CAPITULO 31

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"Las realidades de las mentes son tan distintas, mundos tan irreales y corrosivos, donde a la mas mínima imaginación el caos puede surgir."

CAPITULO 31.

SAMAEL.

Ya ha pasado un mes de aquel accidente de mierda que me ha tenido con la vida en un hilo.

¿Ann? Mi novia, ella solo, joder.

La silla metálica junto a la cama de Ann se ha vuelto mi nuevo hogar, sostener su mano es mi alimento y ver como respira mi tranquilidad.

En este mes ha mejorado bastante, sus costillas rotas están casi por sanar, el pulmón que casi fue perforado cada día va sanando más, en su cuerpo aún hay muchas marcas del accidente, las manchas violáceas en su rostro, en sus piernas y brazos.

Todavía siguen en coma, pero varios de los tubos han sido retirados, lo más probable es que en una semana la saquen de ese coma que tiene mi vida en pausa.

La fragilidad de su mano me sorprende, ella solo está ahí, con sus ojos cerrados, su delgadez, ha perdido tanto brillo.

En la cama improvisada se encuentra Greta, ha sufrido tanto por su hija, llora constantemente, haciendo un hueco en mi pecho, me siento tan inútil, solo puedo sostener su mano y nada más.

---Nena si pudiera, yo estaría en tu lugar.

Una lágrima se escapa de sus ojos, y luego muchas más.

---Nena que sucede, aquí estoy, no llores por favor, si me estas escuchando, amor estamos bien, tú vas a estar bien---aprieto su mano, pero no se detiene.

Michael viene entrando con cafés en sus manos, él también ha estado tan pendiente.

---Michael llama el doctor, ella simplemente no deja de llorar---ante el alboroto su madre se despierta.

Su mirada viaja rápidamente a la mujer que yace dormida en la cama de hospital.

---Mierda---musita, deja los vasos en una mesa y sale disparado.

--- ¿Ocurre algo?---la preocupación ha teñido su rostro, se levanta rápidamente y toma la mano de su hija.

---No lo sé, solo se ha puesto a llorar---le digo, cuando Ann comienza a temblar, su cuerpo comienza a tener espasmos cada vez más violentos.

Intento sostener su cuerpo con toda la delicadez que puedo, Greta llora desesperadamente.

Mi madre entra a la habitación, sacándola, dejándome con ella sola.

---Amor tienes que calmarte---una maquina comienza a pitar como loca, haciéndome girar mi vista, tiene la presión elevada, algo ocurre.

Instantes después entra su doctor.

---Permiso---me dice, los espasmos continúan, cuando de golpe abre los ojos.

---Ann, amor, por Dios, cielo---le digo tocando su cara, su mirada se encuentra desorientada.

---Señor tiene que salir---una enfermera me obliga a salir, cierra la puerta tras de sí, veo como intentan calmarla.

Mi madre abraza a Greta, Michael me observa, Rose se ve desesperada.

--- ¿Qué sucedió Sam?---me preguntan todos en coro.

---Despertó, Ann ha despertado---digo sin poder creerlo, el verde de sus ojos, mirando con desesperación y desorientados estaban viendo.

ANNIE.

¿Dónde está Samael? Él no me pudo hacer eso, no se pudo morir y dejarme, ¿Qué año es? ¿Dónde estoy?

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora