Hijos

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Después de que Endou le contara a Kazemaru todo lo ocurrido con Miyasaka el fin de semana, el peliazul tuvo más claro que nunca que tenían que casarse lo antes posible, porque aunque sonara cruel de alguna forma, quería matar cualquier esperanza que tuviera el rubio sobre volver a relacionarse con él. Deseaba fervientemente que este se alejara de sus vidas, no podía tolerar que tratara de esa manera a su amado cabeza de balón, le irritaba que este su hubiese sentido culpable a causa del resentimiento y envidia que tenía en su interior el menor de ojos verdes.

Se contactó a una agencia especializada en la organización de eventos para que los orientaran y ayudaran a planear el gran día, por lo que no pensaba escatimar en gastos cuando de celebrar su unión con el castaño se trataba.

En un par de semanas más se realizaron más reuniones para conocer a los nuevos miembros de las familias de sus amigos, quienes habían adoptado niños del Sun Garden con la ayuda y gestión de Hiroto.

Goenji y Fubuki se habían vuelto los guardianes de un pequeño de tan solo 8 meses, este se llamaba Yukimura Hyouga y había perdido a su familia a causa de un accidente automovilístico, quedando bajo tutela de una pareja de acogida, pero los servicios sociales descubrieron que solo habían aceptado tener al pequeño para recibir el apoyo económico del gobierno, por lo que fue de inmediato trasladado al orfanato.

El delantero de fuego quedó fascinado a primera vista con el niño por sus cabellos morados y ojos turquesas que hipnotizaban - ¡Tiene una gran presencia como yo! - Exclamaba bastante emocionado - Shirou, tiene que ser él.

- De acuerdo - Respondió sonriente el albino - A mí se me hace adorable... ¿Hyouga Yukimura he? Me gusta su nombre.

Por otro lado, Fudou y Kidou habían debatido durante una semana entera el si adoptar un niño o una niña, puesto a que el castaño de ojos verdes quería criar a una mujer empoderada y fuerte, con una actitud parecida a la suya para que nadie nunca se pasara de listo con ella, mientras que el de rastas quería un varón para hacer de él un caballero, el joven más educado y cortés del país, pues había visto en primera persona a los patanes que pretendieron a su hermana durante años y quería que su hijo sea un ejemplo para la próxima generación.

Ambos castaños tenían puntos a su favor, además de ser orgullosos y perseverantes cuando de conseguir lo que se proponían se trataba, pero la carta triunfal de Kidou era la promesa de que si tenían un varón, lo volverían un genio de la estrategia y mediocampista increíble, capaz de superarlos a ambos, cosa que sin duda ilusionó a Fudou, pero no terminó de convencerlo.

- ¡¿Y si no quiere jugar como centrocampista?! - Exclamó el ojiverde - ¡No Yuuto! Tiene que ser una niña.

- Akio, siendo nosotros lo que lo criaremos... ¿En serio crees que va a elegir otra posición? ¡Sus padres son dos estrategas!

- Ya, en eso tienes razón... ¡Pero una niña sería perfecta para nuestra familia!

- ¡Será niño! ¡He dicho! Y ni una palabra más porque te pongo en abstinencia.

- Está bien, pero me niego a que sea un bebé como los hijos de Hiroto y Goenji, que tenga más de un año - Chasqueó la lengua mientras cruzaba los brazos.

De esa forma fue como el genio creador de jugadas ganó el debate, por lo que al día siguiente se presentaron ambos en el orfanato y buscaron a un niño de entre uno y dos años, pero aunque todos eran adorables, ninguno había logrado robarles el corazón a primera vista como se lo imaginaron.

Fue cuando Hitomiko-san entró a la habitación con un pequeño de cabellos marrones casi grises que caminaba lo más rápido que podía para seguir jugando.

¿Fácil? ¡No! (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora