CAPÍTULO 16

27 8 5
                                    

"Si algo aprendí de 'nosotros' es que a veces es necesario volver a la herida para recordar quienes éramos antes del llanto y quienes fuimos después de él."

CAPÍTULO 16

NARRADOR OMNISCIENTE.

16 de junio, 2022.

A veces creemos que hemos tocado fondo, luego caemos en cuenta de que no es así, de que se puede caer más bajo, y más bajo, y que el fondo en realidad no existe, que nunca se llega lo suficientemente bajo, que siempre se puede hundir mucho más.

Ese fue el sentimiento que abrazaba a Annie, mientras el golpe de las olas acariciaba sus pies, habían pasado cinco años desde aquella noticia abrumadora que puso su vida en pausa, una pausa eterna que solo se minoraba cuando Aron besaba sus mejillas húmedas.

--- ¿Por qué siempre lloras mami?---la suave pero firme voz del niño sobre saltó el pensamiento deprimente de Ann.

--- ¿Te canto una canción?---siempre que su hijo hacía esa pregunta le cantaba, apaciguando los ruidos de su alma atormentada, la imagen, esa imagen siempre la acompañaría hasta su último suspiro.

--- ¿Puedo elegir?--- se sentó sobre una roca apoyando su rostro en sus pequeñas manos, regalándole a su madre una mirada profunda para que así accediera.

--- ¿Te esperare de Julio Jaramillo?--- el viento fuerte de la costa caribe revolvía el cabello de ambos.

Aron tiene esos ojos enigmáticos de su padre, los rayos del sol atravesaban su mirada haciéndolos ver un verde intenso, Ann veía esos ojos con nostalgia, admirando el gran parecido, su hijo solo tenía sus pecas, lo demás, todo su aspecto, gritaba Samael Williams.

---Sí, quiero esa canción.

Ann suspiró pesadamente y sonrío con cansancio.

Tomó la guitarra para afinarla, una vez hecho procedió a tocar los acordes que pertenecían a ese bolero tan melancólico.

Te esperaré sé que me quieres, y yo seré tu adoración, En mi recuerdo, grabado estará Tu nombre; toda la vida. Te esperaré y serás mi gran amor. Cielo mío, ¿por qué me dejas llorando? No te olvides de mi amor Si tú bien sabes Que tenerte es mi ambición.

Te esperaré sé que me quieres, y yo seré tu adoración, En mi recuerdo, grabado estará Tu nombre; toda la vida. Te esperaré y serás mi gran amor. Cielo mío, ¿por qué me dejas llorando? No te olvides de mi amor Si tú bien sabes Que tenerte es mi ambición.

--- ¿A quién esperas mami?---aún la observaba con curiosidad --- ¿a mi papá?---preguntó.

---Si mi amor, esperamos a papá, siempre lo vamos a esperar, aunque lo correcto sería decir que el espera por nosotros---una lagrima escurría por su rostro.

--- ¿Y si nos espera por que no vamos?---esta vez sus pequeños pies caminaron en busca de la castaña que lloraba sin consuelo.

---Honey, cuando cumplas diez años te prometo que hablaremos de lo que quieras, ahora solo disfrutemos de esto, mamá tiene que proteger la vida marina de esta playa ¿me apoyaras?---sus palabras sonaban súplica.

Ella no hablaba de la vida marina, hablaba de sí misma, después de todo por eso fue que aceptó venir hasta tan lejos, para sanar, encontrar consuelo, pero aun las gaviotas le recordaban a su gran amor, ese amor que fue efímero, un amor que perdurara por la eternidad.

---Eso hace la familia, apoyarse. Y tú eres mi familia---le proporcionó un beso en la frente y tomó su rostro, mirándose fijamente a los ojos.

<<<<<<<<<<>>>>>>>>>>>>

Ann se encontraba sentada en su pequeña terraza, donde la gran luna la observaba como de costumbre, cada noche tenían una cita, una cita donde ella leía cartas pasadas que la llevaron a amar profundamente y esta noche no sería la excepción.

25 de agosto, 2017.

Afganistán.

Honey, ¿Cómo has estado? Lo más seguro es que estés tan ansiosa como yo, ¿sabes algo? Solo deseo verte caminar al altar con tu hermoso vestido blanco, donde tus ojos verdes serán las esmeraldas que iluminen todo el lugar.

Ann te amo tanto, te amo tanto preciosa, cuento los minutos para despertar a tu lado, siempre me esperaste, me pensaste e hiciste todo eso sin esperarlo devuelta, pero aquí estoy pensándote y esperándote.

Siempre dije que no abandonaría mis sueños por nada, hace años quería ser coronel, seguir los pasos de mi padre, pero mis sueños han cambiado, ahora solo quiero una pequeña casa donde nuestras risas hagan ecos de felicidad, una casa donde nuestros hijos correrán. Si Honey, eres mi nuevo sueño. Ya no tendrás que esperar más, ya no tendrás que esperar mes a mes mis cartas, porque ahora yo te las leeré.

Eres mi sueño Ann, mi pequeño mar; mi gran océano, te amo Honey.

Solo unos meses más amor, y después de eso solo seremos nosotros, en el lugar que tú quieras, te lo mereces.

La guerra pinta bien, aunque sabes que pienso, lo he repetido tantas veces que ya has de saber que esta guerra es una porquería, tantos muertos, tantos asesinos y tantos inocentes.

Sigo teniendo plasmada tu sonrisa en mi mente, estoy enamorado, cada día lo confirmo, la espera valió la pena amor, valió la pena esperar treinta y tres años de mi vida por ti, quise un amor profundo y ahora te tengo.

Unos meses más, ya es Agosto, cuando recibas esta carta será septiembre y en noviembre nos casaremos, las hojas cafés de otoño caerán, hojas que serán pisadas por nuestros pies saliendo del altar, rumbo a nuestro nuevo futuro, futuro que será nuestro presente.

Ya no seguiré más, porque lágrimas brotaran de mis ojos y no se me está permitido hacer eso, hasta entonces cuídate Honey, sonríe, cuida a tus animalitos y sobre todo ámame, sigueme amando.

Samael Williams.

Las lágrimas de Ann inundaban como cada noche aquellas hojas, hojas que fueron las últimas en recibir.

Deambuló por el lugar soltando lágrimas, ya ni siquiera tenía que esforzarse por llorar, solo necesitaba estar despierta para hacerlo.

---Honey, ya son cinco años, Aron tiene cinco, tengo que dejarte ir, nuestro hijo no puede crecer así---otras lágrimas brotaron---Sam, mi amor; mi capitán.

Gritó tan fuerte como sus pulmones se lo permitieron, gritos cargados de enojo y tristeza.

---Sam, te amo tanto, siempre te voy a amar cariño, Honey, no necesito prometerlo porque mi corazón le hace sin que se lo pida, quiero creer que hay algo más que después de la muerte, donde me estas esperando con los brazos abiertos, donde esa sonrisa que contadas veces mostraste me recibirá llenando de calor mi pecho, pero mientras tanto viviré por nuestro hijo, amor todo de él me recuerda a ti---su cuerpo tocó la arena húmeda y entre su llanto sin consuelo, sintió una cálida brisa que la arropó, su mente creyó que era su eterno amor, y sin más se dejó ir.

Esa noche se levantó, besó el rostro de su pequeño, cubriéndolo con su cobija.

---Estaremos bien Sam, nos vemos en la próxima vida. 

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora