CAPITULO 14.

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"El destino es algo decidido desde el nacimiento y, sin importar lo que se intente, las personas no pueden cambiarlo"

---Neji Hyuga.

CAPITULO 14.

SAMAEL.

Nunca había deseado tanto estar en otro lugar, como he deseado en todo este mes y aún me faltan cinco meses más.

Esa vez cuando se volvió a reafirmar mi partida, ella simplemente se fué sin mirar atrás, lo cual agradecí, no puedo decir que me hubiera quedado porque sé que no haré tal cosa como esa.

En cambio, le di una carta expresándole mis sentimientos, donde me abro completamente, mostrándole realmente lo que soy, un hombre asustado que nunca se había enamorado.

Estos treinta días me han hecho pensar lo que realmente siento por ella, si de verdad la quiero o si solo es un gusto pasajero, desde que observé sus letras, vi su foto, desde ese momento su nombre no abandona mi mente.

En el instante que mis ojos apreciaron los suyos, no me abandonan, simplemente Annie Richards se clavó en mi mente. Razón por la cual llegue a la conclusión que estoy enamorado de ella.

Le he escrito alrededor de unas doce cartas, me hubiese gustado escribirle una cada día, pero hubo noches en las que estuve despierto matando personas que tenían personas esperándolos en casa, toda esta situación me tiene estresado, tantas explosiones, el estrés acumulado, los desvelos, la poca alimentación y mi falta de aseo me están matando.

Hemos avanzado en gran manera, pero todavía falta demasiado para pensar en ganar esta guerra sin fin, 11 años de masacre y seguimos añadiendo mas muertos a la lista.

Mis tres horas de sueños se ven interrumpidas por el coronel al mando, sus pasos firmes resuenan en el reducido lugar.

---Capitán---doy un salto y hago el saludo---necesitamos una nueva estrategia para el terreno obtenido al sur, descanse---va directo al grano.

---Coronel estuve revisando las coordenadas---levanta la mano para interrumpirme.

---Señor Williams, tiene dos horas para presentarse en mi tienda y hablar sobre su estrategia, no tiene que dármelas ya---suspiro internamente, la verdad iba a improvisar.

---Como usted diga mi coronel---lo observo directo a los ojos.

Sin mas se va, boto el aire de mis pulmones, tomo el mapa que tengo en una mesa improvisada, lo vuelvo a observar y miro fijamente los círculos que encerré, esos serían los puntos clave para mantener esa base "segura" y así poder avanzar mucho más.

Pongo en orden mis ideas y sigo anotando los grupos que pondremos en el primer anillo de seguridad, mis tácticas se basan en ser sigilosas, que no se noten, me gusta que piensen que estamos desprevenidos, pero vamos es la guerra, nadie está desprevenido.

Como primera línea tendremos dos docenas de francotiradores en los puntos que ya señalé, estarán ubicados a doscientos metros de distancia de cada uno, para así cubrir un perímetro más grande, tendrán relevos cada 7 horas y día por medio intercalaremos el horario de 6 a 9 horas.

Si el subterráneo está listo para mañana en la noche, el segundo anillo podrá sumergirse para hacer su labor, alrededor de ochocientos hombres estarán bajo tierra alrededor de la base y unos quinientos hombres cubriendo desde tierra.

Nuestro ultimo anillo de seguridad será directamente en la base, ofreceré que las armas las ubiquemos en otro punto por si tenemos que retroceder.

CARTAS AL AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora