Arritmia

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Una semana después de la pedida de mano y la casi muerte de Midorikawa en manos de Kidou, ya todos tenían sus maletas y pertenencias listas para regresar a Japón, despidiéndose del hermano de Kazemaru, quien al enterarse de todo lo sucedido no dudó en mantener el convenio con las empresas Kumush a pesar de que su hermano se separara de Ize.

En esos días, Haruki no dejó de disculparse con el peliazul por lo sucedido en el pasado, al punto de agobiarlo y hacer que este le tirara un balonazo al más puro estilo de Goenji para hacerle entender que todo estaba bien, pues no le gustaba ver como se culpaba de problemas que realmente estuvieron fuera de su control.

Ize organizó una despedida con sus amistades más cercanas para que estas aprovecharan a pedir los autógrafos de los futbolistas antes de su partida, tomándose numerosas selfies y prometiendo mantenerse en contacto a pesar de la distancia.

Kazemaru por su parte, quería ir a despedirse de su padre y con suerte, quizá perdonarlo por todo lo que hizo, pero esta vez no cometería el error de ir solo nuevamente, ahora su prometido lo acompañaría y estaría presente en la plática, sin embargo no intervendría a menos que fuera necesario.

En la entrada de la mansión del señor de cabellos dorados, ambos se tomaron de la mano bastantes nerviosos, tenían miedo de la reacción que él tendría a verlos juntos nuevamente, pero si querían que su relación no tuviera recuerdos dolorosos del pasado, debían arreglar las cosas lo más que pudieran con el padre del peliazul, sin importar que este siguiera en contra de lo suyo, no les gustaba la idea de avanzar con el remordimiento de no haberlo intentado todo.

- ¿Estás listo? - Preguntó el portero, apretando fuertemente la mano de su novio - No sé como lo miraré sin recordar que lo golpeé con mi avatar...

- Bueno... Supongo que sí debió dolerle, el Gran Demonio es un avatar que potencia mucho tus manos, si hubiera sido el mío probablemente le hubiera dolido menos.

- Eso es porque El Luchador Hipersónico es de regate y velocidad... ¡Oye! ¡Estamos por ver a tu padre! ¿Por qué estamos hablando de avatares? - Soltando al peliazul y tocando el timbre - Listo, llegó la hora.

Sin que pasara más de un minuto, el personal de servicio abrió la puerta, reconociendo de inmediato al ex-velocista, sorprendidos de verlo nuevamente por la casa, creyendo que tras todo lo ocurrido, este nunca volvería a menos que sea por la fuerza, por lo que fue recibido con amabilidad, siendo luego dirigido a la oficina de su padre, quien ya había sido avisado de la llegada de la pareja apenas entraron a la casa, esperándolos algo intrigado.

- Pasa por favor Ichirouta - Inmediatamente notó al castaño tras de él - Veo que viniste con Endou... Por favor, pónganse cómodos.

- Señor buenas tardes - Se apresuró a saludar el guardameta, inclinándose de manera algo exagerada.

- Padre, buenas tardes - Tomando asiento enfrente del escritorio de su progenitor - Necesito hablar con usted.

- Te escucho.

- Los abogados de la familia Kumush ya hicieron todos los arreglos, mañana temprano ella y yo firmaremos nuestro divorcio y por la noche regresaré a Japón - La expresión del rubio no mostraba ninguna emoción, lo cual era raro pues estaba informándole sobre la separación que él tanto había querido evitar - Además Endou y yo hemos retomado nuestra relación...

- Pude notarlo apenas llegaron, felicidades - Dijo suspirando - Espero les vaya bien, si eso es todo lo que tenías que decirme, por favor ve tranquilo.

Ninguno de los dos salía de su asombro al escucharlo hablar así, se habían preparado mentalmente para recibir un rechazo e incluso tener que discutir con él con tal que los deje tranquilos.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora