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— Mis piernas tiemblan... — Susurro Yui hacia ella misma, el frio del lugar le estaba pasando factura, puesto a que sus dedos comenzaron a ponerse más rojos, y literalmente ya no sentía sus labios.
— ¿Idia-san...? — Epel estaba confundido ante la idea de Idia al apreciar el lugar y la razón por la había aceptado venir. Yui volteo a verlo, este se acercó con una sonrisa. Aunque desapareció cuando Ichinen se escondió detrás de su brazo.
— ¿¡Yui?! — Pudo escuchar como todos parecían extrañados por su reacción, Yui suspiro fuerte al sentir la tela del suéter de Idia en su rostro, el chico de cabello azul guardo su teléfono, entendiendo el mensaje al instante.
— Yui ha estado callada desde que llegamos... ¿Todo está bien? ¿No te gusta este lugar? — Mencionó Epel viendo como ella solo se escondía más en la tela del suéter de su compañero, Idia ya no parecía estar sorprendido, solo algo confundido, o eso pensaba Felmier.
— A Yui no le gusta mucho el clima frío... — Respondió Shroud por ella, incluso con Grimm en su hombro, no era suficiente para que ella pudiera sentirse al cien por ciento más... Movible.
— ¡Oh! Así que es eso, mejor nos apresuramos, Sebek-kun tampoco la está pasando bien. — Dijo Epel con una sonrisa, logrando que ambos asintieran, el chico de cabello morado seguía sintiendo tensión, incluso si no estaba viendo a Idia e Yui... Aunque, la pregunta era, ¿por qué? Esos dos siempre estaban muy bien.
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