CAPITULO 28.

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"Después de todo, no todo es tan casualidad."

CAPITULO 28.

SAMAEL.

No puedo decir que soy un hombre celoso o inseguro de si, nunca había tenido una novia ni nada que se le parezca, no sé si este sentimiento sean los celos, pero me hierve la sangre cada vez que me reta por Ann.

Desde que nos conocimos, esa incomodidad ha estado presente en mí y sé que en el también. Observo como Ann habla con él, su mirada llena de devoción, y tranquilidad, y en ella ese brillo no está, ese brillo en los ojos que demuestra los sentimientos no se encuentra.

---Mi hija solo lo ve como su hermano mayor---Greta, la madre de mi novia me dice---desde muy niños Michael mostró demasiado afecto por mi hija, creo que su personalidad atrae a los hombres como a los osos los atrae la miel---se ríe---solo que Annie es todo menos miel.

--- ¿Por qué lo dice?---conmigo tiene sus momentos de dulzura.

---Su padre era exactamente igual hijo, distante y poco afectivo---recoge su cabello suelto por los vientos que soplan---algo que tienen en común aparte de eso es que cuando se enamoran dan todo de sí, entregan cada fibra de su ser, su padre le dijo que no podía ir por el mundo amando a todos, puesto que no todas las personas se merecían su amor---observa nuevamente a su hija---le dijo que su amor le pertenecería a la persona que la llevara a lo profundo del océano y no se ahogaría, si no que se transformaría en todo un mundo acuático---Michael, besa la frente de Ann---nunca creí que ella se lo tomara enserio, imagine que al final del día Mai sería su gran amor.

---Pero no fue así---tomo el jugo de naranja que se me fue servido y le doy un sorbo.

---Aquí estas tú y él está allá---es cierto---no necesitas sentir celos, los ojos de mi hija vibran por ti, la llevaste a descubrir su propio océano.

Debo admitir que mi camisa se le ve genial, es tan sexy, delicada y angelical, casi podría decir que es un ángel, su sonrisa me lleva a lugares incognitos e inimaginables.

--- ¿Qué hará ahora?---le pregunto sonriéndole un poco.

---Mañana volveremos a Florida, yo solo vine a apoyar a Mai, él tuvo una exposición de arte, y pues ver ahora a mi hija---el color blanco de su cabello encaja con el color azul cielo de sus ojos.

--- ¿Quieren cenar en mi casa? obviamente la invitación seria para ambos---aclaro.

---Por supuesto que si, por mi hay ningún problema---su mirada encantada ante mi propuesta---Mai tesoro Sam nos ha invitado a cenar y ya he aceptado---ella aceptó por los dos JAJAJAJAJAJA.

---Lo que tú quieras Gret---tomo su puesto al lado de la señora mayor.

---Yo me iré con ellos para arreglarme---me susurra estremeciéndome por completo.

---Bien nena, yo tengo que irme, Julius anda necesitado de afecto---creo que dije eso ultimo demasiado fuerte.

--- ¿Julius?---me pregunta Greta.

---Mi hermano menor---aclaro.

---Supongo que conoceremos al pequeño Julius---es tan adorable la madre de Ann, me recuerda a Martha.

---Ni tan pequeño---se burla Ann.

---Sí, Juls tiene 29 años señora

---Ohh, es otro bomboncito---creo que se llevaran bien.

---Sí, bueno entonces partiré---Ann me observa expectante, controlando mis nervios, beso sus labios lentamente---adiós nena.

Salgo de aquel apartado, metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora