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No era normal estar sentado en el suelo para él, pero no lo odiaba, seguía presionando los dedos contra la pantalla de su teléfono como si no hubiera un mañana, hasta que cierta persona llegó por detrás, no le tomó importancia, hasta que posicionó sus piernas sobre su cabeza, ella sentía como sus flamas le comenzaban a hacer cosquillas sobre su piel desnuda.
No eran para nada calientes, aw. Incluso si estaba sumergido en su juego no quería lastimarla con su pelo, todo estaba bien hasta que comenzó a apretar su rostro contra sus muslos.
— ¿Qué... H... Aces...? —trato de hablar mientras los muslos de su compañera se separaban y volvían a aplastar su cara, haciéndole un poco imposible hablar, la castaña solo se rio por cómo luchaba por hablar pero no hacía el intento por quitarla. —... —aunque a él no le hizo mucha gracia eso.
— Me picaste las costillas hace un rato, te devuelvo el favor. —y no había mentiras en sus palabras, mientras ella trataba de terminar una simple tarea, el chico no dejaba de picarle las costillas, al ver que eso no tenía resultado, se colgó de la silla esperando a que terminará, Yui no le presto mucha atención hasta que arrastró la silla hasta la cama, haciéndole imposible terminar la tarea de Trein. «ay, ya, al rato te la hago yo.» le dijo para después tomar sus hombros como almohada, escondiendo el rostro en su espalda, Yui se quedó quieta un rato, hasta que a ambos les dio suficiente calor para estar juntos, lo que los llevaba a las posiciones distantes.
Yui seguía asomándose por el rabillo del pelo de su compañero mientras seguía repetiendo el movimiento de abrir y cerrar sus piernas logrando aplastar las mejillas del chico.
— Tengo que farmear para Collei... —Le dijo mientras tocaba su pierna izquierda, deteniendo el movimiento de un lado, la castaña solo bufo, logrando levantar algunos cabellos de su copete.
— Idia, no es mi culpa que no te haya salido la tercera constelación de Zhongli y ahora te conformes con Collei... —respondió, eso para Idia era como meter el dedo en la herida, y si bien, tenía suficiente dinero para conseguir todas las constelaciones del personaje, había prometido no usarlo en esa cuenta, (cuenta que utilizaba para jugar con la castaña desde cero.) al ver como cientos de números volaban por la pantalla, aflojó un poco del agarre que tenía sobre la pierna de la castaña, esta aprovecho y se zafó, aunque bien, no era para nada difícil para ella quitarlo.
