¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No hacía mucho que la semana de Halloween había empezado en la escuela, Yuu estaba encantada con lo que veía. Aunque claro, había ciertas personas que no sabían el «no» como respuesta.
Dándole problemas a los chicos. Ella también había estado ayudando en todo lo que podía, logrando terminar más cansada de lo normal.
— Buenas noches, Grimm.. — Dijo, el gato se encontraba comiendo dulces, solo asintió, dejando a la chica sola. — No comas demasiado azúcar, no podrás dormir después.. — Agregó, más el monstruo le ignoró.
Cerró sus ojos, cayendo en los brazos del sueño.
— ¿Dónde estoy? — Dijo. Tenía un vestido azul con un mantel, en su cabello traía puesta una diadema negra.
Una vieja puerta se abrió ante ella. El sonido que esta hizo al hacerlo, le heló la sangre. Era mejor entrar que quedarse ahí afuera de lo que sea que fuera ese lugar.
Al entrar, la puerta detrás de ella se cerró bruscamente. Esto obviamente la asustó.
Se adentró a lo que parecía un bosque, había niebla por todos lados, era difícil ver lo que estaba a su alrededor.
— ¿Qué cosa más extraña trajo el viento~? — Escuchó. Yuu se volteo asustada, encontrando a un.. ¿¡Chico?! — No te había visto por aquí, Mmm.. Eres linda — Al segundo apareció detrás de ella. Luego lambio su oreja.
— ¡Hya! ¿¡A qué viene eso!? — Exclamó mientras se apartaba.
— Nada realmente, ten cuidado con lo que puedes encontrar más adelante~ no todos son tan amables, fufu~— El chico con orejas de gato desapareció de su campo de vista. Eso solo asusto más a Yuu.
— ¡E-espera! — Nuevamente estaba sola. Decidió seguir caminando, en el camino encontró toda clase de cosas extrañas. — ¿Hay alguien ahí? ¿Chico gato? — Agregó, después escucho un ruido que venía de los arbustos.
Se acercó a ver de que se trataba. Un pequeño erizo color rojo salió de este.
— H-hola.. ¿Te perdiste? — Le dijo, puso sus manos para que la criatura descansará en estas y así lo hizo.
— ¡Todo esto es tu culpa! ¡El rey se va a enojar si descubre que sus erizos escaparon!
— ¡A mi no me vengas a hablar de responsabilidad cuando siquiera puedes hacer tus propios deberes! — Yuu se oculto detrás de un árbol al escuchar esos gritos.
— ¡Y ahora te callas, bien Trappola!
— ¡Cierra la boca! Escuche algo... — El pobre corazón de la chica estaba hasta el límite, mientras que el erizo podía sentir como los escalofríos recorrían su cuerpo. — Creo que hay algo detrás de ese árbol... — La suerte definitivamente no estaba de su lado.
Yuu cerró sus ojos con fuerza, no sabía quién era el dueño de esa voz, pero, sin duda daba más miedo que cualquier cosa que haya visto en Twisted wonderland.
