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Camila cerró la puerta del auto y suspiró largamente. Tenía que hacer ésto, tenía que hacerlo por Lauren. Nora había llamado, quería hablar con ella y tratar de resolver todos sus problemas matrimoniales. Camila no planeaba volver con ella, la morena quería terminarlo todo y regresar a los brazos de su amante.

Leonard no volvió a contactarse con nadie, Amy regresó a su país natal y pidió el divorcio. Dylan se hallaba en un hotel, gestionando su pasaje de avión y tratando de comunicarse con Ashley. Todo era un caos luego de aquél enfrentamiento, uno donde todos pelearon contra todos.

Christian y Aaron trataron de buscar a Nora por su cuenta, ambos fallando miserablemente en el intento. Los dos habían sido los únicos que volvieron a la casa de Lauren, compartiendo lágrimas con ella y ambos prestando todo el apoyo que pudieran.

Camila estaba allí, en la recepción de un hotel, esperando por la que prontamente sería su ex esposa. La mujer que trabajaba en la recepción le entregó una llave, avisándole que quién alquiló la habitación por una semana completa no se hallaba en ese lugar, pero de igual modo había dejado dicho que Camila recibiera una llave.

La morena aceptó y subió hasta el ascensor. Llegó al penúltimo piso y salió del mismo, caminó por el lujoso pasillo hasta encontrar la habitación deseada y abrió la puerta usando su llave. Todo estaba oscuro y en silencio, pero a ella no le importó.

Encendió todas las luces, pidió servicio a la habitación y llamó a Lauren para avisarle dónde se encontraba.

___ Hola amor.

___ ¿Estás segura que quieres hablar con ella y pedirle el divorcio tan pronto, Camila?

___ Hola Camila, te estoy extrañando mucho, ¿a qué hora vuelves? Muero por verte... ___ bromeó la menor, sacándole una sonrisa genuina a Lauren.

___ Eres imposible... ___ ella suspiró sonriente ___ ¿Preparo cena?

___ ¿Christian y Aaron siguen allí?

___ Camila...

___ Bien bien, disculpa ___ río divertida ___ Estaré allí en cuanto acabe aquí, ¿bien?

___ Bien, cuídate cariño.

___ También tú, corazón.

Colgó.

___ Vaya, ¿entonces ya están llamándose por motes de parejas?

Camila se giró asustada, topandose cara a cara con su esposa. Nora se veía demacrada, tenía ojeras, la piel algo reseca y parecía haber bajado un poco de peso. Su ropa se veía vieja y algo sucia, el cabello opaco y su mirada estaba vacía.

___ ¿Nora? Por Dios, mira en que estado estás... ___ se acercó a ella con lentitud, la preocupación estaba casi tatuada en su frente.

___ ¿Ésto? No es nada, se llama depresión y ocurre cuando lo pierdes todo ___ susurró en lo bajo.

___ Nora yo... lo siento tanto. Déjame ayudarte, ven a la casa y date un baño, come bien y descansa un poco, por favor. Hazlo por mí.

___ ¿Por ti? ¿Qué otra cosa haré por ti Camila? Dejé todo por ti, me cambié de carrera para estar contigo, te ayude a abrir tu estúpido estudio de tatuajes con mi dinero y básicamente te entregué todo lo que soy para hacerte feliz.

Camila se hundió al escucharla.

___ Te di todo de mí, ¿y como lo pagas? Mintiendo, engañando y poniéndome los malditos cuernos con mi propia madre ___ cayó al suelo, temblando fuertemente sin poder evitarlo. Camila corrió hasta ella, tratando de ayudarle, sin notar la macabra sonrisa que de un momento a otro cubrió sus labios.

___ ¡Nora! ¿Estás bien?

___ Lo estaré cuando ella pague por todo lo que me ha hecho.

___ ¿De qué estás hablando, Nora? Lauren no te ha hecho nada, ya te lo dije, la culpa es mía y de nadie más.

Su esposa negó.

___ No, la culpa es de ella, siempre es de ella y yo la haré pagar.

Camila se levantó, alejándose de ella y dirigiéndose hacia la puerta mientras negaba. Cuando estuvo a nada de abrir y huir de allí, su vista se volvió borrosa. Se detuvo con brusquedad, parpadeó tantas veces como le fue posible, pero se comenzó a sentir mareada.

___ Por mucho tiempo me pregunte qué podía hacer para destruirla, ¿sabes amor? Cuando era joven lo pensaba mucho. Veía como papá comenzó a desvivirse por ella, muriendo cruelmente en el intento. Luego Leonard tomó su lugar y lo dió todo por mi madre, pero él no pudo lograrlo, Leonard no era papá. Entonces Aaron decidió intentarlo, pero él también falló y yo me animé a llevarlo lejos para tratar de destruirla por haberme quitado todo... por siempre ser tan malditamente perfecta.

Camila negó, sintiendo su cuerpo pesado, su visión aún más borrosa y cayó estrepitosamente al suelo. Nora se acercó a ella, acarició dulcemente su piel y sonrió como una completa psicópata.

___ Dylan también lo intentó, fue quién más duró después de Leonard. Él me llamó y yo me hice cargo de sembrar la duda en su mente, diciéndole que ella debía tener espacio y que él no podía dejar que mamá lo consumiera. Dylan también cayó y la dejó, entonces yo había ganado.

___ Estás... estás loca.

___ Pero tú... Mi amor, tú lograste algo que ninguno pudo, ni siquiera el imbécil de Lukas ___ río divertida ___ Aunque él sí que era bueno en la cama. A ese idiota también me costó alejarlo, pero como todos, él tampoco quiso conformarse conmigo ___ el odio se apoderó de su voz.

___ Pero tú, tú llegaste y ella cambió. Yo tarde en darme cuenta y ese fue mi peor error, estabas tan bien conmigo Camila. ¿Por qué? ¿Por qué tenías que ser igual que todos? ¿Por qué no pudiste conformarte conmigo? ¡¿ES QUE ACASO NO SOY SUFICIENTE?!

Golpeó duramente su rostro, Camila se quejó. Nora quitó toda su ropa, besó cada parte de su piel y se desnudó rápidamente así misma. Levantó con delicadeza el cuerpo de la morena y la llevó directamente a la cama, empujando a una delgada Camila dulcemente a la misma.

___ Finalmente sé cómo voy a destruirla, y no solamente a ella, sino que también a ti... no quise hacerte daño mi amor, pero nunca olvides que fuiste tú quién así lo quiso.

Camila sintió como las lágrimas caían de sus ojos, no podía moverse, no podía gritar y aunque lo intentara, ella no lograría detenerla. Nora sacó un dildo de gran tamaño de algún lugar que Camila no pudo vislumbrar, mostrándole el objeto y riéndose de la expresión llena de horror de su esposa.

___ Recuerdo que una vez me dijiste lo mucho que los odiabas, esa misma vez que confesaste tu inexistente experiencia con los hombres ___ susurró bajando el dildo hasta su vagina.

___ No... no lo hagas Nora.

Apenas se pudieron oír sus palabras. Nora la ignoró, posicionó el dildo en su intimidad, sin lubricarla siquiera y penetró con todo el odio que en ese momento la dominaba. Camila gritó e inmediatamente algo se quebró en ella.

Esa noche Lauren recibió una imagen de su hija Nora junto a un pequeño mensaje debajo. En la fotografía salía Camila desnuda, dormida, y ella estaba sonriente tomándose aquella foto.

Ya me dieron mi regalo de consolación. Ahora sí, puede ser toda tuya, madre.

10:54PM

Eterno pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora