Unidos por un wu

Cambios, encuentros y amistad.

El albino estaba nervioso, sus respiraciones eran pesadas, su cabeza daba vueltas, no podía controlar sus nervios, nunca se había puesto de esta manera. Sólo una vez y fue cuando planeaba pedirle a Chase que lo entrenara o tomara como discípulo; pero esta ocasión parecía ser mayor.

"Calma Jack, sólo es una entrevista de trabajo" se repetía el pelirrojo mientras se arreglaba por centésima vez el cuello de su camisa.

No había duda que Jack se estaba esforzando por dejar a un lado el tema de los Sheng gongwu. Hacia mucho tiempo que no se ponía un traje, tubo que ir a comprar uno sencillo, al igual que un nuevo guarda ropa. El pelirrojo tenía puesta una camisa blanca, un saco y pantalón de color negro, y una corbata color esmeralda. Su peinado punk lo había dejado a un lado, tomando un peinado más formal, pero sin dejar cierto estilo desordenado y característico de Jack. Sus ojos estaban libres de su delineador. En sus manos tenía un portafolio, el cual guardaba inventos sencillos y planos.

-joven Spicer, el señor lo espera en su oficina-  dijo con amabilidad la secretaria de aquella recepción tan impecable y moderna.

El albino se levantó de su asiento, agradeció el llamado y fue hacia la oficina. Las puertas eran negras, algunas paredes eran de cristal, mientras que otras de color blanco, los muebles contras traban con un azul eléctrico. Uno, dos y tres toques dio el genio a la puerta, una voz tranquila y masculina, le indico que pasara. El pelirrojo entro sin chistar a la puerta, al entrar se encontró con el mismo hombre de hace tiempo, formal, fuerte y con la mirada seria.

-bienvenido Jack, por favor acércate y toma asiento-

La voz del peliplateado sonaba calmada y amistosa, una sonrisa amable se marcó en su rostro y con un ademan indico el lugar para que tomara asiento.

-si- contesto nervioso y tenso el albino.

Unas risas se escucharon de parte del mayor, y con una sonrisa y sentándose de una manera más cómoda le dijo.

-Jack, tranquilo nos conocemos desde hace años- sonrió con amabilidad y diversión ante el estrés del pelirrojo.

Una risa nerviosa salió de Spicer, miro un segundo al ojigris y al otro sonrió.

-lo siento, hacia mucho que no estaba en esto- admitió con más energía y confianza, a lo cual hizo feliz al peliplateado.

-bueno, sólo necesito una cosa, estamos desarrollando un programa para celulares, pero es necesario el desarrollo de lo físico y la resistencia a este programa- explico con tranquilidad, mientras le mostraba los papeles al pelirrojo.

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Otro duelo Xiaolin se estaba llevando acabo, ya había pasado un tiempo desde la repentina renuncia de Jack Spicer. Los monjes no podían evitar extrañar sus discusiones con él, al igual que sus peleas y comentarios. La batalla continuaba, esta vez era Omi el oponente del malvado emperador, el duelo parecía que estaba llegando a su fin y todo parecía mostrar una victoria para los monjes.

-este es el fin Chase, mejor rinde te- alardeo el pequeño monje, unos segundos antes de tocar la pieza.

Una sonrisa se marcó en  el rostro del malvado dragón, hizo un movimiento extraño y en un momento el duelo se había terminado. Omi se encontraba en el suelo, mientras que el pelinegro admiraba otra pieza del Wu.

-la victoria me pertenece de nuevo, jóvenes monjes- les recordó con malicia y arrogancia a los guerreros Xiaolin.

El malvado dragón, se fue igual que como llego, los monjes se maldecían una y otra vez, por su derrota. Por lo que había dicho Dojo, sólo faltaban 4 piezas y ya casi se cumplía un año de la desaparición del pelirrojo. Nadie sabía nada de él, bueno sólo una persona sabía su condición y había dejado de  preocuparse por él.