El Fuego y el Hielo

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Hace 4 años que Goenji Shuuya y Fubuki Shirou contrajeron matrimonio en Berlín, Alemania.
Tiempo en el que aquella relación se solidificó aún más debido a los múltiples problemas que tuvieron que afrontar para poder celebrar su compromiso.

La primera piedra en el camino también tenía el apellido Goenji y usaba una bata blanca todos los días para trabajar. Desde muy joven el señor había soñado que su hijo siguiera la carrera de medicina al igual que él, inculcándole desde muy pequeño lo más básico de las ciencias humanas.

Para su decepción, el pequeño Shuuya si gustaba de ayudar a las personas, pero a balonazos, además que el menor siempre tuvo presente el recuerdo de su difunta madre, quien lo animaba y presumía del talento del delantero en el fútbol soccer, por lo que se opuso rotundamente a dejar de practicar el deporte rey.

Cuando el doctor Goenji conoció a Fubuki, de inmediato le pareció una muy buena influencia para su hijo. El albino era educado, responsable, serio, amable y parecía tener todas las aptitudes para convertirse en un gran doctor, pero se decepcionó al saber que él también soñaba con ser futbolista.

Está demás mencionar que el jefe de la familia casi se desmaya cuando supo sobre la relación amorosa que mantenían ambos jóvenes, costándole varios meses en asimilar lo sucedido, pero él no era el tipo de padre que controlaba la vida de sus hijos, así que en un acto de amor incondicional asistió a una charla psicológica para saber como apoyar al rubio en su nueva etapa, aunque por dentro no estaba del todo conforme con sus decisiones, prefería que el linaje familiar sea continuado con alguna bella joven, pero si su hijo contraería matrimonio con un joven, consideraba que no había mejor opción que el chico de cabellos plateados.

Para la celebración del compromiso, los jugadores del equipo bávaro habían elegido un elegante hotel, debido a que los invitados más importantes venían desde el extranjero y ellos no podían salir del país por los entrenamientos de verano del club alemán.

Por supuesto que los regalos de boda estuvieron a la altura de la ocasión, tanto de la familia como amigos.

Kidou y Fudou les regalaron un juego de relojes sumamente costosos y elegantes.
Hiroto y Midorikawa se hicieron presentes con unos preciosos botines a la medida para cada uno de los novios.
Endou y Kazemaru les regalaron unos boletos para vacacionar en un crucero durante 4 días y 3 noches, este se podía cobrar en cualquier mes del año.

La ceremonia sería a las 08:00 pm, por supuesto que los 6 amigos serían los testigos del evento, además de que dos de ellos subirían al estrado para dedicarles sus mejores deseos a la pareja principal.

Fubuki llevaba una preciosa camisa blanca, cubierta por un chaleco y una corbata del mismo color, así como el pantalón y el saco, además de unos zapatos relucientes para darle contraste a sus ojos.

Kazemaru, Midorikawa y Kidou también iban vestidos de blanco en su totalidad, solamente que el diseño de sus trajes eran diferentes al del novio albino.

Goenji llevaba una camisa blanca, chaleco y corbatas negros, saco y pantalón de un tono ligeramente más claro que la corbata y zapatos lustrados, pero ni por su matrimonio dejó de usar gel, era su estilo y no podía perderlo.

Endou, Hiroto y Fudou también llevaban trajes negros, pero de una tonalidad diferente.

Las previas a la ceremonia comenzaron, los invitados estaban emocionados, principalmente los seis amigos, ellos habían viajado desde diferentes países para poder asistir a la celebración del compromiso de la pareja de temperaturas extremas.

- ¿Creen que Goenji llegue tarde? - Preguntó Endou mientras miraba su antiguo reloj de muñeca, el que a pesar de los años, seguía en buen estado - Ya va a ser la hora que ponían en la invitación y todavía no hay señales de él.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora