⁓Capítulo 14⁓

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 >Para: Mamá. 3:00pm

Hola mamá ¿estas con papá? Me gustaría hablar con ustedes.

 >De: Mamá. 3:05pm

Hola mi amor, si estamos en la casa. ¿Algún problema?

 >Para: Mamá. 3:7pm

Llego pronto a casa, hablamos allí.

—¿Todo bien? —pregunta Dave saliendo del armario.

La verdad, he estado mejor de lo que estoy ahora. Dejo mi teléfono sobre la cama y me acerco a él.

—Si. —susurro arreglando el cuello de su camisa verde.

—Margareth, sabes que puedes confiar en mí, y siempre contaras conmigo para todo. ¿Qué sucede? —su mirada es dulce e indulgente.

—Tengo miedo, Dave.

—¿De la reacción de Scott?

—Sí, mi padre siempre ha odiado a Matt, nunca aprobó nuestra relación, cada día me advertía que todo acabaría mal con él —me estremezco al recordar su reacción al verme la noche del altercado— el día que Matt me golpeo, mi papá lo supo y yo se lo negué hasta el cansancio. —veo nostálgicamente la venda de mi mano— con esto no dudara en matarlo.

—Maggie, él es tu padre, es lógico que quiera lo mejor para su niña, es inevitable que no se altere al verte en este estado, debes tratar de entenderlo cariño —besa mis nudillos y añade— si yo quiero asesinar a Matt y solo soy tu novio; Scott querrá hacerlo con sus propias manos.

—Por eso tengo miedo, no sabré controlar la situación ¿y mi mamá? —niego con la cabeza al imaginarla dolorida por mi culpa— partiré su corazón, Dave a mi jamás alguien me había golpeado, ni mis padres en mi infancia se atrevieron hacerlo.

—Mi amor —cubre mi cuello con sus manos para controlarme— debes alentarlos, hacerles entender que todo está bien. Margareth, nunca más alguien volverá hacerte daño, yo me encargare de que no vuelva a suceder... Maggie ¿De verdad quieres estar sola con ellos cuando les digas?

—La verdad no, mi padre te aprecia y te respeta ¿podrías estar conmigo cuando les diga? Por favor.

Dave sonríe dulcemente y une nuestros labios en un suave y cálido beso, rodeo su torso con mis brazos, calmada por la serenidad que me trasmite.

—Estaré contigo el tiempo que sea necesario cariño, y hare lo que sea para calmarlos y protegerte. No debes temer Maggie.

—Gracias Dave, eres increíble.

                                                                                          *   *   *

¡Madre mía, que auto! Sonrío ampliamente viendo el hermoso y brillante Lamborghini, huracán gris, cerca de la range rover de Dave. No lo había visto antes, ni siquiera sabía que tenía uno. Yo tengo que manejarlo como sea.

—¿Es tuyo? —señalo el hermoso auto como un niño a un juguete nuevo.

—Sí, es mío. ¿Quieres manejarlo?

—Si por favor, nos iremos en ese.

—Ok, Maggie puedes usar todos mis autos cuando quieras.

—Gracias.

Chris desaparece en el ascensor, un par de minutos más tarde vuelve y le entrega las llaves a Dave. Estoy dando salto de felicidad para mis adentros, aunque me encanta mi auto, siempre he querido un Lamborghini.

Margareth el éxtasis de la traiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora