.

El corazón latió, sus sentidos se agudizaron y las lágrimas no tardaron en caer. Ella estaba allí, suplicando entre lágrimas que no se dejara vencer, que siempre estaría a su lado, amándola para toda la eternidad... justamente como lo acabó de confesar.

___ También te amo...

Alzó su mano libre, tomando la que Lauren le ofrecía y con su ayuda regresó nuevamente a su habitación. Dentro estaban todos, sus amigos, sus allegados... sus seres queridos. Cada una se veía asustado, para segundos después pasar al alivio y luego correr con rapidez hasta donde se encontraba.

El abrazo grupal que recibió fue inmenso, fuerte, pero totalmente amoroso. Oyó cómo lloraban, cómo decían su nombre y también lo mucho que lo lamentaban. Entre aquél enredo de palabras pudo entender a la perfección que ellos la querían, y que no volviera a intentar quitarse la vida o morirían.

___ Perdóname ___ escuchó a Amy, también a Ashley junto a todos los demás. Hablaban al mismo tiempo y lloraban casi en sincronía.

___ Chicos...

___ Lo siento tanto Camila.

___ No repitas ésto por favor.

___ Si no llegamos tú... Dios.

Camila sonrió. Primero fue leve, pero poco a poco su sonrisa había ido creciendo. Observó cómo se empezaron a culpar unos a otros, diciéndose que la habían descuidado y los pésimos amigos que eran por haberla dejado sola.

Ninguno le reclamó por lo que intentó y por poco lograba. Lauren susurraba en su oído cuánto la amaba, sujetando con fuerza su mano y evitando que la soltara mientras que los demás estaban muy ocupados discutiendo quién de todos tenía la culpa de lo ocurrido.

___ ¡Camila! Soy la peor amiga del mundo ___ Ashley tomó el mando de la pelea, logrando que finalmente hicieran silencio. Corrió a abrazarla y al alejarse los demás se acercaron.

___ Ni siquiera puedo preguntarte qué te hizo esa loca, porque de tan solo mirar lo que estuviste a punto de hacer tuve suficiente. Debemos encontrar a Nora y asegurarnos que nunca salga de una asquerosa celda.

La morena perdió su sonrisa.

___ Por favor, ¿podemos hablar de cualquier cosa a excepción de Nora?

Aaron se acercó con lentitud a ella.

___ Te juramos que nunca se volverá a hablar de ella, Camila.

___ Gracias Aaron, a todos. Yo pensé qué... estaba sola, pero me equivoqué, ¿cómo fue que dieron conmigo?

Lauren suspiró largamente.

___ Fue difícil y al parecer siempre estuvieron llamándome, pero estaba tan preocupada por ti que no me fijé en el número del hospital que constantemente me llamaba ___ mordió su labio inferior, evitando volver a llorar ___ Perdóname, de haber respondido tú nunca...

Camila colocó su dedo índice sobre sus labios.

___ No es necesario que lo digas, lo hecho hecho está y gracias a ti... ___ el dedo fue sustituido por sus propios labios, dándole un corto pero necesitado beso ___ Sigo estando aquí.

___ Tu enfermero nos dijo que debíamos correr y creo que todos nos tomamos esa advertencia muy en serio ___ soltó Dylan de repente ___ Menos mal que así lo hicimos ___ él también estaba llorando en silencio.

Camila sonrió.

___ Ese imbécil... ___ susurró para sí misma ___ Debo agradecérselo.

___ Es una buena persona.

___ Lo es.

Lauren pegó su cuerpo al suyo.

___ ¿Cuándo te darán de alta?

___ Mañana... Lauren yo...

___ Lo hecho hecho está ___ repitió sus palabras ___ Lo importante es que sigues aquí mi amor. Te amo.

Se besaron con delicadeza una vez más.

___ También te amo.

La puerta fue tocada y su amigo la abrió con cuidado. Miró a Camila, aún viva, y un gran alivio había entrado en su cuerpo.

___ Dios, pensé que no llegaban.

___ Si llegué, yo siempre llegaré a ella ___ Lauren la miró fijamente, con una enorme sonrisa en su rostro.

___ Eso me parece increíble señores, pero Camila debe descansar y la hora de visitas expiró hace un par de horas ya ___ todos dentro de la habitación rieron.

___ ¿Estarás bien una noche más aquí? ___ la mayor seguía gravemente preocupada aunque lo supiera ocultar muy bien. Camila asintió con efusividad.

___ Nunca estuve mejor.

___ ¡Excelente! Es hora de irnos, ¿no? ___ Ashley observó al enfermero, éste asintió con una sonrisa en su rostro.

___ Estaremos aquí a primera hora por ti. Duerme bien, ¿si?

Lauren besó nuevamente sus labios, sin querer alejarse de ella, pero sabiendo que tenía que hacerlo. Camila correspondió su beso y los observó alejarse, una vez la mayor dejó libre sus labios.

Sonrió.

___ Te equivocaste Nora, porque yo no estoy sola, tú si.

Eterno pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora