—Llegamos al hospital, señorita Margareth —me indica Michael estacionando a un costado del edificio.
—Allí viene el señor Carter. —nos dice Jerry abriendo la puerta trasera.
Dave se mueve vertiginosamente hacia el auto, su rostro muestra una miscelánea de emociones y sentimientos que me hacen maldecir para mis adentros, obviamente está furioso; pero también parece muy angustiado.
Ruth sale del auto y yo me quedo adentro, como si algo me imposibilitara bajar. Muerdo mi labio inferior para tratar de controlar las lágrimas que mueren por escapar de mis ojos. Respiro profundo sin perder de vista como afuera del auto Dave saluda a Ruth, más por cortesía que por ser algo que él quiera hacer.
—Ruth, gracias por acompañar a Margareth.
—Tranquilo Dave, ella es como mi hermana no la pienso dejar sola.
—Discúlpanos un minuto, por favor.
Ruth se hace a un lado hablando con Jerry, el cual está muy a gusto con su compañía, Michael, Chris y Adams caminan cerca de ellos. —aquí vienen las explicaciones, maldición— Dave entra al auto y cierra la puerta fuertemente.
—Margareth... —con la voz entrecortada añade— ven aquí. —Dave me agarra entre sus manos y me sienta en su regazo, choco torpemente mi mano con el respaldo y chillo por el dolor— lo siento cariño. —él me está abrazando tan fuerte que mis músculos se tensan.
—Estoy bien, cariño.
—No tuve que llevarte a la universidad, tenía que haberte raptado. —responde con la cara hundida en mi cabello.
—Dave. —sonrío al escuchar su repentina idea— fue mi culpa, no debí golpearlo, fue arriesgado, pero debes entenderme, tenía que hacerlo, él no me hizo daño, trato de ofenderme; pero eran palabras vacías y sin importancia... Michael le dio un golpe extraordinario, tenías que verlo. —recorro su cuello suavemente con mis dedos. Por Dios, me está asfixiando, cada vez me abraza más fuerte— hey gigante, mírame por favor. —trato de levantar su rostro pero lo único que logro es tensarlo más— ¿Dave?
—Maggie, no quiero que ese imbécil te vuelva hacer daño... cariño, perdóname por lo que dije esta mañana, por favor perdóname.
—No hablemos más sobre ese tema, ya quedo en el pasado. Gigante puedes estar tranquilo él no me volverá a lastimar, Dave, lo vamos a demandar y se alejara, ahora por favor mírame.
Dave eleva la cara y un pinchazo de culpa me deja sin aliento, sus hermosos ojos tienen el color del océano rodeado por una aureola roja muy pálida. ¿Estaba llorando o cuando se enfada sus ojos se tornan rojos?
—Dave... —musito en un tono ininteligible.
—Discúlpame, estoy furioso. —cierra los ojos tan fuerte que se marcan líneas de expresión en sus comisuras.
—Oh cariño, ya paso, todo está bien. —me da tanta ternura verlo así, que acerco mis labios y lo beso en medio de las cejas.
—Escuchar que él te buscó, que te lastimaste la mano por golpearlo, y ¡Dios! —se exaspera furioso— que venias al hospital, me hizo recordar lo imbécil que fui hoy contigo, enfurecí como nunca antes, Maggie. —traga saliva y continua— no quiero perderte por ningún motivo, por nada ni nadie, Margareth.
¿No quiere perderme? doy saltos de alegría para mis adentro al escucharlo. Ver a Dave angustiado y pesaroso por mi culpa, me hace sentir nostálgica.
Cubro sus labios con los míos y lo beso despacio y calmada. No me gusta hacerlo sentir mal.
—Dave, es solo un rasguño, de verdad estoy bien. —beso— no me vas a perder cariño. —beso— contigo a mi lado estoy mucho mejor, me siento segura cuando estás aquí. —joder ¿yo dije eso? Meneo la cabeza y continua— ahora salgamos pronto de esto, quiero irme a casa y tú debes ir a la oficina.
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Margareth el éxtasis de la traición
RomanceSinopsis. La lujosa y despreocupada vida de Margareth Morgan es atormentada por un fantasma del pasado que no logra desvanecer de sus sueños, cansada de buscar durante años al hombre que la enamoro ese cinco de junio, y fiel a los insensibles con...