CAPITULO 12.

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"El miedo no mata rápidamente, pero te colapsa; te va robando minutos del presente y te mantiene en un bucle de indecisión, atrapado dentro de ti mismo"

CAPITULO 12.

ANNIE.

He llegado a mi casa hace unas cuantas horas, Rose llegó unas cuantas horas después, no ha dicho absolutamente nada, solo me observa con indecisión, tengo la sensación de que sabe algo y no lo ha dicho, se que me esconde algo, solo se que lo dirá cuando tenga que decirlo.

---Tengo una carta para ti---dice mirando el techo de mi terraza, la tenue luz del sol proyecta en diferentes direcciones, haciendo que su cabello resplandezca.

---No estoy preparada---suspiro profundamente, bajando las escaleras, necesito sentir la arena en mis dedos, escucho sus pasos persiguiéndome---Rose déjala en la mesa, después la leeré.

---Partió hace unos minutos, no puedo decir que me rogó, pero si me hizo prometer que la leerías enseguida, solo acepta la puta carta Annie---volteo y veo su mano extendida con una hoja de color blanco, sin ningún sobre, solo esa hoja.

La tomo algo incierto y sigo caminando, llego al final de los escalones, las escasas plantas que hay se mueven violentamente a causa de la brisa, mi piel hace contacto con la árida tierra amarilla, remuevo mis dedos para explorar mejor la sensación, sigo mi rumbo.

Veo la arena mojada por las olas que han venido a descansar y me siento, mi cabello revolotea a mi izquierda, muchos mechones azotan mi rostro y sin mas una lagrima escurre sin pedir permiso.

Me gusta es una realidad, le gusto y eso también es real.

En esta estúpida línea de tiempo no se dará, un amor que tal vez pudo florecer y dar a conocer un hermoso narciso que seria la envidia de cientos de flores, en cambio solo se pudo notar un tallo que murió. Analizo la estúpida carta, la abro, sus letras, las curvas de sus ases, sus puntos y sus comas, toda esta situación es estúpida, yo soy estúpida.

"Para que fecha si es de hoy".

Me gustas. Si, me gustas.

Se que me oíste decírselo a Michael, escuchaste nuestra conversación, lo note, de igual no es algo que pueda esconder, con solo mirarme unos instantes se puede notar.

¿Ser amigos? Es una posibilidad igual de dolorosa, seamos desconocidos, personas que solo se escriben por puro morbo. Será menos doloroso y así no esperaremos nada del otro, aunque es ridículo porque espero todo de ti.

Ann en seis meses vuelvo, no me esperes entero, quizás no me esperes vivo, ni siquiera me esperes, no es sano que vivas con la angustia a que responda tus cartas, con la angustia de que tan siquiera viva.

Vives en mis sueños, en cada espacio de mi mente estas tú, llenándolo todo, el sonido de tu risa es la chispa que estremece mi ser, me hubiese gustado mirar ese hermoso verde mientras lo decía, pero se que no iba ser capaz de irme y ver el dolor en tus ojos, Ann ni siquiera somos nada y estoy a tu merced, nunca me pidas que me quede, porque no lo hare.

Ten presente que tu risa es mas fuerte que las explosiones en la guerra, que tu risa es mas tranquilizadora que la misma morfina, nunca dejes de sonreír.

Quiero saber como siguieron los manatíes, espero y me expliques la razón de su estado, quiero saber todo de ti, así que escríbeme todas las cartas que puedas y mándalas, yo las leeré todas, intentare escribir una todos los días.

---Samael Williams.

Mis lagrimas caen encima de sus letras.

El único ruido que puedo escuchar es el de las olas junto con mis espasmos de tanto llorar, unos brazos delgados y delicados me aprietan fuertemente, los besos de Rose simplemente causan que llore aún más.

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora