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- ¡Yui! ¿Estas ahí? No se te entiende nada. - Ace seguía repitiendo su nombre una y otra vez, la chica apareció en escena cual rayo. Logrando espantar a sus dos amigos.
- ¡Buenas tardes, ya llegue! - Varios fantasmas aparecieron detrás de ella, logrando que los chicos detrás de la pantalla se levantarán de sus sillas. - Hice galletas, ¿quieren? Ah, es cierto, no están. - Grimm llegó también, sentándose sobre el regazo de Ichinen, para tomar una galleta.
- Ya Yui, que nos haces sentir peor por dejarte. - Dijo Deuce esbozando una mueca de tristeza.
- El director realmente es horrible, dejarte ahí... Huh... - Ace dejo de hablar al ver la cara que tenía su compañera.
- No me menciones al cerebro de paja. Que cuando llegue lo voy a matar. Pero, las cosas tampoco están tan mal... Más tarde voy a ver que están haciendo Azul, Jade y Floyd... - Decía eso, pero en su cara se le veía el cansancio acomulado.
- Cuidate que de no te engañen... - El chico de cabello naranja dijo, luego suspiro, oscuros recuerdos.
- ¿Si te acuerdas quién los sacó de eso, no? Además, ya amigue con Azul, creo que esta bien... Es un buen tipo. - extendió sus manos, luego dejo que Grimm le diera una galleta. - ¿Qué han estado haciendo?- Preguntó con la boca llena.
- Ayudar a mi madre.
- Evitar a mi hermano.
-... Que dulce Deuce, ¿por qué estas evitando a tu hermano, Ace? - El mencionado suspiro, luego el terror se vio reflejado en su rostro al escuchar como abrían la puerta de su cuarto.
- ¡No, no, no, no, no! - Yui y Deuce se rieron por las súplicas del chico.
Unos minutos de silencio, luego Trappola volvió a escena.
- Me tengo que ir, voy a salir. - El sufrimiento se notaba en su voz. - Si ya no puedo hablar, feliz navidad Yui, abrigate bien si vas a salir, y tu Deuce... Cuidate de que no la rigues en la cocina. Ah, Grimm, no le causes problemas a Yui. - siquiera le dejo responder al otro chico, ya que había colgado entre risas.
