CAPITULO 32

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CAPITULO 32.

SAMAEL.

Seis meses después.

Estamos a mediados de Enero, las fiestas se fueron volando.

--- ¿Te ayudo?---observo como Ann intenta ponerse un vestido, su recuperación ha sido lo más difícil que viviremos estando juntos, todavía nos queda camino por recorrer.

---Por favor, se me ha complicado---me levanto de mi puesto y me poso detrás de ella, hay tantas cicatrices, en tantos lugares y lo único que puedo hacer es agradecer que ella esté bien.

Subo lentamente la cremallera de su vestido, sujetándola de la cintura, mientras lo hago, dejo varios besos en su cuello.

---Me haces cosquillas---intenta apartarse, observo como la mascarilla para respirar, una punzada me atraviesa.

---Bien, luces esplendida---le doy la vuelta, robándole un beso.

---Nunca hemos hablado de ese mes en el que estuve en coma---menciona.

---Nena, estuve todo el tiempo a tu lado, me di de baja en el ejército---digo mientras me rasco la nuca--- ¿Qué quieres que hablemos?

---Cuando estuve "dormida"---hace las comillas con sus manos---la pasé horrible Sam---la miro extrañado, me siento en la cama, trayéndola conmigo, sentándola en mis piernas---no sé si fue un sueño o mi imaginación me jugo una mala jugada---admite---pero hubieron muchas imágenes en mi mente que fueron demasiado reales.

---No entiendo amor---con mi nariz, roso su cuello, huele también.

---Creí que estabas muerto---levanto mi mirada y veo que está hablando enserio---Faltaba una semana para nuestra boda cuando moriste y yo vi tu cadáver, no sabes lo que sufrí al verte ahí en esa cama sin vida, Julius decía que te sacrificaste por el en Afganistán---algunas lágrimas escapan de sus ojos---una de las razones por la que me desperté alterada fue porque no encontraba a nuestro hijo---sonríe con dolor---se llamaba Aron, era hermoso, tenía tus ojos, esa forma de mirar, en mi mente él tenía cinco años y vivíamos en Colombia, cada día leía la última carta que me leíste, carta en la que me decías que ibas a renunciar.

---Si quieres te hago un hijo---le digo con algo de gracia.

---Samael esto es enserio, fue algo---la beso.

---Si quieres, podrían ser dos o tres, no lo sé, aun no me decido---con cuidado la acomodo ahorcadas sobre mí, agarrando su perfecto trasero con mis manos---hablo enserio nena.

Beso sus labios, luego entre medio de su cuello y su mentón, respirando cerca de su oído.

---Quiero todo contigo, si quieres hoy o mañana o dentro de diez años, no me importa, todo lo que quiero, lo quiero contigo, solo contigo---deslizo mis manos dentro del vestido.

---Quieto, nos están esperando---hoy tiene la revisión mensual de sus pulmones y las costillas, luego serán las terapias, después de eso estaremos aquí, en mi casa, nuestra casa.

---Cásate conmigo Ann---la veo sonrojarse.

---Estás loco---se baja acomodándose el vestido.

---Loco por ti.

Agarro la camisa a cuadros que me ha sacado, para ponérmela.

--- ¿Era broma cierto?---pregunta.

--- ¿Qué cosa?---meto los brazos en las mangas.

---Lo de casarnos.

Abotonando mi camisa le respondí.

---Si algo tengo claro al final del día es que lo único que quiero ver al despertar es el verde de tus ojos, escuchar cinco minutos más, tus gemidos en mi oído---la pego contra a mí, sus ojos están dilatados, mostrando cierto sonrojo---a la única que quiero encima de mi es a ti nena---la beso---si lo digo enserio.

Le doy una fuerte nalgada, sacándola de sus pensamientos.

#

---Bien Annie, respira profundo---mueve el estetoscopio para escuchar sus pulmones---bien, nuevamente---y ella solo obedece---has progresado muy bien, ¿Cuánto tiempo duras sin el respirador?

---Alrededor de tres o cuatro horas, después de ese lapso de tiempo me ahogo un poco---le responde.

--- ¿Las costillas?

---Cuando hago mucho esfuerzo físico me da una leve punzada y me toca frenar---cuando hacemos el amor nos sucede eso pienso.

--- ¿Qué tipo de esfuerzo físico?---mierda.

---Relaciones sexuales---responde.

---Bien, le recomiendo la menor cantidad de sexo posible, no queremos desviaciones, por lo menos tres meses más, después de eso le haremos unas radiografías y después de eso podrá continuar su vida normal---revisa algunos papeles---en su estado actual es recomendable evitar embarazos podrían ser perjudicantes para tu vida y eso sería todo.

En ocasiones me molesto por las palabras que usa este doctor, yo soy una de las personas que le interesa su recuperación, no voy a hacer algo que le afecte a su vida física y emocional.

Le subo nuevamente la corredera, para irnos.

#

--- ¿Cómo te fue tesoro?---en estos seis meses nos hemos acercado como una familia, mi madre y Juls simplemente se llevan de maravilla con Greta.

Hace un mes y medio Ann acepto irse a vivir conmigo, un mes y medio en el que su sonrisa son mis buenos días, hemos tenido días malos, otros donde queremos matarnos.

Cada día nuestra convivencia mejora más.

Julius ascendió de puesto y ahora es capitán, se la vive viajando, sobreviviendo, y todas esas cosas; por otro lado Rose se decidió en estar con Eda, dejo todos sus miedos y prejuicios aun lado y ahora es feliz con su novia, llevan tres meses y son tal para cual.

Mi madre y mi suegra decidieron irse de viaje por el mundo, un tour las dos solas, parten en marzo, cuando a Annie le hayan dado de alta.

Michael, el solo se alejó, yo en su lugar hubiese hecho lo mismo, amar a alguien y no se correspondido es una mierda muy jodida.

Norman, mi padre, el odio no se ha apartado de su mirada, el desprecio en esta es palpable, después de renunciar al ejército ya nada más nos unía hubo un desprendimiento total en la poca convivencia que ganamos.

Descubrí donde estaba la tumba de mi madre y pude llorarle libremente, ese día pude ser libre, hablé con ella, le conté mis tormentos, mis primeras veces, mis nuevos sueños, me abrí completamente ante la tierra que cubría sus huesos, desde ahí una paz inexplicable me llena cada mañana.

---Todo en orden---levanta su dedo pulgar.

---Salgamos al porche---ofrece con una sonrisa mi madre, Ann anda algo extraña, como si ocultara algo.

--- ¿Podemos hablar?---la atajo tomándola del brazo antes de que salga.

---Sipi---su mirada perdida se suaviza, caminamos a nuestra cocina y en una de las sillas de la barra me siento, tomando sus manos.

---Dilo---la observo fijamente a sus ojos.

---Estoy embarazada Sam---sus palabras salen lentas, pausadas, deteniendo el tiempo, deteniendo los latidos de mi corazón.

--- ¿Qué?---es todo lo que logro decir.

---Sé que es muy pronto, que no estamos preparados, yo no me siento preparada, todo es tan pronto, yo solo, no pienses mal---tomo su rostro, acunándolo con mis manos, apretando mis ojos, uno nuestras frentes, mezclando nuestras respiraciones, volviéndonos uno solo.

---Te amo nena---la abrazo, el calor de su cuerpo me llena, me consume.

---Honey, te lo juro que yo no---pongo mi dedo sobre sus labios.

---No digas nada, no jures nada, vamos a estar bien---nos fundimos en un gran beso, un beso que comienza tierno, pero después se va prendiendo, sugiriendo más, necesitando más.

---Gracias por responder esa carta honey---el deseo de su beso se une con el mío.

---Ustedes dos---el dedo de Martha nos señala---despéguense y vengan acá---ambos nos reímos ante la situación.

Paso mi brazo por sus hombros, se puede ser más feliz.


CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora