Cap. 31

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Me desperté gritando, pero cuando conseguí enfocar los ojos vi que estaba en una casa bajo las sabanas, olía a caldo, me recosté Bianka corrió y se sentó junto a mi apartándome el pelo.

__¿Estas bien, cariño?

__Que ha… ¿Dónde están?

__Por ahora estas a salvo.

__¿Pero y Azrrael?

__Ni le nombres – su mirada me fulmino, pero al verme los ojos suspiro y me acarició la mejilla.

__Nena…

__¿Quiero respuestas?

__Aún no es el momento Urd…

__¡Nunca lo es! – me desesperé – Quiero saber de una vez que coño pasa y que soy yo, y como puedes hacer eso y… y… ¿donde está tío Akesh y los demás? – grité

__Están bien, pero tranquilízate, vendrán a verte enseguida – sonrió – Entonces te explicaremos lo que quieras saber. Descansa.

__¿Por qué me abandonaste?

Debí dormirme porque cuando desperté ella no estaba, un ruido me sobresaltó, había alguien en la casa eso ya lo sabía antes de oír nada, agarré mi daga y agarre la sabana contra mi cuerpo, ya iba a ponerle el filo en el cuello cuando vi que era Abraham y estaba herido.

__¡Abraham!

__Urd, tenemos que salir de aquí.

__Pero mi madre…

__Hazme caso, vámonos – dijo con urgencia

__¿Azrrael?

__Esta bien dentro de lo que cabe, mira Urd no voy a mentirte, está mal, él no quería hacerte daño.

__Eso no puedo creerlo ahora mismo (¿pero no me había guiñado el ojo esa noche y me había susurrado ten fe en mí?, no estaba segura)

__Urd, te lo explicaré todo pero salgamos de aquí.

__Estas sangrando – le puse las manos encima y sus heridas empezaron a sanar.

__Si, fui por Azrrael cuando os fuisteis, todo se vino abajo y Ezequiel nos atacó y esa mujer… no le deje acabar. 

__Abraham… no puedo fiarme de ninguno de vosotros, no puedo ir contigo.

__Pero Azrrael te necesita.

__No. No lo creo, no puedo.

__Urd, ¿Qué te dice tú corazón de mí?

__Que eres bueno, por eso Horus te guía.

__Entonces.

__No, ve, estaremos en contacto, estaré bien. Te tengo a ti y a Horus vigilando.

__Urd… no te equivoques con Azrrael.

__He viso todo lo que ha hecho aparte de revivir esa pesadilla, he visto su vida…

__Cambió Urd, ese es su pasado ya no es así.

__¿Cómo puedes decir eso? ¡Y qué fue lo que hizo en la cueva! Iba a hacerlo Abraham– las lagrimas me caían por las mejillas tan amargas como la hiel, estaba furiosa y con el corazón hecho pedazos una vez que lo abría y mira lo que pasaba… ellos siempre habían tenido razón.

__¿Tu que crees Urd?

__No lo se Abraham, no lo se, ya no puedo pensar – dije dejándome caer en el colchón – pero lo extraño tanto…

La sabana cayo y mi cuerpo quedo al descubierto, tenía aún arañazos y heridas por toda la piel. Abraham aparto la vista.

__No, no apartes la mirada, mírame, esto también lo ha hecho él – gire la cara contra la almohada, Abraham me miró y tras un suspiro me tapó.

De vuelta a la Tierra - IntroducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora