Ignorarlo toda la semana me costó más de lo que llegue a imaginar, al principio Erick trato de buscar la manera de que habláramos, pero lo rechace de tantas formas que desistió desde el jueves. —Estúpido Johnson cada cosa que hace me gusta—.
—Estúpido Johnson —refunfuño abriendo la portátil.
—¿Maggie, con quien hablas?
Entorno los ojos a la puerta y mi madre sonríe al verme hablar sola.
—Buenos días mamá, con nadie, creo que me he vuelto loca.
—Eso ni dudarlo cariño. —bromea— arréglate rápido por favor, debemos ir con Robín. Hoy es la cena con los socios de tu padre.
—Lo había olvidado por completo; pero en diez minutos estoy lista.
Ella sale del dormitorio y cierra la puerta. Enciendo la portátil y busco la lista del reproductor, presiono aleatoria y kaleo comienza a tocar way down we go, siempre es bueno comenzar el día con algo de música para relajarse.
—Buenos días, papá —lo saludo dulcemente acercándome a él que está en la mesa de la cocina.
—Buenos días, mi amor ¿Cómo has dormido?
—¿Bien y tú?
—Muy bien, hoy será un gran día cariño, ya lo veras —me dice con una gran sonrisa.
—Tienes mucho entusiasmo por esa dichosa cena —lo veo escrutadoramente, parece que ha planificado por mucho tiempo esta reunión.
—Si, la verdad si Maggie, esta noche te darás cuenta del porque mi ánimo.
—Ya me está dando curiosidad ––le guiño un ojo.
Intento sacar a Erick de mi cabeza, pero me es difícil no imaginar sus ojos. Niego con la cabeza y me sirvo café, él no arruinara mi fin de semana, ya tuve suficientes días dramáticos, me toca divertirme y distraerme un poco.
—Que se joda. —susurro.
—¿Sucede algo cariño? —pregunta tomando asiento.
—No mamá, todo está bien.
Mientras tomamos el desayuno en la cocina, hablamos de todo un poco. Mi padre llena su vaso con zumo de naranja, mi madre leche de almendras y yo la segunda taza de café. Muerdo la tostada con mermelada y veo como se sonríen mutuamente. Esas miradas las conozco van a comenzar hablar sobre mis decisiones. —Mierda—.
—¿Maggie, de verdad quieres irte sola a Francia un tiempo?
—Si papá, después de la graduación quiero irme una temporada, creo que salir del caos de la ciudad me hará bien.
—Yo te apoyo hija, alejarte de todo, y de todos te hará bien. —interviene mi madre, haciendo énfasis es la palabra "todos".
—Si. Pero aún faltan algunos meses. —les digo.
—Bien —responde resignado— si eso es lo que deseas y te hará feliz, no me queda más que apoyarte, yo me encargare de todo lo relacionado al viaje.
—¿Tú o tu secretaria? —bromeo.
—Ambos —sonríe divertido.
Es la mejor idea que se me ha ocurrido en mucho tiempo, tengo muchos años queriendo conocer Francia, pero siempre que planifico un viaje, algo sucede y termino quedándome en New York.
Entramos al auto y comienzo a conducir, veo a mi madre por el rabillo del ojo, y la noto incomoda. ¿Qué quiere decirme ahora?
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Margareth el éxtasis de la traición
RomanceSinopsis. La lujosa y despreocupada vida de Margareth Morgan es atormentada por un fantasma del pasado que no logra desvanecer de sus sueños, cansada de buscar durante años al hombre que la enamoro ese cinco de junio, y fiel a los insensibles con...