Crueldad

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Habían pasado muy pocas horas desde que Endou y Kazemaru salieron rumbo al hotel para celebrar su noche de bodas, tiempo en el que la fiesta se desarrolló con normalidad, la verdad es que el ambiente era tan bueno que nadie quería irse, solamente Haruki estaba sentado en una esquina, bebiendo un poco de ron que le sirvieron en la barra mientras pensaba en el porqué su padre no se había contactado con él.

- ¿Por qué estás aquí solo? - Preguntó el estratega de las rastas mientras tomaba asiento junto al hermano de su amigo - ¿Está todo bien?

- No, me preocupa que mi padre hasta ahora no se comunique conmigo... Ni siquiera llegó a la boda.

- Entiendo... Supongo que tuvo alguna urgencia de último minuto, a veces en los negocios eso pasa.

- Espero que sea eso...

- Pingüino, ya es hora de irnos - Interrumpió el castaño de ojos verdes con un tono de voz bastante bajo para no despertar al infante que dormía en sus brazos - Es tarde y Takuto necesita descansar como se debe.

- Yo también me retiro - Comentó el de cabellos dorados a la par que se levantaba y tomaba el último trago, devolviéndole el vaso al mesero - Iré a buscar a mi familia, gracias Kidou.

Tras eso, el pelirrojo se encargó de llevar hasta su domicilio a Fudou y compañía, puesto que ellos no habían traído consigo su automóvil, mientras que la pareja de temperaturas extremas llevaba a la familia de Haruki, habiéndose comprometido a cuidarlos mientras que estos celebraban su noche de bodas.

Está demás decir que ambos trayectos fueron bastante silenciosos, principalmente porque los infantes dormían plácidamente en brazos de sus padres, por lo que nadie decía absolutamente nada, no querían despertarlos por ningún motivo, incluso Kichiro cayó rendido ante el cansancio, a final de cuentas recién era un adolescente.

Iban apenas llegando a Inazuma cuando tuvieron que tomar un desvío debido a que durante la tarde ocurrió un grave accidente automovilístico, motivo por el cual las autoridades locales decidieron cerrar la vía de tránsito para poder realizar las investigaciones correspondientes, sin embargo su vehículo fue parado para poder realizar un control protocolar.

- Buenas noches, licencia de conducir y título de propiedad - Pidió el oficial mientras anotaba la matrícula del auto.

- Buenas noches, aquí tiene - Dijo el delantero de fuego entregándole los documentos solicitados, viendo como el uniformado revisaba que todo estuviera en orden.

- No puede ser... ¿Usted es Goenji Shuuya? - Preguntó asombrado - ¿El ex-goleador de la selección? - Recibiendo un asentimiento - ¡Increíble! ¿Podría darme su autógrafo?

- Claro, con todo gusto - Respondió el rubio sonriendo.

- Oniwagara - Llamó un segundo policía - Ya confirmaron la identidad de las víctimas del accidente, esto será un escándalo cuando se filtre la información, no tienes ni la menor idea de quien es.

- ¿Ah sí? - Dijo con poco interés, recibiendo el reporte de la división de investigaciones, quedándose helado al leer el famoso apellido en los papeles - Señor Goenji...

- Tengo todo en regla... ¿Hay algún problema? - Preguntó extrañado.

- Si no fuera mucha molestia, ¿Podría decirme si identifica este nombre?

El delantero recibió los papeles que el oficial le extendía, anonadado al leer claramente que entre los nombres de las víctimas estaba el del padre de su amigo peliazul - No puede ser... - Pensó mientras trataba de disimular su expresión de terror, pues en el auto estaba el hermano de Kazemaru, por lo que se bajó del vehículo para conversar en privado - Disculpe ¿Sabe a qué hospital llevaron a los heridos?

¿Fácil? ¡No! (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora