Margareth el éxtasis de la traición

Capítulo 5

Mi padre finalmente comenzara la construcción del edificio para los Carter. Mi madre sigue en busca de la asistente perfecta, a entrevistado unas diez mujeres en una semana; pero, a pesar de estar tan ocupada, no deja de nombrándome mil veces al día a Matt y Erick.

Ruth termino su relación con Zac por tercera vez, ahora esta con Larry, y aunque me dice que lo conozco, no lo recuerdo, solo espero no llamarle Zac a Larry, o Larry a Zac.

Y Matt ¡Dios! ¿Hasta cuándo tendré que soportar a Matt? no para de llamar en las noches, si él continúa en esa etapa de negación, tendré que cambiar de número de telefónico.

Luego de la vergonzosa llamada a Erick. —Bueno... al profesor Johnson— hemos tratado de no tener comunicación algunas durante estos días, en ocasiones hay miradas furtivas, miradas que dicen todo lo que no queremos admitir con palabras. Por más que yo lo desee, no existe un momento para nosotros, es algo que no sucederá nunca, las oportunidades en las que hemos logrado establecer una conversación, ha sido únicamente para hablar sobre mi tesis, solo somos "señorita Morgan y profesor Johnson" como siempre, mi madre tiene razón, él es más sensato que yo, y no son solo las dos décadas más de experiencia, o las más de veinte razones para alejarnos a lo que me refiero... solo quiero que llegue la graduación y no saber nada más de él.

Terminare ignorándolo por completo y conseguiré el número telefónico de Dave, con él no hay problemas, es un hombre atractivo; pero sobre todo y lo mejor de todo, está soltero.

Veo mi teléfono y vuelvo a verlo a él que sigue estando atento a su reloj cada instante, parece que está ansioso por terminar la clase, debe tener planes con la señora Johnson. Maldigo en silencio y le riño con la mirada.

—Bien chicos, nos vemos el lunes —resopla tajante recogiendo sus cosas del escritorio.

Todos salen rápidamente del salón de clases, creo que estaban tan ansiosos como el profesor. Tomo mi bolso y espero que Ruth se apiade de mí, y se apresure en tomar sus cosas.

Le doy un breve vistazo a él, su expresión es vacilante mientras camina cerca del escritorio. Ruth termina de arreglarse y nos dirigimos a la salida.

—Margareth... —resopla cortante desde el escritorio.

—¿Si profesor Johnson? —aclaro la garganta, giro sobre mis talones y lo veo desde las escaleras.

—Maggie, te espero fuera, no quiero hacer mal tercio —susurra, observa a Erick cautamente y sonríe— adiós profesor Johnson.

—Adiós —responde inexpresivo.

Ruth hija de... me abandonas justamente ahora. Ella sale vehemente del salón. Bajo los escalones necesario para llegar a él, pero me detengo a una distancia pronunciada entre los dos, no sé si me reñirá y saldré corriendo de aquí.

Él está de pies frente a mí, de brazos cruzados y mirada incomprensible.

—Maggie lamento lo...

—Profesor Johnson —lo interrumpo bruscamente, no puedo dejarlo hablar, debo aprovechar que aun mi voz no me abandona— no debe lamentar absolutamente nada, entre usted y yo...

Erick camina impetuoso hacia mí, coloca una mano en mi espalda baja y con la otra cubre mis labios, suelto mi bolso de golpe e instintivamente rodeo su torso con mis brazos para no caerme. ¿Qué demonios hace? abro los ojos como plato atónita por su impulso, él sonríe divertido y de una manera brusca me acerca por completo a su enorme cuerpo. ¡Carajo Johnson! Siento como todo mi cuerpo se altera y mi corazón enloquece.

—Margareth, por una vez en tu vida cierra tus hermosos y tentadores labios y escúchame por favor —me dice sonriendo descaradamente juguetón.

Asiento a regañadientes y lo abrazo más fuerte, él parece divertirse al tenerme de este modo, y aunque me cubre con cuidado no puedo evitar sentir nervios de tenerlos tan cerca.