CAPITULO 19.

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"---Me entenderás cuando te duela el alma tanto como a mí.

---Ya te entiendo...."

CAPITULO 19

ANNIE.

Sigo acariciando con las yemas de los dedos los pétalos naranjas de los narcisos en la ventana de la gran sala, Martha debió amarla de una manera inmensa para tener sus flores favoritas por todas partes.

---Mis flores me recuerdan a mi Lissi---me sobresalto ante las palabras de Martha.

---Lissi fue especial---le sigue Julius, lo observo de reojo y veo que ahora viste una playera color zafiro, me detengo a observarlo mejor y noto que tiene varios puntos en su brazo izquierdo---Fue en mi última misión.

--- ¿Descansando?---dejo mi copa en una mesita pequeña que se encuentra, en ella hay una fotografía de una mujer hermosa, ella sostiene a dos niños, mis dedos hacen un trazo sobre el rostro de aquella mujer.

---Tengo cinco meses de descanso, unas mini vacaciones---me quita la foto---Somos Sam y yo---sonríe---y ella es Lissi.

---Martha ¿Qué le ocurrió?---veo que la mama de Juls se le escapan algunas lágrimas, solo sonríe amargamente y se va.

---Discúlpala, pero hablar de la tía Lis le afecta y hoy más ya que Norman estuvo aquí---estoy empezando a creer que ese tipo tuvo algo que ver con la muerte de la mama de Sam.

--- ¿Puedo ser entrometida?---le pregunto con cautela.

---Es algo que no me corresponde, lo siento---intenta irse.

---Tú y Rose me la deben---no soy de manipulaciones, pero este hombre me la quiere poner difícil.

--- ¿Qué quieres saber?---su mirada se encuentra perdida entre cientos de fotos que están al otro lado de la habitación.

--- ¿De que murió?---mis pies buscan el rumbo de las fotos, una hermosa chimenea en mármol es el centro de atención, sus repisas doradas son adornadas por varias fotos, donde en muchas Lissi adorna los portarretratos.

---Depresión---una risa carente de humor brota de el---aunque los médicos dicen que de cáncer.

--- ¿Por qué piensas eso?---en una de las fotos, el pequeño Sam podría tener unos dos años, el sujeta firmemente la mano de su madre, sus pequeños dedos señalan a un hombre con muchos globos, ella sostiene una gran sonrisa, sus perfectos dientes blancos se pueden notar.

---La tía Lissi sufría de depresión---pausa, lo veo tomar otra foto, en esa foto Martha y Lissi tienen sombreros de vaqueras y sostienen unas cervezas, en esa imagen ambas se miran con adoración pura---Mi madre y la tía Lissi tuvieron una relación en la universidad, estaban perdidamente enamoradas, hablaban de casarse y tener un hermoso jardín.

Sus palabras me hacen mirarlo, y puedo notar que no hay una gota de falsedad en cada letra que abandonó su boca.

---Las épocas no ayudaron a su gran amor, sus padres simplemente decidieron casarlas, por un lado mi madre hizo lo que ella debió, huir. Lissi se casó con Norman y hablaba por cartas con mama---agarra otra foto, en esa ellas se encuentran sentadas en una banca, Martha descansa su rostro en el cuello de Lissi, mientras que Lissi le coloca un mechón de cabello detrás de la oreja---al paso de tres años Norman se enteró la razón por la cual lo casaron con ella, al ver que ellas seguían en contacto fue cuando todo emporó.

---Su alma no soportó tal dolor---en otra foto Julius y Sam comen algodón de azúcar caramelizada, una gran sonrisa los viste.

---Si me preguntas que ocurrió en esa casa, yo no lo sé, un día Norman llego a Canadá con Sam y se lo entregó a mi madre para que lo criara, nos mudamos a Arizona---deja lo foto en su lugar---solo Samael sabe lo que pasó en ese tiempo, de igual forma él era un niño, muchas cosas debieron borrarse en su mente.

Su confesión me deja sin palabras, es solo, ellas se amaban; sus metas, sus sueños, absolutamente todo se les fue arrancado por los prejuicios sociales que bañaban esa época.

--- ¿Tu padre?---en todo este tiempo no lo he oído mencionarlos.

---Ann yo fui producto de una violación.

¿Qué? ¿Debe ser una broma? ¿Julius producto de una violación?

---Quita esa cara de horror, Si soy hijo del difunto general Adams, pero según lo que mi madre me ha contado, esa noche ella no le apetecía involucrarse con el sexualmente y pues pasó. Mi madre me ama inmensamente y me puso el nombre que en algún tiempo ella y Lissi quisieron que se llamara su hijo---vuelve a sonreír, en esta ocasión, su sonrisa es alegre---ellas son mis madres.

Ufff, toda esta información es tan, no sé, muchas cosas ahora concuerdan, las miradas de desprecio de Norman y la mirada perdida de Martha.

--- ¿Sam lo sabe?---tomo su mano y la aprieto solo un poco, es como si toda su tristeza nunca hubiese aparecido, el simplemente es el Julius de antes.

---No lo creo, o de pronto sí, no lo sé Ann---suspira---Samael no habla de su madre, su madre es la mía.

---Gracias por confiar en mi---rodeo mis brazos y el hace exactamente lo mismo.

---Gracias por escuchar---nos soltamos, siento un poco de rubor en mis mejillas, nunca nos habíamos acercado de esta manera--- ¿quieres ver el jardín?

---Me encantaría.

Los dos caminamos en silencio por un largo pasillo, un gran cuadro de Lissi está al final de este corredor, ella tiene un vestido que le llega a las rodillas, en la parte de arriba las mangas se ven algo descolocadas, pero se le ven perfectas.

Su largo cabello con algunas ondas, algunos tulipanes adornan esas ondas, se encuentra descalza, en el fondo de ese cuadro unas manos intenta arreglarle la parte baja de su vestido, la felicidad que irradia esa imagen es contagiosa.

Lucía tan feliz, plena, como flor en primavera tocando los rayos del sol por primera vez.

Una puerta de cristal justo al frente, con terminaciones doradas le da la bienvenida a un inmenso jardín de narcisos.

Nunca había visto tantos narcisos juntos, podría haber miles y miles, su aroma es tan fuerte que puede llegar a embriagarte, justo en el centro de las flores una banca café algo tosca y rustica llama mi atención.

Justo en esa banca se encuentra Sam, luce su traje de soldado, y sin notarlo corro en busca de sus brazos.

Él está aquí, regresó, volvió a mí.

Estoy frente a él, grabando cada parte de su rostro, para siempre recordarlo cuando tenga que volver a partir, veo como sus fuertes manos se clavan en mi cintura, pegándome al calor de él, para unir nuestras almas una vez más.

Su rostro se hunde en mi cuello y se aferra a mí fuertemente, todavía no puedo asimilar el hecho que volvió, así sea por unos instantes, sé que él se encuentra bien, sano y salvo,

Tomo la decisión.

Sostengo su rostro en mismanos y sin pensarlo más lo beso, uno nuestros labios, por fin puedo saber yexperimentar esta sensación.

Lo he tomado desprevenido, pero, al final, nos fundimos en un beso que detuvo mi mundo y está haciendo correr mi corazón a mil por segundo.

---Así que esto se siente honey---finalmente nuestros labios dejan de danzar, nuestras miradas están conectadas, su gran sonrisa.

---Te extrañe honey.  

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora