Yui era una persona muy difícil de asustar, la mayoría del tiempo siempre tenía una cara poker face, algo que se diferencia cuando hablaba con su harén de chicas y la directora o cualquier hombre...
— Simplemente no los aguanto. — Dijo con un plato lleno de palomitas en sus manos, Ace le miró un poco curiosa, queriendo saber más sobre ese tema en especifico.
— ¿No estas interesada en los hombres? Me sorprende viniendo de ti. — Fue su contestación, después ayudó a la chica a bajar un cereal del refrigerador.
— Gracias linda, mira... Simplemente no me gustan, me parecen asquerosos... — Yui metió una palomita a su boca. — Lo que quieres saber es si soy Lesbiana, ¿Verdad? — Esa pregunta causó un gran pánico interno en Ace y Deuce. — ¿Por qué el silencio? Está bien, si quieren saber les diré... — Ambas miraron hacia sus labios, esperando impacientemente una respuesta.
— ¡Oigan, ya escogí la película! — Grimm terminó por asustar a las amigas de Yui, las cuales tiraron servilletas en la dirección que había venido.
— ¡JAJAJA! Supongo que puede esperar... ¿Qué película escogiste? — Grimm mostró una película de terror, Yui se vio sorprendida ante esto, así que no dijo nada. — ¡Vamos, niñas! Esa película no se va ver sola. — Dijo sacando su lengua, Ace suspiro frustrada, luego recogió los botes de chucherías que había traído.
Deuce recogió las servilletas que habían dejado en el suelo, después llevó una variedad de diferentes refrescos.
Ambas chicas se sentaron lado a lado de la pequeña castaña, al estar lloviendo y tener todo a oscuras, obviamente dio un ambiente más tétrico.
Yui ofreció un plato con fresas con chocolate a sus chicas, Ace tomó una y Deuce hizo lo mismo, después dejó el plato en su regazo, avisando que podían tomar una cuando ellas quisieran.
— ¿El conjuro, eh? Yui, si tienes miedo puedes tomar mi brazo. — Se ofreció la linda peliazul, Yui se río tiernamente ante esa propuesta.
— ¿Eeh? ¿No te da vergüenza decir eso? — Le reprochó Ace, Yui volvió a reír ante esto.
— Claro que me encantaría tomar tu brazo Deuce. — Respondió con total dulzura la humana, una benita salto de la cabeza de la corazón dibujado, queriendo tener la atención de la castaña para ella sola.
— Ace, si tienes miedo, siempre puedes tomar mi mano. — Ofreció Yui, un sonrojo atravesó la cara de la mencionada.
— ¡N-nunca dije que quería tu mano! — Exclamó totalmente sonrojada, una gota se sudor paso por el rostro de la chica. — Pero... A-aceptaré la oferta...
