CAPITULO 22.

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"Todos los anhelos cambian, aun los suspiros no son iguales"

CAPITULO 22.

SAMAEL.

Sus pequeñas y delicadas manos me acarician el rostro con mucha dulzura, es la primera vez que la siento así, es un hecho que Annie no es para nada cariñosa, es algo desapegada y apática, pero aquí está, mirándome con veneración, fervor y devoción.

La misma forma en la que la estoy observando.

---Regresaste---sus palabras son un susurro, como si las flores que nos rodean fueran a despertarse con sus palabras.

---Una nueva misión---inconscientemente reparto besos por toda su cara, robándole una sonrisa.

--- ¿Cuánto tiempo estarás en Arizona?---su penetrante mirada suplica tiempo, desea mucho más.

---Una semana nena---la abrazo, sus manos hacen unos pequeños puños arrugando mi uniforme---en una semana partiré a Colombia---la obligo a mirarme---tranquila todo estará bien.

---Está bien---sonríe.

Entre lazo nuestras manos y la guio por un camino diferente al que ella entró, por esta entrada la mayoría de flores son tulipanes, la luz de la luna alumbra nuestros pasos, una puerta de cristal llega a nuestra visión y sin pensarlo la abro.

--- ¿A dónde me llevas?---sigue mirando a su alrededor, tocando una flor.

---Necesito llegar a mi habitación para quitarme el uniforme, este es el camino más rápido---pasamos por la gran puerta de cristal, donde cientos de fotos de mi madre adornan el corredor.

---Me gusta esa---señala un gran cuadro, donde Martha y mi madre están abrazadas, ambas sonríen, en esa foto podrían tener unos veinte años.

---Es mi favorita---sigo caminando, tengo que hablar con ella, pedirle respuestas.

---Tu madre era hermosa---me detengo en seco.

--- ¿Cómo sabes que es mi madre?---no quiero que ella sepa esa parte de mi vida, es tan triste y solitaria, los hospitales, las miradas de asco de Norman, todo eso no quiero traerlo al presente.

---Julius me lo ha dicho--- ¿Qué?

---Annie, ¿de qué hablas?--- ahora si me ha sorprendido los alcances de él.

---Primero que nada, conocí a Norman, hace como veinte minutos se ha ido, es una historia un tanto bizarra, primero se me acerco en mi lugar de trabajo y después aquí---toma aire para seguir hablando---le pregunté sobre las flores y me dijo que eran las favoritas de tu madre, realmente me dijo poco, Juls fue el que me dijo que Lissi es tu madre---finaliza.

Analizo la información, quiero saber qué es lo que sabe.

--- ¿Solo eso?---la observo con intriga.

--- ¿Debo sabes algo más?---touché.

---No, solo quiero saber lo que sabes de mi madre---retomo mis pasos aun sujetándola de mi mano.

Es normal, es normal que ella sepa sobre Lissi, lo que me preocupa es Norman, ¿Qué quiere con ella? ¿No le basta hacer de mi niñez una miseria?

---No creí que te molestara, además si vengo a esta casa, que por cierto es un santuario hacia ella, es normal que sepa---tiene razón, pero no estoy molesto con nadie, solo con Norman.

---Nena no me molesta que sepas sobre mi madre, tú lo has dicho es un santuario, me molesta Norman---suspiro---puedes preguntar sobre ella lo que quieras, me siento orgulloso de la madre que me tocó.

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora