Contigo hasta la muerte...

La fiesta

Sam:

Comenzamos a platicar sobre cualquier tontería, principalmente sobre lo que solíamos hacer antes del Último día.

-Entonces el balón golpeo justo en la nariz a mi amiga. Ella estaba tan furiosa que le dio un fuerte golpe en sus partes nobles al tipo que había pateado el balón- Rosy nos contaba lo que le había pasado en los últimos días, antes de todo.

Era tan gracioso, no recordaba haber reído tanto en mi vida, y mucho menos con amigos. Había olvidado por completo lo que sucedió hace algunos días con Jean y Rosy, aunque ya no me importaba.

-Oh antes que lo olvide- Comenzó a hablar Adrián para después buscar en mi mochila- Les tengo una sorpresa. Encontré esto mientras limpia una oficina que no se usa en el 2do piso- Dijo para después sacar una botella de alcohol nueva.

-Cielos, nunca pensé que volvería a beber algo así- Rosy parecía incrédula y emocionada por esto.

-Esperen, ¿ustedes beben?- Jean lucía un poco nervioso como yo. Ya que nunca antes había tomado tampoco.

-Claro, de vez en cuando, o al menos antes- Ahora Rosy lucia tan experimentada y madura ante mis ojos.

-Rosy y yo tenemos 18 años. Jean, tú tienes 17, ¿no es así?- ¿Qué? Eso significa que era el más pequeño de aquí.

-Sí, tengo 17, pero no suelo tomar alcohol, solo lo hice una vez con mi hermano- Respondió apenas Jean.

-¡Dijiste que teníamos la misma edad!- Comencé a reclamarle a Adrián ya que eso me había dicho antes, me mintió.

-Sí, sobre eso, mentí- Dijo con una gran sonrisa cómplice en su rostro.

-Vamos Sam, solo un poco, es tu fiesta después de todo- Rosy de verdad lucia como alguien diferente ahora, estaba sorprendido.

-Está bien, lo hare. Si Jean lo hace- Sentencie para al menos no hacerlo solo.

-¿Qué? ¿Por qué me dejas una responsabilidad así a mí?- Ahora había condenado a Jean también, pero se sentía bien llevarnos bien de nuevo.

-Vale, entonces ambos lo harán- Adrián nos sirvió un poco en un vaso a cada uno y nos los dio.

-Bien, Sam, ¿quieres decir algo?- Dijo Rosy y todos me veían ahora.

-Bueno, solo que estoy feliz de estar aquí, con ustedes- No era bueno con las palabras ni con nada.

-Qué lindo- Adrián fue el primero en hablar pero no esperaba que dijera eso.

-Ni yo lo hubiera dicho mejor- Respondió Jean después.

-Bueno, ¡Salud!- Dijo Rosy para después tomarse todo lo que tenía en su vaso.

Después Adrián y Jean hicieron lo mismo, y al final, yo. Era un poco extraño, me sentía raro pero en parte, feliz de hacerlo. Claro, el líquido era amargo y sabia mal pero no era tan feo como para no disfrutarlo.

Continuamos hablando y tomando poco a poco. Incluso me anime a contar algunas anécdotas graciosas que me habían ocurrido o había visto, así que podría ser incluido en las pláticas de "adultos".

Me comenzaba a sentir un poco mareado y más alegre, creo que esto es lo que se disfrutaba del alcohol, y los otros también lucían más felices.

-Bien bien, yo tengo una gran pregunta para todos. Para comenzar a conocernos mejor- Oh no, creo que esto era como las películas, sobre preguntas y retos.

-Te escuchamos- Respondió Jean mientras se servía un poco más.

-Vale pero todos respondamos. ¿Hay alguien que les guste actualmente?- Esto me sorprendió por completo. Me puse muy nervioso.

-Bueno, a decir verdad sí, me gusta alguien- La respuesta de Adrián me tomo por sorpresa eso, ¿Quién será?

-¿Qué yal tu Jean?- Cuando lo pregunto, el comenzó a toser. Sus nervios eran muy evidentes.

-Yo... no estoy seguro- Se sonrojo he intento esconderlo mientras bebía.

-Vaya, que interesante- Dijo Rosy mientras se reía. Seguramente se refería a ella- Bien, yo les quiero contar que tengo a alguien, o eso espero-

-¿A qué te refieres?- Pregunte un poco confuso ya que seguramente se refería a Jean pero no entendía nada.

-Pues antes de que esto pasara, un chico que conocía hace mucho, se me declaro y le dije que sí. De verdad me gusta- Que sorpresa, entonces Rosy no está soltera. Tal vez me había equivocado todo este tiempo e incluso pude rechazar a Jean antes.

-Suertuda- Adrián parecía entender a qué se refería, tal vez empático por que el chico obviamente no estaba aquí en el hospital.

-¿Y tú Sam?- Bien, era obvio que me preguntarían pero aun así me sentía muy nervioso.

-Yo... No, bueno sí. No lo sé- Me sentía tan nervioso que abrace mis piernas debido a la pena.

-Ay qué lindo- Rosy me comenzó a abrazar pero eso solo me hacía sentir peor.

-Nunca te has enamorado, ¿o sí?- Adrián era tan perceptivo.

-No, nunca- Respondí apenado y sin siquiera míralo.

-Espero que por fin lo hagas- Me dijo Rosy para ya solo darme una pequeña palmada en la espalda.

-Gracias, aun que ni siquiera estoy seguro de lo que siento- Mis nervios me seguían consumiendo pero al menos con el alcohol, me sentía un poco mejor.

-Bueno, brindemos porque la mayoría estamos enamorados, y por qué Jean lo haga próximamente- El ambiente cambio de un momento a otro pero era bueno, mejor que antes.

Continuamos hablando un poco más hasta que por fin, todos estábamos cansados y decidíamos regresar dentro.