Cicatrices

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El estadio del Real Madrid se encontraba complemente lleno, las entradas para la despedida de los jugadores se habían vendido con mucha rapidez, además de que la tienda oficial del club estaba pasando por un muy buen momento, la salida de equipaciones de portero con el dorsal "#1 Endou" estaban agotadas al igual que las camisetas "#2 Kazemaru", los fanáticos habían visto durante muchos años jugar a la pareja y sentían mucha tristeza por su retiro, por lo que adquirir la indumentaria de ambos jugadores en su último día como miembros del club era el mayor gesto de respeto hacia ellos.

- El presidente me dijo que las entradas estaban agotadas - Dijo el peliazul mientras terminaba de colocarse el uniforme - ¿No estás nervioso?

- Más que nervioso, estoy un poco triste... - El castaño ya se encontraba listo y solo esperaba sentado en el vestuario a que les dieran la señal para salir al campo - Nuestros mejores años como profesionales los hemos tenido aquí, duele un poco el tener que despedirnos de este club, de nuestros compañeros y de los aficionados.

-  Pues sí... - El peliazul terminaba de vestirse y se sentaba al lado de su novio - Pero... ¿Sabes? - tomó la mano del castaño y la sujetó con delicadeza - Estoy muy orgulloso de todo lo que hemos logrado juntos... - Suspiró nostálgico y miró al techo - Cuando te vi por primera vez pensé que eras bastante interesante.

- ¿Y lo fuí?

- No - Respondió riendo suavemente - Porque no me hablabas, al menos no por nada que no sean cosas de la clase... Por eso cuando me pediste estudiar juntos, me alegré y quise creer que no me buscabas solo por ser un empollón.

- Perdón por eso - Cerró los ojos y apoyó la cabeza en el hombro de quien tenía al lado - La verdad es que siempre te vi como alguien muy atractivo, pero no lograba reunir el valor suficiente para acercarme a ti.

- Cuando comenzamos a salir me di cuenta de que serías mi primera y única relación amorosa...

- Pensé que se te habían declarado más personas, que extraño.

- Y así fue, pero no acepté a nadie, siendo sincero... No les encontraba el encanto, pero cuando me propusiste ser tu pareja, estaba más que contento e ilusionado.

- Los años han pasado tan rápido... Teníamos 14 en aquel entonces - Contó con sus dedos - ¡Llevamos muchos años juntos! ¡No los puedo contar con los dedos de mis manos!

- Desde que estás conmigo he sido más feliz, pero sé que en una época te traje mucho dolor... Creo que nunca lo dije pero, perdóname por haberte hecho sufrir durante 2 años y 8 meses...

- Eso no fue tu culpa - Apretó la mano del peliazul - Además, durante todo ese tiempo tú también la pasaste mal, luego con la rehabilitación fue peor - Los recuerdos del chico de largos cabellos haciendo terapias regresaban.

- En aquel entonces uno de los terapeutas me dijo que no volvería a jugar fútbol...

- Lo sé, por eso es que tuvimos que exigir un cambio de médico para que te ayudara con tu recuperación - Ese suceso había enojado bastante a Endou, quien reclamó furioso el porqué el personal de salud desmotivaba de esa manera a los pacientes - Me pregunto si te recuerda. Seguramente terminaría con la boca abierta al saber que su paciente al final se volvió uno de los mejores jugadores del mundo y ganador de numerosos premios.

- No me gusta presumir Mamoru, lo sabes muy bien.

- Endou-san, Kazemaru-san - Llamó uno de los miembros del cuerpo técnico del equipo - Ya está todo listo para que ingresen al campo, por favor vamos.

- Es hora - Dijo el peliazul mientras se levantaba y daba unos pequeños saltos para activarse - Mamoru, camina, nos están esperando - Reclamó mientras le estiraba su mano al castaño para que salieran juntos del vestidor.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora