Unidos por un wu

Todo o nada

Los días pasaron con rapidez, tanta que se hicieron semanas, semanas en donde el joven genio trabajaba sin descanso, cada análisis, cada pieza rota y cada fracaso, eran un paso adelante para el fin de lo que estaban haciendo. Aquellas semanas no fueron fáciles para el dragón olivo, la voz de la maldición crecía siempre que se encontraba con el pelirrojo y después de su pequeño sueño, las cosas empeoraban, los sueños subían de tono en ocasiones o se mantenían en un escenario donde ambos eran cariñosos. Aquellos sueños eran sin duda en un momento algo dulce de lo cual se deleitaba sólo unos segundos, seguido después por los deseos malvados de la maldición. Poco a poco Chase Young se consumía en su propio castigo y lucha. El plan estaba siguiendo el rumbo y no había forma de dar un paso atrás, todo estaba encaminado y sin duda lo que se acercaba podía cambiar el destino de todos.

Kimiko trabajaba con gran velocidad, no había de otra en realidad, los planes se habían adelantado más de lo que habían pensado. La japonesa había aprendido de nuevo a no subestimar la mente del pelirrojo, menos con un incentivo tan fuerte como su vida misma y la de inocentes. Parecía absurdo lo que hacía, ambos habían trabajado en una piel sintética, tan parecida a la de un humano que nadie podría sospechar al tocarla, ojos artificiales que reaccionaban a la luz, movimientos con todas las articulaciones y un sistema que puede imitar por completo el movimiento humano. Era exagerado lo que estaban haciendo, todo un avance en la tecnología que funcionaba sólo por un par de horas, antes de colapsar y tener que esperar de nuevo, el tiempo no les había ayudado a realizar aquel momento, sólo hizo que aquel milagro de la tecnología fuera una mera pantalla para poder terminar lo que habían empezado.

-Jack ya está listo, lo voy a enviar, estará ahí en la mañana y está el Wu que me pediste- hablaba con el pelirrojo en el teléfono.

-estaré listo para ese momento, pero necesito una distracción para los guerreros y terminar- respondió con cuidado mientras miraba a su alrededor, de alguna manera la fortuna le sonreía y las cosas estaban en su lugar sin complicaciones.

-escucha bien Spicer, debes regresar en una pieza y sin un rasguño, ya preparamos el cuarto en donde vas a estar, ten mucho cuidado, llama en cualquier momento si necesitas ayuda- pidió con verdadera preocupación Kimiko mientras los nervios se escuchaban también en su voz.

-lo haré-respondió con tranquilidad mientras la llamada se cortaba.

El ultimo simulacro estaba siendo proyectado en una pantalla pequeña, discreta y lejos de la mirada de cualquier felino, siempre que hacía una prueba, era en un holograma a la vista de todos, el fracaso de marcaba o el supuesto avance. Los porcentajes de éxito se marcaban como un supuesto mientras los felinos podían comprobar el trabajo del joven genio.

La pantalla era muy sincera, más de lo que había esperado Spicer, tenía marcado al fin un 100% de probabilidad de éxito con aquel nuevo método que ideo al ver los tesoros del inmortal. En aquel número era la prueba que necesitaba para continuar y terminar con el imperio del emperador del mal.

♦♦♦♦♦Flash Back♦♦♦♦♦

La mujer caminaba con gran cuidado en aquella cueva, la sensación de un derrumbe la asechaban más y más. La cueva era sin duda un lugar oculto para el hombre, pero aun así parecía mostrar como acepto a unos pocos, para que la trabajaran y guardarán secretos en ella. Ella miraba con atención los detalles fluorescentes de la cueva, era como estar sumergida en un mar de estrellas y cada paso era adentrarse más a aquel paisaje.

-sólo esta pieza y estará completo- se dijo con gran determinación mientras llegaba al fin del camino.

La cueva pasó de ser estrecha y sofocante a cambiar a un lugar más acogedor. Las paredes dejaron de rodearla con cercanía, se fueron extendiendo cómo una sala secreta la cual la recibía con alegría. La luz del sol apenas entraba a aquel lugar, pero gracias a las piedras del lugar, era como tener su propio sol, iluminando con gentileza la fría cueva y brindando calor.