Cualquiera pensaría que los tres novatos del Raimon de primer año entraron al club de fútbol demostrando su superioridad mediante técnicas avanzadas para su edad, pues no por nada llevaban años practicando para ese momento, pero eso era una suposición totalmente opuesta a lo que realmente sucedió.
Shindou, como bien había advertido, fue sumamente riguroso con ellos, porque al conocer sus fortalezas y debilidades, se podía dar el lujo de atacarlos donde más les doliese, apegándose a las palabras de su padre - Uno se hace fuerte conforme supera sus propios límites - De modo que él, como buen capitán del Raimon que era, los forzó hasta el punto de hacerlos jadear por el cansancio.
Kidou Michiya, ex entrenador de la selección japonesa también les planteó situaciones más complicadas que al resto de postulantes, quizá porque al haber dirigido a los padres de los niños, podía darse una idea de cómo hacer explotar toda su capacidad, él era considerado uno de los mejores entrenadores del país.
Kirino desde su lugar en el campo, fue el encargado de hacerle una marcación personal a Tenma, cosa que le venía como anillo al dedo, y haciendo uso de su enorme capacidad defensiva, evitó que el castaño recibiera el balón cómodamente o que regateara como siempre.
Claro que a los novatos esto no les gustaba nada, una de las desventajas de entrenar juntos era que ahora Shindou y Kirino conocían todos sus movimientos como las propias palmas de sus manos, pero al final con mucho esfuerzo, lograron superar la barrera que tenían por delante, no por nada eran hijos de los genios de Soccer.
En total, solamente cuatro personas pasaron la prueba de ingreso. Los tres ya mencionados y alumno de primer año llamado Nishizono Shinsuke, bastante carismático, aficionado al deporte rey y claro, a la antigua selección nacional que llevó al soccer japonés a la cúspide del mundo.
- ¡¿En serio eres hijo de Endou Mamoru?! - Preguntó con toda la emoción que cabía en su pequeño cuerpo - Sé que estamos en la misma clase... Pero todavía no recuerdo los nombres de todos... ¿Cómo te llamabas?
- Se llama Matsukaze Tenma - Respondió el peliteal uniéndose a la conversación - Pero puedes decirle "el fútbol está llorando" ¿Verdad?
- También es conocido como "Rollito de canela" - Bromeó Yukimura, estallando en risas junto a Kariya, para luego echar a correr y huir de la escena.
- ¡Sólo lo dije una vez! Y fue después de ver una película muy triste... ¡El balón se estaba desinflando por culpa del cactus! - Renegó el castaño mientras se quejaba por las burlas de Kariya - Pero sí, ese es mi nombre, y Endou Mamoru es mi padre ¿Por qué? ¿Lo conoces? - Agregó dirigiéndose a su nuevo amigo.
- ¡Por supuesto! Ha sido mi ídolo desde que tengo memoria, siempre quise ser portero como él pero por mi tamaño no es posible... Así que me volví defensa ¡Hasta llevo una banda en la cabeza como él! ¿Crees que puedas conseguir su autógrafo para mí?
- Lamento interrumpirlos - Intervino el pelirrosa - El entrenador los está llamando, tienen que presentarse al resto del equipo y recibir sus uniformes, así que vamos.
- ¿No puede ser después? ¡Estamos hablando de papá! Dice que quiere su firma ¿Podemos invitarlo a casa? - Dijo Tenma con un tono de voz suplicante.
- Matsukaze, no quiero repetirlo dos veces - Regañó el mayor - Luego podrán conversar, por ahora apresúrense.
A Shinsuke se le hizo muy rara la forma en que Tenma se dirigía a uno de los superiores del equipo, se supone que por jerarquía y respeto, tenían que llamarlos por sus apellidos y con un "san" al final, pero la relación entre esos dos era demasiado natural como para que recién se conocieran.
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¿Fácil? ¡No! (Completa)
AléatoireTras unas brillantes carreras como deportistas, el grupo de amigos conformado por 4 parejas, regresan a la ciudad Inazuma para que afronten el reto más difícil de sus vidas. No todo es tan fácil como lo imaginaron, el estrés, las críticas de la soci...